Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte

Una vez más terminar esta novela me produce sentimientos un poco encontrados. Por un lado, siento la misma emoción y pena por terminar esta saga que sentí la primera vez que termine este libro, me sigue poniendo los sentimientos a flor de piel totalmente y emocionándome como pocos libros pueden hacer. Por otro lado, creo que es el único libro de toda la serie de Harry Potter al que no le puedo poner plenamente las cinco estrellas o más, a diferencia de sus antecesores. No digo que el libro suspenda, pero para mí es un 4'9. Y es una lectura que he disfrutado mucho. No obstante, le pongo las cinco estrellas por eso de que siempre tiro al al al alza en caso de duda en la puntuación, y porque, en definitiva, sigue siendo Harry Potter, que ha sido, es y seguirá siendo una parte muy importante de mi vida.

A ver, a grandes rasgos me parece un final de historia redondo. Rowling, a lo largo de siete libros, ha trazado minuciosamente un camino del que no se ha apartado y por el que ha guiado diestramente al lector. Nada ha quedado al azar, todo ha terminado atado y muy bien atado, y cada elemento, por pequeño que sea, ha sido esencial para llegar a esa linea de meta. Pero una sensación que tengo desde que termine el libro la primera vez, es que todo está demasiado bien calculado, hasta las coincidencias y Deux Ex Machina sacados de la manga, que en esta novela son incluso más evidentes y poco creíbles que en los otros libros, aunque en ellos hay en abundado también en demasía. Y eso me deja una sensación un tanto incomoda de que todo encaja demasiado bien, le quita el sentimiento de que todo fluya orgánicamente.

Además la novela tiene, para mi, un gran problema en su parte central. Es cierto que ahí ocurren muchas cosas que sirven para guiar al trio protagonista en su búsqueda por los los Horrocruxes y les pone ante una serie de pruebas que resulta muy interesantes de superar, sobre todo en el plano personal y de la relación de amistad que hay entre ellos. Pero al mismo tiempo eso equivale a que lo que es la búsqueda de los Horrocruxes restantes, que es el núcleo principal del libro, no avanza para nada. de ahí que estos objetos se se encuentren todos prácticamente en la misma parte de la historia, y haya una en la cual apenas los encontremos o descubramos más de ellos, la odisea de su obtención no avanza. Hubo momentos en que me dio la impresión de que esa parte no avanzaba y se hacía un tanto aburrida. Creo que en esto tiene mucho que ver el hecho de que la novela, por primera vez, pasa en su mayor parte lejos de los muros de Hogwarts. Las clases y la vida en la escuela eran un elemento esencial de la saga, que le daba mucha vida y agilidad a los libros, y servia como medio de articulación y, muchas veces, de desatasque entre los momentos de más tensión . Y se nota, es como que falta una parte importante de la historia . También echo en falta que se sepa más de las actividades y de los miembros de la Orden del Fénix, una de las cosas que menos me gusta es que los dos últimos libros apenas se trata este aspecto.

Pero esto no quiere decir para nada que libro me haya disgustado o que no lo haya disfrutado. No creo que eso nunca suceda en ninguno de la heptalogia de Harry Potter. Aunque su estructura sea totalmente diferente a la que hemos visto en las seis anteriores entregas, es un libro que se disfruta de principio a fin. No paran de pasar cosas y más cosas, desde el primer capítulo hay muertes y misterios, y la trama se sucede con gran ímpetu y atrapa totalmente al lector. Como en sus hermanos mayores, Rowling regala al lector toda una serie de momentos que acaban calando en él. Quizás no haya tantos momentos graciosos como en otros libros, pero eso no impide que sea una lectura ágil y dinámica que se disfruta, con giros de guión increíbles y muchos momentos de tensión, emoción, tristeza, perdida, alegría etc... El tono oscuro y siniestro que ha impregnado estas páginas desde el final de “El Cáliz de Fuego” sigue narrando esta historia, en la que el miedo y la violencia se recrudecen. Es un final agridulce que remueve el estomago, para el que es necesario hacer sacrificios crueles y que deja un rastro de muertes que muchos años después creo que aún no he terminado de superar, y lo digo con orgullo de Potterhead.

