La librería del señor Livingstone

Y es en esa rutina, en esos gestos cotidianos, donde deberías buscar la felicidad.

La vida era mucho más que una carrera profesional.

No sé demasiado de libros, excepto que me gustan.

Los libros no son nuestro negocio, son nuestra vida.

El señor Livingston entendía mejor a los libros que a los seres humanos.

No encuentro mi lugar en el mundo, como si fuese un astronauta perdido en el universo con muchas ganas de volver a casa.

Ser valiente es no rendirte, seguir adelante aunque estés muerto de miedo.

Somos nuestro pasado. Pero también somos el compendio de un millón de aportaciones del otro, porque nadie es impermeable; y que todos esos pequeños añadidos constituyan una galaxia de buenas y enriquecedoras intenciones depende de quién nos acompañe en el camino.

El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma

Solo cuando sales de casa tomas consciencia de que has nacido en el lado amable del planeta.