La librería del señor Livingstone

El mundo era gris y solo si se aprendía a mirar se volvía uno capaz de percibir algún retazo de colores brillantes. Había empezado a comprender que la felicidad surge de los brotes más pequeños e inesperados. Y se preguntaba si era posible que todas las cosas buenas de la vida cupiesen en una librería.

El hogar es el lugar donde guardamos los libros.

Es una verdad universalmente reconocida que toda historia de amor que valga la pena empieza con una invitación a tomar el té.

Existen besos capaces de detener el mundo. Paralizan el aire alrededor, congelan el tiempo y dejan en suspenso el pensamiento.

Todos los seres humanos necesitan alguna vez creer en la bondad en sus destinos.

El hogar es el lugar donde guardamos los libros.

El mundo sería un lugar mejor si no nos avergonzáramos de tener días entrañables.

Había empezado a comprender que la felicidad surge de los brotes más pequeños e inesperados.

El mundo era gris y solo si se aprendía a mirar se volvía uno capaz de percibir algún retazo de colores brillantes.

–¿Por qué tientas a la suerte?
–Porque la fortuna solo sonríe a los valientes.