La ciudad que nació grandiosa y otros relatos

Si son seguidores habituales del blog ya saben lo mucho que disfruté descubriendo a N. K. Jemisin y su novela La quinta estación, el inicio de la sorprendente trilogía La Tierra Fragmentada con la que la escritora logró hacer historia al ganar tres premios Hugo de manera consecutiva, uno para cada una de sus entregas. Ahora, la autora estadounidense vuelve a las librerías españolas con la publicación de su primera colección de historias cortas: La ciudad que nació grandiosa y otros relatos. Un libro que llega de nuevo gracias a la editorial Nova y a la excelente traducción de David Tejera Expósito.

“Tal vez ahora al fin seas capaz de imaginar un mundo en el que la gente ha aprendido a amar, igual que en nuestro mundo se ha aprendido a odiar”.

Tal y como nos cuenta Jemisin en la introducción que acompaña la selección, el volumen no es solo una recopilación de sus relatos para que podamos descubrir su ficción corta en un único lugar, sino también una especie de crónica de sus progresos como escritora y también como activista. Porque si aún no la conocéis (cosa que deberían hacer para no perderse una de las voces más interesante del panorama actual) Jemisin es una escritora comprometida y sus historias están repletas de maravillas, pero también de críticas a nuestra sociedad y a lacras como al racismo.

El libro cuenta con veintidós relatos independientes y aunque una buena parte de ellos podrían ser clasificados como de ciencia ficción, los temas y los escenarios son tan variados que nos encontráremos así mismo historias de fantasía, con otras que son difíciles de clasificar o incluso con algún escenario distópico, como el que se nos presenta en una de las narraciones más breves de la colección: La bailarina del ascensor, donde nos encontraremos un mundo totalitario en el que bailar está prohibido, pero en el que parece haber una persona que se niega a seguir las estrictas reglas.

“Hace mucho tiempo, nuestros ancestros miraban al cielo y veían dioses. Sus ancestros solo veían estrellas. al final, solo la tierra conoce la verdad”.

Los que se quedan y luchan es el relato encargado de abrir la colección, y es la respuesta de N. K. Jemisin a Los que se alejan de Omelas de la gran Ursula K. le Guin (si aún no conocen este estremecedor relato los invito a descubrirlo con la narración de Noviembre Nocturno aquí). Esa primera historia es toda una declaración de intenciones sobre cómo acabar con las injusticias para vivir en un mundo mejor. Uno de mis cuentos favoritos es Bruja de tierra roja que nos relata la historia de una mujer negra madre de tres hijos que vive durante la segregación en Estados Unidos y debe lidiar con un peligro que trae ligado consigo un futuro incierto para los que son como ella, quizás aún más peligroso o puede que sea esperanzador, pero a un alto precio.

Otro de mis favoritos es L'Alchimista que nos cuenta la historia de una cocinera de renombre caída en desgracia que de pronto recibe un encargo muy inusual: con unos ingredientes que desconoce debe seguir con precisión una receta antigua para crear un plato que resultará ser algo más que simple alimento para el cuerpo. Relacionado con comida hay también otro cuento que me fascinó: Cuisine des Mémoires. Nos encontraremos en un restaurante que afirma ser capaz de recrear con total precisión cualquier plato de cualquier momento, desde la última cena de María Antonieta a la comida que el comensal elija entre todas las que haya disfrutado en algún momento de su vida. Recuerdos, magia, sensaciones… es un relato redondo.

“La humanidad había descubierto una verdad cruel tras años de exploración espacial: lo que de verdad escaseaba en el universo no era la vida, sino la conciencia”.

El reemplazo del cuentista tiene aires de cuento clásico y cruel, y nos recuerda a narraciones como las de Sherezade e incluye reyes codiciosos y dragones. Las novias del cielo nos habla de un asentamiento espacial cuya misión que no salió muy bien y que deja a un grupo solo de mujeres en un planeta desconocido y sin la posibilidad de reproducirse para perpetuar la especie, pero quizás no por mucho tiempo. Caminar despierta nos lleva hasta un futuro en el que los niños son criados para que luego otros seres llegados del cielo utilicen sus cuerpos a modo de recambios, cuando el que usan ya no satisface sus necesidades. Otra de esas historias que te hace estremecer.

Encontraremos así mimo en el libro Hambre de piedra un relato que fue una prueba de concepto para lo que luego se convertiría en la fabulosa trilogía La Tierra Fragmentada (un cuento que pueden leer gratis en Fantífica). También hallaremos La ciudad que nació grandiosa, la historia que da nombre a la colección y que muestra cómo nacen las ciudades nacen. En este caso, específicamente el alma de Nueva York, rodeada de peligros y seres que la quieren destruir. Me encantaría hablarles también por ejemplo de Los evaluadores, El narcomante, Cielos de nubes draconianas, El motor de efluencia, La chica troyana, Henosis, Ayeres escasos, porvenires insuficientes… pero como me siga extendiendo no acabaré nunca, creo que es mejor que los descubran ustedes mismos.

