La leyenda de Sleepy Hollow

No tiene nada que ver con las adaptaciones visuales, y, aunque la historia original es más pausada y se centra en la historia de Ichabod, su vida en el pueblo y su cortejo a la joven Katrina, la he disfrutado mucho por la atmósfera oscura y el aire de leyenda que se palpa durante todo el relato.

Soy fan de la adaptación de Tim Burton de 1999 de este relato corto tan emblemático escrito por Irving Washington. Creo que es un cuento diferente y a su vez compatible con dicha película, ya que se inspira en el aspecto visual de la edición ilustrada y coge la historia como base para realizar un mayor desarrollo bastante distinto del original. El texto evoca muy bien el halo de misterio y le da un punto de ironía a unos personajes que tienden a apáticos por la crítica social que intenta abordar de fondo.

Un relato cargado de humor negro pero muy distinto a la famosa adaptación de Burton que creo que mejora exponencialmente al texto de Washington. Ichabod Crane es un maestro irónico y enamoradizo donde el espectro sin cabeza le atrae a la condenación. Un relato tétrico pero ligero, donde apenas hay terror pero sí es el típico que se mantiene en el tiempo para contar en las frías noches de invierno.

La leyenda de Sleepy Hollow es un relato corto que se lee sin darte cuenta. Una historia que te hace sonreír y te provoca un "terror" muy asumible, también con su dosis de romanticismo. Creo que es lo primero que leo del autor y me ha resultado muy entretenido.

Ichabod Crane es maestro en Sleepy Hollow y aspira a conseguir el amor de Katrina, hija de un acaudalado terrateniente. Tiene un rival que también pugna por el amor de Katrina, un grandullón llamado Brom Bones, con el que ha tenido algún encontronazo.

Cuando es invitado a una fiesta en el castillo del terrateniente, cree alcanzar el cielo, pero no sabe que le espera la condenación, pues en esos bosques encantados vaga sin descanso el "Jinete sin cabeza", un soldado al que una bala de cañón enemiga dejó sin cabeza en alguna batalla de la guerra de la independencia.

Ichabod tendrá un encuentro inesperado con ese fantasma que sigue vagando eternamente por los bosques, que cambiará su destino...

En la edición que he leído he podido disfrutar de unas clásicas ilustraciones de Arthur Rackman que evocan genialmente el encanto, misterio e ironía del relato.

¡Feliz lectura!

¿Quién no ha oído hablar del jinete sin cabeza? Ya sea por la película de Tim Burton, por las muchas referencias sobre ella que se han hecho en el arte o simplemente de oídas, lo cierto es que “La leyenda de Sleepy Hollow”, de Washington Irving, siempre se hace presente de una u otra forma en esta época.

Un relato corto, ameno y, a pesar de pertenecer al género del terror, bastante irónico y simpático. Una narración gótica un tanto diferente y bastante original desde mi punto de vista, que te lleva a conocer una región en la que las historias de
fantasmas están a la orden del día, y donde el peculiar Ichabod Crane va a parar como profesor.

Será de la mano de Ichabod que viajaremos a este lugar y seremos testigos de sus aventuras y desventuras a través de un relato bastante descriptivo, pausado pero muy interesante y bien ambientado.

Si os acercáis al relato con la adaptación cinematográfica en mente, encontraréis que esta última es más oscura, tétrica y terrorífica que la historia original, más burlona y agradable.

Un bocadito perfecto para la #spookyseason 👌🏻

Hoy os traigo un clásico para estas fechas que no sé como no lo había leído antes porque es superbreve y se lee en nada.

La leyenda de Sleepy Hollow o La leyenda del jinete sin cabeza es un relato corto de terror y romanticismo, escrito por Washington Irving en 1820.

Ichabod Crane es el maestro de Tarrytown, en Sleepy Hollow.
Bran Bones, un grandullón grosero, es su rival en el amor de Katrina van Tassel, hija única de un acaudalado terrateniente.
Ichabod es feliz cuando van Tassel le invita a una fiesta en su «castillo»… Pero tendrá que regresar por los " bosques encantados" por los que vaga el espectro del Jinete Sin Cabeza, "un soldado de caballería de Hesse decapitado por una bala de cañón en alguna batalla sin nombre de la Guerra de la Independencia" .
Poco más os digo porque si digo más lo digo todo y no es plan porque tenéis que leerlo.

