Lecciones de química

Hacía tiempo que no me reía tanto con un libro, y lo curioso es que el tema que trata no es divertido: la desigualdad de género. Pero la autora ha sabido tratarlo de una forma mordaz e irónica, divertida a pesar de que en muchos momentos es indignante, con historia de amor incluida, dolor, malentendidos… y lucha, mucha lucha. Como resultado, tenemos una novela entretenida, instructiva y adictiva.

Esta historia nos lleva hacia el pasado, concretamente a los años 1950/1960. Elisabeth Zott es una mujer inconformista con la época que le toca vivir. Ella es científica, madre soltera, y no está dispuesta a asumir los roles que la sociedad le marca ni para ella ni para su hija. Esto le supondrá enfrentarse continuamente con el mundo, con el desgaste y los disgustos que esto conlleva. Y no siempre podrá salirse con la suya, el patriarcado está demasiado arraigado en la sociedad, tanto en hombres como en mujeres, y hasta ella es consciente de que hay momentos en los que no merece la pena perder más energías en luchar.

¿Por qué ha tenido tanto éxito este libro? Estamos en el año 2023 y la historia nos lleva a los años 50/60. Teóricamente nuestros tiempos nada tienen que ver con aquellos. Me gustaría leer una opinión de una persona joven que dijese “estos hechos están obsoletos”, pero sinceramente dudo que lo diga. Yo me he identificado con muchas de las situaciones que sufre nuestra protagonista, lo que me lleva a pensar que igual las cosas no han cambiado tanto como pensamos. Yo nací al principio de los años 60, crecí y me educaron en esa época, y me resulta todo muy familiar.

Hay un tema de los que se tratan en este libro que es especialmente escabroso e indignante: el acoso en el mundo laboral, las violaciones, tener que callar y aguantar porque sabes que si denuncias no vas a ser la víctima. ¿Les suena? ¿Creen de verdad que esto ya no es así? Porque todavía hay que ser muy valiente para denunciar, la mujer que lo hace sabe que le espera vivir un verdadero calvario.

Y hablando de calvarios… importante también el papel de la Iglesia en esta historia, que por cierto muy bien parada no sale.

Recomiendo esta novela, y será muy interesante leer las distintas opiniones. Yo me he reído, pero también me ha indignado mucho, ha sacado la rabia que llevo dentro, me ha traído a la mente situaciones vividas y comentarios que he oído (y oigo) desde hace muchos años. Comentarios que no se dicen con maldad, pero duelen. Tan arraigados tenemos todos estos patrones que muchas veces no somos conscientes de que los estamos perpetuando.

Excelente lectura. Sí eres sensible a temas RADICALES, aléjate de mi opinión.

Se remonta a los años 50 y el papel ninguneado que tenía la mujer. "Esposa", "ama de casa", "madre" eran calificativos suficientes para cumplir. ¿Qué sucede cuando una mujer se revela contra todo eso? ¡La respuesta es este libro! Que gozada ha sido para mi. La protagonista Elizabeth cumple con condiciones que adoro en una chica: osada, instruida, inteligente, rebelde, suficiente, directa, fuerte. Une todos esos ingredientes con un humor mordaz y sale la crítica bien construida que es este libro.

"Elevar a los hombres a una condición superior a las mujeres, no es un imperativo biológico, sino cultural y arrancó con dos palabras: rosa y azul"
Morí. Viví muriendo con frases de ese libro, con rosa y azul comienza todo, jajajaja, cierto. El 80% de las mujeres asumieron el rosita como su color, jajajaja (quienes me conocen saben que lo aborrezco) y es heredado, es cultural y lo sabemos, jajjajjja. Viste a tu niña de azul POR FAVOR. jajajajajajaj.

Critica el machismo, el patriarcado como expresión de la sociedad. Critica como la sociedad ha renegado a las mujeres que hacen uso del cerebro. Fuerte crítica a la hipocresía de las religiones, esa escena (SPOILER PERDÓN) en que el cura le dice un secreto a la niña: "no creo en Dios". ¡Morí! Poner en palabras del cura semejante revelación fue un AS que sacó la escritora para hacerlo así de tajante, de extremo. Un hombre que siendo párroco estaba asqueado del uso de la "palabra que no se puede contradecir" para dominio del hombre sobre el hombre. Para dirigir la sociedad como vacuno.

