El curioso incidente del perro a medianoche

Christopher tiene quince años, y una mente diferente a la de los otros chicos de su edad. Sabe de memoria los números primos hasta el 7507, conoce todos los países del mundo y sus capitales, sabe por qué la vía láctea se ve como una línea, o por qué de noche estamos a oscuras a pesar de haber tantas estrellas en el cielo, pero tiene dificultad con otras cosas. Por ejemplo, no le gusta hablar con desconocidos, ni que otras personas le toquen. le incomoda que le miren fijamente, o que los estados de ánimo de otras personas sean tan complejos. Un perro, por ejemplo, solo puede estar alegre, triste, enfadado o concentrado. Además, los perros son fieles y no dicen mentiras porque no hablan, así que a Christopher le gustan. Por eso, cuando encuentra al perro de su vecina asesinado en el jardín de su casa, decide investigarlo como hacen los personajes de sus novelas favoritas; las policíacas.

A medida que avanza el libro, el protagonista nos va acercando a su entorno; habla de sí mismo, de su familia, sus vecinos, sus profesores... relegando la investigación del asesinato a un segundo plano cuando otros acontecimientos adquieren mayor importancia en su vida. A través de un lenguaje sencillo y fluido, el autor nos acerca al protagonista, un chico con síndrome de Asperger, y nos ayuda a comprenderlo. Christopher es, sin duda, diferente; pero esa diferencia no debe ser una realidad ajena ante la que podamos cerrar los ojos.

Bien escrito, muy rápido de leer, cuenta con algún giro interesante. Entretenido en definitiva, lo más curioso la vision del mundo del protagonista.

Lo que diferencia y hace única a esta novela es la manera en que logra recrear el mundo a través de la perspectiva de un niño con síndrome de Asperger, haciendo que el lector empatice y comprenda mejor este trastorno. La mente lógica y analítica de Christopher se bloquea cuando, por ejemplo, está en un entorno desconocido o nuevo, porque es capaz de recibir todos los estímulos informativos, lo que satura y ralentiza sus capacidades cognitivas. ¿Sabías que esto puede pasarle a un persona con síndrome de Asperger? Porque yo no tenía ni idea y gracias a “El curioso incidente del perro a medianoche” ahora comprendo mejor los problemas asociados a este trastorno, puesto que el joven Christopher me ha hecho ponerme en su piel y casi experimentar sus sensaciones.
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No sé como más alabar, adorar y recomendar este libro. Una narración maravillosa, unos personajes adorables y creíbles, un héroe poco común que enternece y abre la puerta al mundo del autismo y Asperger, una historia que tiene suspenso, humor, drama... Me arriesgaría a decir que es casi perfecto. Lo volvería a leer con el mayor de los gustos, de hecho pienso mucho en esta historia cuando veo el auge que han tenido historias de personas con discapacidad física o mental... Antes que se pusiera "de moda", Mark Haddon ya había contado su propio cuento con el adorable Christopher y su cruzada por saber quién mató al perro del vecino.

Es un libro diferente a lo que he leído, en él nos vemos sumergidos en la vida de un joven que, aunque no se dice (o al menos yo no lo encontré), la enfermedad que padece, van ligados con el transtorno autista, lo digo por las acciones que realiza Christopher, el protagonista, que es demasiado inteligente, pero en ocasiones me parecía muy arrogante, aunque después recordaba lo que padecía.
La vida con cualquier enfermedad causa un gran daño en cierta manera, tanto para el que la padece como para las personas que deben cuidar de ella, muchas de las veces, esas personas se dan por vencidas y declinan en la ayuda que les deben brindar, pero en cambio hay otras que son muy "fuertes" y tratan a toda costa de que el paciente esté bien, como en el caso del padre de Chris, un personaje con el cual me encariñé por los cuidados que le da al joven, aunque también no siempre es todo felicidad, porque por más fuertes que sean, pueden decaer.

La idea de que el joven adolescente escribió ese libro se me hizo muy buena, además de que incluye imágenes y datos interesantes y problemas matemáticos (que por cierto tenía que releerlos para entenderlos bien), fue como muy interactivo.

Finalmente con este libro entiendo cómo es que ven el mundo las personas con trastornos como éste, llevándome a tenerles mucho más respeto.

Una historia de suspenso / policial narrada desde el punto de vista de un niño fuera de lo común. Desde el comienzo uno nota que el narrador es poco convencional. Luego descubre porque. Muy original y bien lograda. Se lee rapidísimo. Califica para los libros que den pueden leer de un tirón.

Libro entretenido y muy rápido de leer. Te enseña a mirar desde la perspectiva de un niño autista y a generar más empatía hacia esas situaciones que a estas personas se le escapan de control. Más que el espectro en sí, el libro te acerca a la vida de los padres y cómo tienen qué llevar sus vidas en torno a este problema, lo cual es totalmente admirable. Por otro lado, el argumento del libro es algo plano y debido a la falta de empatía o sentimientos del protagonista, no llegas a conectar con él, sólo con la gente de alrededor que igualmente se ve afectada por este espectro.

la verdad es que la leer la sinopsis del libro esperaba de él otra cosa. No me llegó a gustar del todo, considero que está bien escrito y que describe bien las sensaciones que tiene el protagonista y te acerca a lo que pueda vivir desde su punto de vista pero no es lo que esperaba. Sí que diré que explica de algún modo la importancia de la verdad y el dolor que supone la mentira.