Me ha gustado muchísimo.
Me ha gustado porque para ser tan breve ha descrito perfectamente el pueblo y sus alrededores, los habitantes y sus creencias absolutas sobre cualquier historia de fantasmas, leyendas tenebrosas y sucesos sobrenaturales y sobre todo Ichabod, que no me ha caído especialmente bien.
Me ha gustado porque no me ha dado miedo, más bien me ha parecido un relato con un punto de ironia y humor. Aunque si hay una pequeña parte que transmite tensión pero de la buena.
Me ha gustado porque está escrito que da gusto.

Me ha gustado muchísimo y os la recomiendo mucho. Y la edición... Preciosa, solo hay que deslizar para ver lo bonita que es.

Por cierto, vi la adaptación en otra vida y no sé si el tiempo ha nublado mis recuerdos pero me parece a mi que tenía poco que ver con el libro. Ya me diréis si os ha pasado lo mismo.

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🔎 ¿Qué vas a encontrar? 🔎
Triángulo amoroso
Una fiesta
Misterio
Muerte


💜 Opinión 💜
No me voy a esconder, llevo queriendo leer este libro desde hace mucho tiempo, porque adoro la película de Tim Burton... Pero no tiene nada que ver con ella; creo que es de las pocas veces que la película supera al libro.

Pese a ello, no quiero desmerecer este libro, porque está maravillosamente escrito.
Las descripciones y la construcción, en tan poquitas páginas como tiene el libro, de un personaje tan carismático como Ichabod, es para quitarse el sombrero.

Lo mejor, para mi, es la parte en que se narra la desesperación de Ichabod por huir del jinete sin cabeza, porque está cargada de tensión y de un terror tan único, que no necesita de descripciones gráficas y muy gores... Pero se pasa muy rápido, porque son las últimas hojas.

La edición es simple y llanamente maravillosa; en todas las páginas hay ilustraciones que te hacen disfrutar aún más de la lectura.

Así que resumiendo: me gustó, me pareció muy fácil de leer, y tiene ese toque siniestro que tanto me gusta... Pero me quedo con la película, en este caso.

La leyenda de Sleepy hollow
Washington Irving


Sleepy hollow es un valle conocido por sus historias de fantasmas , la del jinete sin cabeza es la principal.
Se dice que fue un soldado que en la guerra de independencia de los Estados Unidos pierde la cabeza con una bala de cañón y la busca, corre el año 1784.
Un profesor enamorado de una dulce joven esta invitado a su casa. Disfruta una velada y sale solo tarde de la noche.
Y nunca regresa.
Fue el jinete sin cabeza?
Existio realmente este espectro infame?
O solo fue una historia inventada para tapar algo realmente sospechoso.
Es una historia corta pero muy entretenida, una prosa ágil, facil de leer y donde la imaginación vuela.
Me encanta leer este tipo de relatos que aunque fue escrito en 1820 sigue vigente pues es un referente en la historia de la literatura universal.
Donde el horror y el amor son los protagonistas. Y el que gane es el lector pues enriquece su mundo de letras.

Pese a ser una gran consumidora de todas las reelaboraciones y reinterpretaciones que se han realizado en torno al relato de “La leyenda de Sleepy Hollow”, he de confesar que nunca había bebido directamente de la fuente original que debemos a la imaginación de Washington Irving. En cualquier caso, ha sido una delicia poder disfrutarlo a través de esta edición en tapa dura y con unas ilustraciones que recrean a la perfección la atmósfera que desarrolló el autor en 1820. Más allá de ese terror tan gráfico que posteriores creaciones basadas en el relato han optado por retratar, la historia nos trae esa ambientación romántica (en el más puro sentido decimonónico) cargada de misterio y también de un peculiar sentido del humor subyacente en toda la narración.

Nos situamos en 1784 en el pintoresco asentamiento estadounidense de origen holandés llamado Sleepy Hollow. El peculiar maestro de lugar, Ichabod Crane, comienza a cortejar a la joven Katrina van Tassel enfrentándose así a sus otros admiradores y en especial a Abraham van Brunt quien cuenta con un nutrido grupo de amigos que lo ayudarán a dejar fuera de juego al excéntrico profesor. En ello jugará un importante papel la famosa leyenda del lugar acerca del jinete hessiano que perdió la cabeza durante la Guerra de la Independencia de Estados Unidos, y también la sugestión y extrema superstición del propio Crane.