"No puedes ir por ahí anunciando una y otra vez que el fin está cerca y que luego nunca llegue"

Esta de abajo es TREMENDA. En la "conveniencia" se sienta la creencia:

"Creer en dios era tan necesario como cepillarse los dientes. La gente decente cree en Dios, incluso la indecente como su marido. A Dios se debía que siguieran casados. Dios era amigo de cruces y se aseguraba que todo el mundo cargaba con una".
Oh..la, la! Esta escritora es bien directa, jajaja. Pero ahí expone: Harriet vive con un cretino, pero cree en dios. Está asqueada de un hombre tan vil, pero el matrimonio es gracias a dios. O sea, lleva tu cruz sin protestar COMO DEBE SER. Clara denuncia de la infelicidad a que mucha gente es sometida. Preferimos la hipocresía de las apariencias que la sinceridad de enfrentar una certeza tan dura como que tu marido es un asqueroso.

Amé cada detalle del personaje, alejada de estereotipos, defendiendo su papel como científica con fortaleza, desinteresada en obtener un lugar como "buena esposa" "buena ama de casa", certera en comunicar a las mujeres de su tiempo que se levantaran, que buscaran SER, cero interés con "el que dirán", cierta y directa, tanto que el humor se presenta en todo el libro en esas escenas donde sin ser simpática, más bien siendo ruda, son una pasada que me hizo reír mucho.
Ajena a la hipocresía, a la moda, a la "tontería!. Elizabeth! Eres mi personaje del año! Apple TV hizo la serie, la veré, espero me complazca tanto como la lectura.

Dejo frases que revelan por sí sola lo que encontrarás en este libro:
"Somos víctimas de sistemas educativos mediocres"
"Muchas mujeres transmitían esas ideas a sus hijas, ¿Qué demonios les pasa a esas mujeres? ¿Porque se tragan todos esos estereotipos culturales?"
"Preguntó si podrían ofrecer un ejemplo de alguna colisión efectiva, de algo carente de energía, que nunca cambiara, y que aún así produjera un efecto importante. Evan se inclinó y contestó: la religión"

Este libro es el mazo en manos del juez. Ese golpe contundente que te hace hacer silencio, reflexionar, y respetar.

¿Habéis tenido alguna vez a sensación al ver un libro de que se tenía que venir a casa? Así sin saber apenas nada de él.
Eso me pasó con Lecciones de Química. Con la portada y las dos primeras líneas de la sinopsis supe que lo quería, que se colaría entre mi millón de pendientes y que lo amaría sin resquicios.

Podría haberme equivocado… pero no ha sido así.

¡Qué pedazo de historia! ¡Qué pedazo de personaje! Es que hasta ha desbancado a Eleanor Oliphant como mejor personaje de este año. Elisabeth es mucha Elisabeth. Una mujer nacida en una época en que las mujeres pintábamos menos que la señora del Ecce Homo.

Este libro me parece una oda a las mujeres que rompieron barreras, que lucharon por darnos voz, y también a las que no pudieron, a las que mediante una férrea disciplina y educación las grabaron a fuego cuál era su papel del que no debían salirse.

Toda la trama gira en torno a Elisabeth Zott una química a la que constantemente le recuerdan que ella no tiene derecho a titularse así. Una mujer que pasará por situaciones durísimas, de esas que generan indignación y rabia en cualquiera que lo lea. Su sueño es investigar la abiogénesis (origen de la vida) pero según el mundo en el que vive, la investigación científica solo puede quedar en manos de unos pocos “agraciados” con un cromosoma Y.

Es un libro narrado en toque de humor que incluso en situaciones abominables consigue esbozar la sonrisa del lector. Como ya os imaginaréis está plagado de crítica social no exenta de actualidad. Además de las diferencias de género y roles, vamos a encontrar qué se escondía detrás de esa educación sexista, qué han tenido que dar muchas mujeres como normal y cómo muchas se quedaron en el camino ante una lucha diaria contra una pared.
Pero no penséis que se condena al género masculino a diestro y siniestro. Elisabeth a lo largo de su complicada vida encontrará hombres que piensan más allá de lo que la sociedad les imponen, para los que lo importante no es si quien lo hace lleva pintalabios o viste pantalones sino el resultado.

Lo que más me ha gustado es ese reconocimiento a esas madres a las que se ninguneaba por trabajar en casa, esas madres que tenían todo dispuesto y se mataban 24 horas al día para ser las madres y mujeres perfectas sin tiempo apenas ni para pensar. Por que señores y señoras no se si se han dado cuenta de lo que es tener un trabajo 24x7 pero eso es lo que es un ama de casa media, disponible para todos y para todo. El programa de cocina de Elizsabeth, provoca una revolución en esas madres sin las que el mundo difícilmente giraría, les renueva las esperanzas y hace a muchas salir del caparazón en el que las metieron casi al nacer.

