Los cuatro vientos

Como sabemos, hay lecciones que aprender de la historia. Espero derivar de las dificultades enfrentadas antes. Hemos pasado por malos tiempos antes y sobrevivimos, incluso prosperamos. La historia nos ha demostrado la fuerza y ​​la durabilidad del espíritu humano. Al final, es nuestro idealismo, nuestro coraje y nuestro compromiso mutuo, lo que tenemos en común, lo que nos salvará.

Los tiempos difíciles no duran para siempre. Pero la tierra y la familia sí.

—Lo que yo quiera no le importa a nadie. Ni siquiera a mí.
Elsa se secó las lágrimas, avergonzada por la vulnerabilidad que había demostrado.
—No es signo de debilidad, ¿sabes? Sentir intensamente, querer cosas. Necesitar.

La pobreza te destruía el alma. Era una cueva que se cerraba a tu alrededor con un único resquicio de luz que menguaba al final de cada día, idéntico al anterior.

Las personas que te quieren no te abandonan.

Los tiempos difíciles no duran para siempre. Pero la tierra y la familia sí.

Una gran historia que emociona y rinde homenaje a muchas mujeres que en absoluta soledad han dejado todo, hasta sus vidas, por el bienestar de dos hijos en tiempos de la gran depresión.
Mujeres que pelearon ante las desigualdades y la explotación laboral.

El amor es lo que permanece cuando todo lo demás ha desaparecido.

Las cosas que te dicen tus padres y las cosas que tu marido no te dice acaban convirtiéndose en tu espejo. Te ves como te ven ellos, y, por muy lejos que vayas, siempre llevas el espejo contigo.

El valor es vencer al miedo