La devoción del sospechoso X

¡Cuidado! Cuando empiezas este libro corres el peligro de acabártelo en unas horas. Sin ser yo de Murakami ni otros escritores asiáticos, me he animado con este gracias a una recomendación: me ha cautivado por completo y me ha tenido toda la tarde del domingo pegada al ebook.

Es un libro donde conoces el asesino, la víctima y cómo lo ha hecho ya en los primeros capítulos y para que no penséis que miento, esta es la sinopsis: Yasuko Hanaoka, madre soltera y divorciada, pensaba que por fin se había librado de su ex marido. Pero cuando éste aparece un día ante su puerta, en un complejo de apartamentos en Tokio, la escena se complica y el ex marido acaba muerto en su casa. Madre e hija lo han estrangulado. de pronto, Ishigami, el enigmático vecino de la puerta de al lado, se ofrece a ayudarles a deshacerse del cadáver y buscar la coartada perfecta. (…)

Así que sí, este es un libro sobre coartadas perfectas, mentiras, detectives, matemáticos y físicos: “¿Qué es más difícil, elaborar un problema que la gente sea incapaz de resolver o resolverlo?”

Por poner un pero, a medida que voy leyendo no me acostumbro a los nombres asiáticos: tengo que pararme a pensar quien era Ishigami, Yukawa, Yasuko … pero esto ya es mea culpa porque en los mangas me pasa lo mismo - espero que algún día acabe por habituarme.

En resumen: trama ágil, pocas descripciones y un lenguaje sencillo. No te mete de lleno en la sociedad japonesa pero te das cuenta de ciertos comportamientos en los que si que denotas las diferencias entre distintas sociedades. Se agradece que no se necesiten los dos primeros libros de la serie para enterarte de la trama, ya que al Profesor Galileo se le conoce perfectamente en este libro (creo que el siguiente en español es La salvación de una santa, que queda marcadísimo para leer).

Keigo Higashino (Osaka, Japón, 1958) es un autor japonés que empezó a escribir desde muy joven y que ha obtenido numerosos premios en su país. Sus novelas de misterio le han dado mucha popularidad y algunas de ellas incluso han sido llevadas a la televisión y al cine.

"La devoción del sospechoso X", escrita en 2005, narra la investigación del detective Shunpei Kusanagi, que indaga acerca del asesinato de Shinji Togashi, un hombre violento con su mujer, vecina esta a su vez de un profesor de matemáticas bastante peculiar y rarito.

Higashino estructura una gran novela policiaca según los cánones del género en la que se destaca la importancia de actitudes y sentimientos como la culpa, la inocencia o el miedo constante a ser descubierto.

La novela está cargada de tensión e intriga hasta el final y es la típica que estás deseando tener un rato libre para ponerte con ella.

Los personajes están muy bien perfilados en toda su complejidad y resultan convincentes en una trama poco convencional por original y excelentemente construida a partir de todos los ingredientes del género. No corre la misma suerte su versión cinematográfica, bastante mediocre y que no le hace en modo alguno justicia al libro.

¿Es más difícil encontrar al asesino mediante las pistas dejadas, o encontrar dichas pistas sabiendo quién es el asesino?

Con este libro tengo sentimientos encontrados.
Lo comencé en su momento y me pareció lento, que le faltaba algo. En ese momento no me di cuenta que era de cocción lenta, pero iba bien encaminado. Sin prisa pero sin pausa.
Por suerte le di una segunda oportunidad. de nuevo se me hizo pesado al principio (y si cierto personajillo no te deja, más aún 😅), pero tenía curiosidad porque no podia ser tan simple.
Al principio parece que, ya sabiendo quién es el asesino, simplemente los personajes sobreviven mediante engaños y llevando una vida apacible. Pero poco a poco fui enganchandome más y fue culpa de otro personaje, Yukawa. O como se le conoce en esta saga, Galileo (sí, es una saga pero aquí hicieron lo que les salió de los 🥚🥚). Yukawa es profesor de física y con su agudeza e ingenio se va acercando más.
Pero el punto más fuerte es el giro que da la trama y que no vi venir por ninguna parte.
Los personajes están bien construidos y son complejos, dentro de la simpleza en la que se esconden y realmente al libro no le sobra nada.
Así que si os gustan los thrillers psicológicos y los buenos giros, dadle la oportunidad.

Y no, no hace falta haber leído los anteriores. Este es el tercero y sin problema alguno.

Soy muy reacia a leer literatura japonesa ya que no suelo conectar con su manera de ver las cosas...es un choque cultural demasiado fuerte para mí. Pero una amiga me recomendó una y mil veces uno de sus libros favoritos, que es este que he leído y la verdad, me ha gustado mucho más de lo que en un principio parecía.
Al comienzo me descoloca y voy arrugando la nariz con la situación, me aburría un poco. Pero de repente...¡zas! Pega un cambio y todo va cogiendo velocidad y tensión hasta que... hasta que llegamos al final y te deja pensando en qué novela más diferente has leído y que sin querer te la has metido entre pecho y espalda en un solo día. Eso parece una buena señal para recomendar el libro ¿No?

Saber de antemano quien es el culpable de esta novela no le resta emoción, lo que da una idea de lo bien escrita que está. Resulta fascinante porque comienza con un "supuesto" final, mientras poco a poco, página a página el autor nos lleva con su narración, sin restar intensidad, a descubrir como el honor mancillado lleva a una persona al fascinante desenlace.
En realidad es una partida de ajedrez donde el movimiento de las piezas por parte de los dos protagonistas (Ishigami y Yukawa) lleva, como en una matrioska, a descubrir una trama dentro de otra, hasta el punto de despistar al lector.
¿El argumento? Una madre soltera y divorciada, Yasuko Hanaoka, recibe la visita de su ex marido a quien acaba matando con la ayuda de su hija. Ishigami, su excéntrico vecino, enamorado de ella en secreto, se ofrece a ayudarles a deshacerse del cadáver y buscar la coartada perfecta, lo que Yasuko, desesperada, acepta. Sin embargo esto no impide que una vez descubierto el cuerpo sea la principal sospechosa. Pero el detective Kusanagi, encargado del caso sabe que hay algo que no encaja y decide consultar al doctor Yukawa, un físico de la Universidad de Tokio que suele colaborar con la policía. Éste estudió en el pasado con Ishigami, y al reencontrarse con el intuye que Ishigami tiene algo que ver en el asesinato. Fascinante, no digo más.