Como ya señalado antes, hay una parte en el que Harry, Ron y Hermione se dedican a ir de un lado a otro de Reino Unido en busca de los Horrocruxes sin encontrarlos. Esta parte, quizás la más aburrida y densa de toda la novela, y eso se nota al estar en medio de la novela y entre acontecimientos increíbles que la autora sabe escribir de forma que implican al lector y le hacen estar pegado a la lectura. Pero es muy interesante en el sentido de que vemos cómo evolucionan cada persona individualmente y como trío. Me ha gustado que Rowling ponga a prueba su amistad de esa forma, logra que los personajes de Ron y Hermione le den mucho jugo a la trama, y no solo se queden como meros amigos que están solos para ayudar a Harry. También les permite evolucionar individualmente y como pareja (Por fin !!). Tampoco me ha desagradado toda la parte en la que descubrimos más sobre la infancia y pasado de Dumbledore, y como esos descubrimientos hacen que Harry dude del director y de la tarea que le ha encomendado. El personaje de Harry siguen sin ser un protagonista que me guste, pero tengo que reconocer que en esta novela le veo un poco más estable que en otras, más sólido, con una personalidad mejor construida. Y por supuesto mención especial se merecen los dos héroes del final de la saga Neville (Como me gusta que por fin le hayan dejado demostrar el gran mago que tiene en su interior) y Snape. Este es un personaje que realmente me gusta por lo bien construido que está y por las razones que hay tras sus actos y su forma de ser. Seguramente es el mejor personaje construido de toda la serie, y lo que más me gusta es lo gris que es. Es capaz de hacer grandes sacrificios por amor, pero al mismo tiempo es incapaz de superar todos sus traumas y rencores de la juventud y de perdonar a las personas que le hicieron daño. Todo lo que hace no es por afecto a Harry, por mas que algunos insistan, pero si por otra persona, por la que es capaz de tragarse toda la amargura que siente hacia el hijo del hombre al que odiaba.

Centrándonos en la parte final, hay que decir que no desmerece nada a todo lo que hemos leído con anterioridad. Es un final tenso, plagado de acción y triste, que tiene en vilo al lector. Y que está coronado con un epílogo que a cualquier amante de Harry Potter todavía le pone los pelos de punta y le hacen saltar las lágrimas. Las únicas pegas que tengo a esto es la forma en que han traducido al castellano dos frases tan celebres como “After all this time? Always” o “Not my daughter, you bitch” y que muchos datos sobre el destino de los personajes y del Mundo Mágico no aparecieran en el epilogo (aún sigo encajando que Neville se casara con un personaje tan terciario como Hannah Abbot). Pero a parte de esto, ese final siempre logra conmoverme y hacerme sentir muy triste por acabar con esta saga. Y es una sensación que no puedo quitarme aunque hayan pasado muchos años y aunque sepa que esta no será la última vez que vuelva a releerme estos libros, que son parte de mi infancia y de mi vida literaria como ninguna otra obra ha conseguido. Solo estos libros, por mas que los lea, logran que los añore en cuanto los acabe. Tan solo me queda recordar aquello de " En Hogwarts siempre se prestará ayuda a quien la pida” y que tantas veces en mi vida, por variopintos motivos, ha resultado cierto.

¿Por dónde empiezo a comentar esta novela? En primer lugar, he de decir que me ha gustado muchísimo y aunque mi libro favorito sigue siendo el tercero, "Harry Potter y el prisionero de Azkaban", esta última parte casi lo supera por todo lo que me ha hecho sentir. A pesar de que es bastante largo (aunque no tanto como el quinto), no se me ha hecho nada denso ni aburrido, sino todo lo contrario. En este tomo no dejan de pasar cosas en todo momento y esto es algo que me gustado muchísimo y ha agilizado la lectura enormemente. J.K. Rowling ha seguido demostrando su creatividad, pues la trama de esta entrega sigue siendo muy compleja y la autora ha conseguido que nada sobre ni falte y, además, que nada de lo que nos cuenta se haga pesado de leer. Si desde el quinto tomo, la autora ya fue exponiendo temas cotidianos como los celos o el amor, en esta última parte de la historia se ha notado enormemente. Otro aspecto que he disfrutado mucho a diferencia del tomo anterior, es que no he echado en falta para nada a personajes como Hermione Granger, Ron Weasley, Neville Longbottom, Luna Lovegood, Remus Lupin y muchos otros. ¡Mil gracias J.K. Rowling!