Me han maravillado las descripciones de Irving y la construcción, en tan pocas páginas, de al menos dos personajes tan carismáticos como lo son Ichabod Crane y su rival, van Brunt. Especialmente la descripción del profesor está cargada de un humor muy sutil que se detecta en todo el relato y que me ha sorprendido especialmente, siendo algo muy diferente a lo que esperaba encontrarme. En este sentido debo destacar que posiblemente la adaptación más fiel a la pantalla haya sido la que realizara Disney en 1949 con un cortometraje de animación verdaderamente inquietante pero que captaba muy bien el relato original. Por supuesto la parte en que se narra la cabalgada desesperada de Crane para huir del jinete sin cabeza está cargada de tensión y de un terror genuino que no requiere de descripciones especialmente cruentas o gráficas.

Por otra parte, ese final un tanto abierto (que bajo mi punto de vista no lo es tanto y considero que el autor en todo momento con ese sentido del humor nos hace partícipes de cómo quería terminar su relato) ha sido muy bien recibido por lo que a mí respecta ofreciendo un punto verdaderamente original dentro de la atmósfera de intriga que rodea esta ficticia población de Nueva York. Hay que reconocer que no es una historia larga y con un gran desarrollo, pero es un gran mérito que un relato tan breve con una leyenda que se menciona en muy pocas líneas haya dado lugar a un personaje tan recurrente en el imaginario popular y que haya sido revisitado en tantas versiones. Incluso con esa incertidumbre final que parece dejar Irving, ha conseguido apelar, no solo a la fascinación del buen maestro, sino a la de tantísimas personas que, como la que escribe, han recibido la visita del terrorífico jinete en el inconsciente más sugestionable.

Entre sombríos bosques y campos cubiertos de niebla, se encuentra la inquietante y misteriosa aldea de Sleepy Hollow. Aquí, Washington Irving teje con maestría las hebras de la superstición y la fantasía para dar vida a su obra maestra: La Leyenda de Sleepy Hollow. Un clásico literario que, como el jinete sin cabeza, sigue cabalgando en la noche de la literatura, persiguiendo los corazones de quienes se atreven a adentrarse en su leyenda.
La trama gira en torno al personaje de Ichabod Crane, un maestro de escuela sin casa propia, con una imaginación vivaz y un apetito insaciable. Pero es su encuentro con la misteriosa figura del jinete sin cabeza, un espectro vestido con ropas coloniales y montando un corcel negro lo que da vida a la narrativa. Este personaje encarna el terror ancestral, el miedo a lo desconocido. Irving nos recuerda la fragilidad de la razón humana frente a lo inexplicable.
Las profusas descripciones de los paisajes invernales y las noches brumosas pintan un escenario tan vívido que el lector siente el frío en sus huesos. El autor juega con la dualidad entre lo real y lo imaginario, lo tangible y lo espectral, creando una atmósfera que oscila entre el terror y la belleza.
Esta pequeña joya literaria de poco más de setenta páginas incluye ilustraciones que complementan y enriquecen la experiencia de lectura, añadiendo una dimensión visual que acentúa la atmósfera gótica y amplía la apreciación de este clásico, ayudando a los lectores a sumergirse en el mundo misterioso y sobrenatural creado por Washington Irving. Es una forma bonita de redescubrir una historia atemporal que cobra vida, como un sueño febril en medio de la noche fría, y sigue cautivando con la magia y el misterio de Sleepy Hollow.

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Me encanta Irving. Es uno de esos autores que tiene el don de saber escribir (porque no todos los escritores lo tienen, independientemente de si lo hacen bien o no). Irving es capaz de contarte en pocas páginas todo un relato de terror, en frases que son largas y que curiosamente no cansan (al igual que Dickens), y dejarte con buen sabor de boca, con ganas de más.

Aparte de eso, de la obviedad de que La leyenda de Sleepy Hollow forma parte de la literatura de todos, me apunté a este libro porque Irving marcó parte de mi infancia con su libro Cuentos de la Alhambra, por supuesto, de la mano de mi padre, que fue el que me lo puso por delante. Así que ha sido muy especial haber conseguido este libro (gracias, Masa Crítica).

Una historia envolvente, muy bien escrita y con unas ilustraciones bonitas. Perfecto para Halloween y, como no, para mi colección.