Lecciones de química

¿Habéis tenido alguna vez a sensación al ver un libro de que se tenía que venir a casa? Así sin saber apenas nada de él.
Eso me pasó con Lecciones de Química. Con la portada y las dos primeras líneas de la sinopsis supe que lo quería, que se colaría entre mi millón de pendientes y que lo amaría sin resquicios.

Podría haberme equivocado… pero no ha sido así.

¡Qué pedazo de historia! ¡Qué pedazo de personaje! Es que hasta ha desbancado a Eleanor Oliphant como mejor personaje de este año. Elisabeth es mucha Elisabeth. Una mujer nacida en una época en que las mujeres pintábamos menos que la señora del Ecce Homo.

Este libro me parece una oda a las mujeres que rompieron barreras, que lucharon por darnos voz, y también a las que no pudieron, a las que mediante una férrea disciplina y educación las grabaron a fuego cuál era su papel del que no debían salirse.

Toda la trama gira en torno a Elisabeth Zott una química a la que constantemente le recuerdan que ella no tiene derecho a titularse así. Una mujer que pasará por situaciones durísimas, de esas que generan indignación y rabia en cualquiera que lo lea. Su sueño es investigar la abiogénesis (origen de la vida) pero según el mundo en el que vive, la investigación científica solo puede quedar en manos de unos pocos “agraciados” con un cromosoma Y.

Es un libro narrado en toque de humor que incluso en situaciones abominables consigue esbozar la sonrisa del lector. Como ya os imaginaréis está plagado de crítica social no exenta de actualidad. Además de las diferencias de género y roles, vamos a encontrar qué se escondía detrás de esa educación sexista, qué han tenido que dar muchas mujeres como normal y cómo muchas se quedaron en el camino ante una lucha diaria contra una pared.
Pero no penséis que se condena al género masculino a diestro y siniestro. Elisabeth a lo largo de su complicada vida encontrará hombres que piensan más allá de lo que la sociedad les imponen, para los que lo importante no es si quien lo hace lleva pintalabios o viste pantalones sino el resultado.

Lo que más me ha gustado es ese reconocimiento a esas madres a las que se ninguneaba por trabajar en casa, esas madres que tenían todo dispuesto y se mataban 24 horas al día para ser las madres y mujeres perfectas sin tiempo apenas ni para pensar. Por que señores y señoras no se si se han dado cuenta de lo que es tener un trabajo 24x7 pero eso es lo que es un ama de casa media, disponible para todos y para todo. El programa de cocina de Elizsabeth, provoca una revolución en esas madres sin las que el mundo difícilmente giraría, les renueva las esperanzas y hace a muchas salir del caparazón en el que las metieron casi al nacer.

Aparte de esta crítica social, tendremos también alusiones a la gestión por parte de la iglesia de algunos temas, la manipulación de los medios, la importancia de las escuelas en la creación de los estereotipos y diferencias de género en nuestros niños y la necesidad de aportar valor a las diferentes capacidades que se pueden encontrar en las aulas.

No quiero terminar esta reseña sin destacar lo entrañables que son la mayoría de los personajes, Elisabeth, Calvin, Mad, Harriet, Walter, el Dr.Mason y muchos otros. Mención especial a Seisymedia que hará las delicias del lector y se hará un hueco en el corazón.

Sin duda un libro fantástico que he disfrutado muchísimo. Estoy deseando ver qué tal ha quedado la adaptación a serie.