Otras de las cosas que me han gustado han sido muchísimo y debo mencionar obligatoriamente, es la búsqueda de los horrocruxes, de los que ya oímos hablar en "Harry Potter y el misterio del príncipe", y también de las reliquias. Creo que dicha búsqueda ha hecho que este libro superara a todos los demás en cuanto a acción y fantasía. Por último, comentaros que la aparición de un nuevo trío me ha parecido súper necesaria para el desarrollo de la trama y me ha encantado descubrir a estos personajes más a fondo (no os voy a decir quienes son), aunque me hubiese gustado verlos más en toda la novela y no sólo hacia el final de esta.

Sobre los personajes no tengo mucho que decir más allá que me siguen gustando como viene siendo costumbre. Mi personaje favorito de todos los tiempos sigue siendo Neville Longbottom y todavía más después de todo lo que ocurre en esta entrega, sobre todo de la mitad hacia el final. Por otra parte, tengo que decir que, si ya me gustaba, me he acabado de enamorar por completo de Nympahora Tonks, me parece un personaje super divertido, creativo, muy luchador y con unos ideales claros y fuertes aunque, eso sí, hacia el final de la saga hay una actitud que no me ha gustado mucho. Respecto a Luna Lovegood... es que no puedo decir nada más que la amo. Hermione Granger y Ron Weasley... es que dios, amo a estos personajes y, aunque Ron me ha sacado de quicio en varias escenas a lo largo de la novela, yo sigo enamorada, pues sigo creyendo que la mayoría de sus actitudes se deben a la inseguridad que tiene, al igual que Draco Malfoy actúa como actúa por la manera en la que ha sido educado desde pequeño, pero no creo que sea mala persona (al menos, no del todo). Sobre otro de mis personajes favoritos, Severus Snape, decir que al fin he podido conocerlo del todo y dios... ¡cómo me alegro del final que le han dado!... ¡OJO! Me refiero a su historia y a toda su evolución, no equivocarse jajaja. Creo que es uno de los personajes que mejor construidos están, así como también su historia.

A pesar de que hablaría de muchos más personajes y profundizaría más en ellos, solamente voy a comentar a cuatro más, Remus Lupin, Molly Weasley, Dobby y Harry Potter (obvio). Remus Lupin... ¡DIOS! Adoro a este personaje desde que salió por primera vez como profesor de defensa contra las artes oscuras en "Harry Potter y el prisionero de Azkaban" y libro tras libro me ha ido enamorado más y más, creo que es un personaje totalmente necesario para el desarrollo de la historia y, aunque su final me ha partido el corazón en mil pedazos por varias razones, creo que ha sido un final con broche de oro. Molly Weasley... ¿qué deciros? Aunque en ocasiones me desesperaba, pues creo que tiene una personalidad y actitud un tanto histérica, creo que es una de las mejores madres del mundo por todo lo que hace a lo largo de la saga y más aun en esta última parte. Dobby... lo amo, me parece que es un personaje precioso por todos los valores que transmite a lo largo de la historia y su actitud luchadora y justa. Aunque eso sí... ¡maldigo mil veces su aparición en esta parte! J.K. Rowling... ¡voy a por ti! Por su parte, Harry Potter me ha decepcionado un poco... creo que su orgullo ha empeorado en ocasiones la situación, sin embargo, el final me ha gustado y, sinceramente, lo esperaba como agua de mayo.