En El curioso incidente del perro a medianoche nos encontramos con la historia de un chaval autista de quince años. Haddon, el autor, nos relatará, a través de la voz del propio Christopher -que así se llama nuestro prota-, la investigación que llevará a cabo para descubrir al asesino del perro de su vecina. Me recordó a Las ventajas de ser un marginado –me lo leí unas semanas antes-, por el tono juvenil con un misterio y un personaje principal con problemas para sociabilizar, aunque de forma muy distinta, obviamente. Además, ambos utilizan un diario y/o notas para expresarse y contarnos qué es de su vida. También coinciden en que me los leí del tirón, pues son interesantes y fáciles de seguir. Los disfrutaréis mucho...
Más en el enlace.
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ESTE LIBRO CONTIENE SPOILERS (MUY DETALLADOS) DE:
» El sabueso de los Baskerville – Sir Arthur Conan Doyle
en el capítulo 107

Tanto la idea de la historia como la forma de organizarla son originales: además de tener como protagonista y narrador a un adolescente con Aspergers, los capítulos no están marcados con la numeración tradicional sino con números primos. Así que el capítulo "1" en realidad se llama "2" y así sucesivamente.

No se por qué en algún punto mi cerebro se desconectó y durante gran parte del libro creí que Christopher, el protagonista, era un niño de 8 o 9 años. La forma de hablar, pensar y redactar ciertamente lo parece, así que asumo que las personas con Aspergers tienen otra velocidad de maduración.
A Christopher le cuesta mucho entender las emociones humanas. Él mismo tiene emociones muy específicas, básicas casi. No tiene imaginación y sus impulsos son diferentes y vistos como anormales por los demás. También entiende sólo las frases literales, por lo que hay muchas expresiones que a él no le dicen absolutamente nada. Ni hablemos de la ironía.
Hay ciertos momentos que te hacen oscilar entre la sonrisa y la pena, porque si bien él lo cuenta de una forma que resulta simpática, realmente es triste.
Hubo un fragmento que me gustó mucho, por lo bien mostrada que está la mente del protagonista: «Me tapé las orejas con las manos y cerré los ojos y rodé hasta quedar encogido y con la frente pegada a la hierba. La hierba estaba mojada y fría. Era agradable».

Lo que no comprendo realmente es por qué se promociona a este libro en el género misterio. Esta historia no es de misterio. Lo cierto es que el "caso" del asesinato de Wellington (perro) ocupa un lugar pequeñísimo en la historia, se resuelve rápido y de forma muy predecible, y luego continúa mirando la vida de Christopher. O mejor dicho, su mente. Historia en sí no hay mucha.

No hay que buscar un gran argumento porque no lo hay. Lo interesante es la mente del protagonista y sólo eso. El único problema es que pasada la mitad del libro para mí comenzó a ponerse repetitivo y por momentos hasta monótono. Si hubiese sido una historia más breve creo que hasta hubiera funcionado mejor.
El efecto de tocarte el corazón ocurre muy pronto en el comienzo de la historia, y al ver tantas repeticiones del mismo tema y tantos comentarios intercalados (y listas, oh por favor, cuántas listas) ese efecto de compasión se pierde un poco, quizás en parte porque muchas frases están escritas como pensamientos, y como tales carecen de signos de puntuación y están redactados -intencionalmente- de forma cuestionable.
También hay una llamativa cantidad de menciones a temas fecales.

Hubo sólo dos personajes con los que sentí algo de afinidad, sinceramente: la vecina amable y Siobhan, una de sus maestras. La gente en general es muy desagradable (claro que esto está siempre visto desde los ojos de Christopher) y sus padres me parecieron simplemente horribles (aunque el papá al principio me gustaba).
El mismo Christopher es un personaje que en principio me resultó fácil de querer, pero acercándome al final del libro, por alguna razón ya no lo tuve en tan alta estima.
Me resultó curioso que tiene una beta bastante violenta a la que nadie parece prestarle mayor atención. Es más, me gustaría que alguien me explique quién decidió que era una buena idea darle una navaja del ejército suizo, porque él mismo comenta muchas veces que tiene el impulso de golpear y cortar a las personas (incluso a miembros de su propia familia).

Es un libro bueno de todos modos. Lo recomendaría para las mentes matemáticas/científicas. Christopher en su narración se va por las ramas con mucha frecuencia, y hay además de muchos dibujitos intercalados, una enorme cantidad de explicaciones matemáticas y científicas: los temas que más le interesan al protagonista.
No lo recomendaría tanto para quienes son más religiosos, ya que Christopher no cree en absolutamente nada que no pueda comprobar científicamente, y los comentarios hiper ateos que realiza le pueden chocar a muchos.

Esta es una historia diferente, con un protagonista diferente. Vale la pena leerlo, aunque sólo sea por curiosidad. La mente de Christopher está muy bien lograda y nos hace entrar en un cerebro completamente diferente a lo que se suele ver en las novelas. Personalmente, creo que suma muchos puntos por originalidad.

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