“Los monstruos estaban entre nosotros. No hace falta salir al espacio para encontrarlos”.

La ciudad que nació grandiosa y otros relatos, de N. K. Jemisin, es una buena muestra del talento y la maestría de la autora para crear historias repletas de crítica social, ambientaciones maravillosas que nos llevan a través de la historia o a futuros lejanos, repletos de personajes atrayentes, diversos y complejos. Es una buena manera de descubrir a una de las voces más rompedoras e interesantes del género que se escribe en la actualidad. Mi recomendación es que se hagan con el libro y le den una oportunidad, puede que no todos los relatos les gusten en la misma medida, pero estoy segura de que entre las más de veinte ficciones cortas encontrarán muchas que les fascinarán y sorprenderán como a mí.
Enlace: https://inthenevernever.blog..

Estamos ante la colección de relatos que ganó el Premio Locus 2019 en su categoría. N. K. Jemisin es la gran acumuladora de premios estos últimos años, tanto en novela como en relatos. Aquí, entre otros, encontraremos el relato que fue la base para "La ciudad que nos unió" y que es prácticamente el prólogo de dicha novela.

Vamos a encontrar aquí relatos de muy diversa índole, todos dentro de la literatura especulativa, pero de diferentes "géneros", ciencia ficción, terror, fantasía, etc., y, dentro de cada género, también podemos encontrar algunas variantes. Con ello quiero decir, y así se demuestra, que la autora presenta y domina una gran versatilidad, ampliando las fronteras en sus escritos, no circunscribiéndose a un cierto tema que podría dominar y presentando variaciones en torno al mismo; en cierto sentido, nos puede recordar a las colecciones de relatos de George R. R. Martin en los que comentábamos algo parecido. Sí, aquí la autora nos puede presentar un puñado (pocos, la verdad) de relatos de ciencia ficción, pero totalmente diferentes, con argumentos y propuestas muy diversas; a la vez, puede ofrecernos otra tanda de relatos de fantasía, incluso fantasía oscura (otra muestra de su versatilidad, dentro de un mismo estilo), así como otros básicamente de terror.

Pero lo que sí está claramente presente podríamos decir que, en todos sus relatos, es su militancia feminista y antirracista (llegaron a decirle que una mujer, y negra, no podía escribir ciencia ficción). Como digo, estos son mensajes que están presentes en todo lo que he leído de ella, incluyendo sus propias introducciones, en las que lo comenta claramente. Por supuesto, esto podría, en cierto modo, llegar a entorpecer la obra en ciertos momentos si se hubiera hecho de manera forzada, el querer meter el "mensaje" sí o sí; pero Jemisin lo realiza de manera orgánica, con personajes bien retratados y con situaciones bien hiladas que, en forma más o menos clara, más o menos encubiertas, nos va dejando muestras de lo que la autora quiere mostrarnos.

Por otro lado, en la introducción ella misma nos relata, desde el comentario de su interés por la literatura de ficción y los cursillos a los que acudió, que algunos de sus relatos, además de tratar de cómo enfrentarse a las amenazas (sean como sean, y vengan de donde vengan), surgen como respuesta a algunos clásicos del género ("Amos de Títeres", "Los que se alejan de Omelas", etc). Con todos esos mimbres, consigue escribir una buena serie de relatos, así como de novelas, como su multitud de premios atestigua.

La selección de relatos está muy bien conseguida, adecuadamente estructurada, y la variedad de géneros (dentro de la literatura especulativa), así como en ocasiones de estilo, para adecuarse a dicha variedad, así como el oficio para hacernos partícipe de su ideario (antirracista, feminista, etc.), es un añadido más al conjunto de la obra que, lejos de "molestar", revaloriza la obra en su conjunto.

Si queréis leer una buena tanda de relatos de literatura especulativa, con mensaje, o queréis probar la literatura de N. K Jemisin pero no os atrevéis con sus novelas/trilogías, este es un muy buen libro para hacerlo.
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Es la primera obra de la autora con la que me adentro en sus mundos. Tiene historias fascinantes como la que da nombre al título. Cada historia muestra una imaginación desbordante y dibuja una personajes creíbles en muy pocas páginas. Prácticamente me han gustado todo los relatos aunque el que da título al libro y otro que tiene, según mi punto de vista relación con su saga de la quietud son mis favoritos

Una serie de relatos sin conexión entre ellos, he encontrado fantasía, ciencia ficción y distopias. Muchos temas, muchos escenarios y muchos personajes por lo que me resulta difícil encontrar un hilo conductor, aunque si tuviera que decir alguno seria el racismo, la marginación de los más desfavorecidos y la mujer en la sociedad.
Ha habido relatos que no he sabido lo que decían, no los he entendido, no me han gustado nada y otros me han encantado pero creo que han sido los menos. Me hace pensar que la fantasía y la ciencia ficción no son lo mío o no las entiendo bien, las distopias me gustan más.
Quizá sea porque según dice la propia autora estos relatos cortos le han servido para experimentar con tramas, estilos narrativos y personajes, para practicar para las novelas.


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