Finalmente decir que el final del libro, a pesar de ser extraordinario, me dejó muy desolada. Este libro ha logrado hacerme llorar como una magdalena, reír como una niña en algunas escenas, maldecir a saga... en fin, simplemente MARAVILLOSA. Sin duda, uno de los mejores libros del año por ahora y sin duda también, una saga que pienso releer cada cierto tiempo. ¡Leed el libro por dios! ¡Leed a Harry Potter!
Enlace: https://leyendoenillea.blogs..

Todos estuvimos esperando este libro con la mayor de las impaciencias. Tanto fue así, que recuerdo buscar por Internet alguna versión traducida por fans cuando el libro aún no estaba en castellano (no la encontré, claro), así que me tocó esperar como al resto. Precisamente por la impaciencia de los fans y las prisas de la editorial, estoy convencida de que la autora tuvo mucha presión y escribió este libro más rápido de lo que debería y sin dedicarle el tiempo que merecía.

Para ser el último, me decepcionó encontrar páginas y páginas de relleno, sobre todo en los capítulos relacionados con la huida por el bosque. le falta chispa y hasta la mitad del libro no se pone interesante. A partir de ahí es cuando consigue enganchar de verdad.
Por supuesto, tenemos un libro totalmente distinto. Cuenta con más acción y lugares nuevos, ya no hay clases ni salidas a hurtadillas por la noche. Además, es estupendo descubrir que los detalles y conversaciones que no parecían importantes en los anteriores libros, enlazan perfectamente con los acontecimientos que se van desarrollando.
Aquí comprobamos cómo los personajes terminan de madurar. Luchan, viven y mueren; nadie es imprescindible y el terror campa a sus anchas. Es una auténtica caza de brujas cuyas víctimas son los muggles y magos "non gratos".

Todo lo relacionado con los Horrocruxes y la fábula de los tres hermanos me encantó, pero considero que es una trama muy importante y con mucho peso como para haberla usado sólo en el último libro. Si Rowling ya tenía planeado el final desde que escribió La piedra filosofal (tal y como afirmó en una entrevista), no entiendo por qué no empezó a introducir el tema de los Horrocruxes desde, por ejemplo, El prisionero de Azkaban. Así habríamos tenido varios libros para ver la evolución de la búsqueda y no habría sido un "aquí te pillo, aquí te mato" porque, seamos sinceros, la búsqueda en la mayor parte del séptimo libro se hace lenta y pesada (salvando las escenas de acción) porque tienen que estar de un lado para otro sin ningún orden. En cambio, si se hubiera alternado esta búsqueda con las tramas principales de cada uno de los libros de la saga, habría sido mucho más ameno y acertado.

La batalla final fue lo mejor de todo el libro. Sé que suena cruel lo que voy a decir, pero adoro que un elemento tan querido y perfecto como es la escuela Hogwarts acabe destrozado hasta los cimientos. Me pareció el símbolo perfecto de la convulsión que estaba sufriendo el mundo mágico y que, para acabar con la amenaza de Voldemort, era necesario arrasar con todo y resurgir de los escombros.
Ahora terminaréis de odiarme cuando os diga que yo habría matado a Harry. Considero que, tal y como ha evolucionado la saga, ese final habría encajado a la perfección. Y, como es lógico, el epílogo me pareció demasiado perfecto y azucarado, escrito únicamente para contentar a todos, aunque me gusta que no deje cabos sueltos.

A pesar de sus cosillas malas, han tenido más peso los aspectos positivos y la lectura se ha convertido en una de las mejores de la saga. Con este libro he cerrado uno de los capítulos más tiernos de mi infancia y adolescencia. Para mí la historia de Harry está totalmente cerrada. Si más adelante la autora quiere seguir explorando el mundo mágico de la mano del hijo/nieto/quien-sea de alguno de los protagonistas, será bienvenido siempre y cuando ella lo escriba personalmente, sin colaboraciones de otras personas. Imagino que ya sabéis a lo que me refiero...