Aparte de esta crítica social, tendremos también alusiones a la gestión por parte de la iglesia de algunos temas, la manipulación de los medios, la importancia de las escuelas en la creación de los estereotipos y diferencias de género en nuestros niños y la necesidad de aportar valor a las diferentes capacidades que se pueden encontrar en las aulas.

No quiero terminar esta reseña sin destacar lo entrañables que son la mayoría de los personajes, Elisabeth, Calvin, Mad, Harriet, Walter, el Dr.Mason y muchos otros. Mención especial a Seisymedia que hará las delicias del lector y se hará un hueco en el corazón.

Sin duda un libro fantástico que he disfrutado muchísimo. Estoy deseando ver qué tal ha quedado la adaptación a serie.

Empecé a leer este libro pensando que lo abandonaría a las pocas páginas, pero lo empecé por las buenas críticas que estaba recibiendo y por curiosidad. Qué equivocada estaba, me ha encantado.

Una novela totalmente atrapante, con unos personajes entrañables y carismáticos que se quedan en tu corazón para siempre. Con grandes dosis de machismo y misoginia, abusos y humillaciones. Mucha crítica social. Un gritó feminista. Rivalidad y sororidad entre mujeres. Y todo eso envuelto en toques de humor e ironía que convierten esta dura historia en una novela inteligente, divertida y original.

Nos encontramos en California a finales de los años 50, inicios de los 60. Elizabeth Zott es química y trabaja en una empresa de investigación. Una mujer en el mundo científico propiedad de los hombres. No se lo pondrán fácil. Su talento será silenciado y saboteado, pero su carácter fuerte y tenaz la llevará a luchar por sus sueños.

La relación entre la protagonista y Calvin Evans, nominado al Premio Nobel, de mente brillante pero de carácter huraño y solitario, nos tocará el corazón.

Pero la vida al igual que la ciencia no siempre son previsibles y así es como Elizabeth acabará siendo madre soltera y presentadora de un exitoso programa televisivo de cocina.

Su hija Mad no nos dejará indiferentes. Una niña difícil en sus primeros años y avanzada a su edad después. Pero el que se llevará buenas dosis de protagonismo será Seisymedia, una mascota llena de humanidad y amor incondicional.

Una lectura ideal para hacer entre libros más densos, que con toques de humor nos sacará unas risas a pesar de la dureza de lo que nos cuenta. Con una prosa adictiva será capaz de hacernos pasar de la sonrisa a la lagrimita fácilmente, y de la indignación y la frustración al orgullo por una mujer empoderada en una época muy complicada.
Una primera novela de una autora que no podemos perder de vista. Muy recomendado! Os va a encantar!

Una crítica abierta a la condición de la mujer en los años 50-60, la falta de reconocimiento de su papel profesional y la estereotipación que se hace de ellas. Las mujeres tenían un acceso muy limitado a la educación profesional, su papel seguía siendo ante la sociedad el de ama de casa, esposa y amante, nada más. Quienes detectaban dotes y potencial cognitivo en ellas, se sentían con poder para usurpar sus logros y/o aprovecharse sexualmente de ellas “a cambio” de reconocimiento.

Todo esto nos lo presenta la autora en la historia de Elizabeth Zott, una joven química muy talentosa y hermosa, que tropieza una y otra vez con hombres que la desvaloran y solo se sirven de ella según les conviene. Hasta que aparece Calvin Evans, otro excelente científico que, a pesar de su retraimiento y problemas personales, logra ver en Elizabeth a la gran mujer que es, hace lo posible por respaldarla y apoyarla. A pesar de ello, por situaciones inesperadas, le toca ser madre soltera, enfrentándose a la sociedad para brindar a su hija Mad todas las oportunidades que a ella se le han negado.

Con todo y la denuncia que la novela implica, la narración es atrapante, nos hace reír y llorar junto a los personajes, tiene además un toque de misterio que también ayuda a amarrar la trama, llevándonos a crear hipótesis que no siempre se cumplirán. Además del papel predominante de un personaje particular, Seisymedia, un enorme perro que se convierte más que en mascota, en compañero de viaje de Elizabeth, Calvin y Mad.

Totalmente recomendada.