Saludos ;)

Último libro de la saga, creo que ya lo había comentado en anteriores reseñas, no me ha sorprendido su gran éxito, para mí ha sido como volver a finales de los años 80, cuando cayó en mis manos «El Señor de los Anillos» y disfruté del mundo Tolkien, he gozado como entonces del mundo mágico en algo tan sencillo como la lucha entre el bien y el mal, la única diferencia es que con Tolkien yo le puse las caras a sus increíbles personajes, hasta que Peter Jackson lo hizo para todo el mundo y en cambio aquí casi han convivido libros y películas. El final de la historia, tan interesante como el resto de libros, tras la muerte de Dumbledore, Harry y sus amigos deben culminar la labor de acabar con las Horrocruxes antes del gran duelo final.

El comienzo del último libro es más una continuación del anterior, uno de los pocos que había terminado con una final bastante abierto, y eso permite meterse de lleno en el ritmo trepidante de la historia; teníamos a Harry Potter intentando llevar lo mejor posible las ya innumerables pérdidas dolorosas que su vida le deparó, pero al mismo tiempo ante la necesidad de no detenerse para poder realizar el encargo que Albus Dumbledore le dejó: conseguir los horrocruxes que contienen las partes del alma de Lord Voldemort, ese fascinante villano que permanecerá para siempre en las retinas de los lectores de esta saga.
¿Pero dónde están y cuáles son los horrocruxes restantes? Pregunta clave para imaginar que viajaremos por toda Inglaterra con el fin de encontrarlos, por supuesto junto a los inseparables amigos de Harry Potter: Ron Weasley y Hermione Granger, en la que quizás, hay que decirlo, sea la parte menos interesante de la historia, ya que esos viajes se tornan repetitivos y con muchos momentos de espera que hacen que la lectura se estanque un poco y pueda resultar pesada y hasta aburrida, sin novedades interesantes, más allá de los conflictos y la inestabilidad que el tedio genera entre los tres personajes principales, que, claro está, ya no son los mismos niños puros y preadolescentes sin maldad ni egoísmo.
Contando con apenas algunas pistas que Dumbledore les dejó en forma de regalos, Harry Potter y sus amigos irán uniendo piezas y atando cabos para resolver dudas y llegar a conclusiones más certeras luego de la lógica etapa de perdición, lo que generará en la lectura un ritmo más elevado que al mismo tiempo coincide con, una vez más, un gran surtido de imaginación que J.K.Rowling sigue sacando de su maravillosa mente y la puesta en escena de diversas cuestiones que ponen en juego la lealtad de Harry Potter y, claro está, siembra de nuevas preguntas a los lectores, que ya transitando la mitad del libro se preguntan cómo logrará cerrar una historia que, hasta ahí, se presenta tan abierta. El final de la saga es digno de lo que se esperaba, lleno de acción, emoción y algunas sorpresas con mensajes morales que transforman a esta historia en más que una simple lectura divertida. Cabe señalar que todas aquellas dudas que se fueron acumulando a lo largo de la saga obtienen respuesta; existía en mi cierto temor de que la historia termine de forma abierta y más o menos "atada con alambre", pero en general todo tiene su explicación y con argumentos sólidos, más allá de algunas soluciones mágicas que se permiten en un mundo bastante amplio. Harry Potter y las reliquias de la muerte es para mí uno de los mejores libros de la saga, quizás solo superado por el segundo y el tercer tomo, pero sin lugar a dudas se encuentra en el podio de los más logrados, sobre todo por la expectación que había generado y a la que la autora responde con creces. Estamos ante un libro que esta vez posee poco humor, algo lógico teniendo en cuenta que se está desarrollando una guerra mágica, y que lleva una vez más a un punto álgido el dolor y la capacidad de superación de Harry Potter, un pobre chico que fue creado para sufrir, pero que al mismo tiempo será el encargado de intentar dejar un mundo mejor y si es necesario jugarse la vida en ello. Vida y muerte, Harry Potter y Lord Voldemort, extremos opuestos unidos por lazos mágicos que una y otra vez se encuentran para definir qué parte de la moneda manejará los hilos del mundo. Una pasada de libro me gusto mucho