Este mes ha tocado volver a reencontrarme con Márquez después de tiempo sin disfrutar de su prosa, y me ha hecho un poco aguas la experiencia. Nos encontramos ante una novela sobresaliente sin duda, pero a la vez repetitiva y cansina en su parte central, una escritura brillante, pero un final que me ha desencantado. Y es que creo que afrontar esta novela con las expectativas de Cien años de soledad o Crónica de una muerta anunciada ha sido contraproducente en mi caso. En el amor en los tiempos del cólera conocemos la historia de amor entre Florentino Ariza y Fermina Daza a través de más de cinco décadas. ¿Pero nos hayamos ante una novela romántica, ante una historia de amor? Para mí no. Esta novela nos habla del sometimiento a las tradiciones, de la soledad, la rutina, la muerte, el existencialismo y del tránsito vital humano en sí. Trata el tema de las obsesiones, el concepto idílico y platónico del amor, llegando a comparar el amor enfermizo con el cólera, en lo que yo pienso que es el gran significado del título de la novela. Una historia que roza también, temas escabrosos como la pederastia, tema recurrente en la narrativa de Márquez como seguirá demostrando en mi odiada Memoria de mis putas tristes. Un folletín tradicional tropical ambientado en el Caribe colombiano a finales del siglo XIX y principios del XX, que nos sitúa en un contexto histórico-social espejo de la vida cultural y económica de la época, sumergiéndonos en un huracán de colores, sabores y olores que hacen que el paisaje se transforme en parte protagonista de la novela. La narrativa de Márquez es excepcional, independientemente de la historia que nos cuente, su forma de escribir es deliciosa, poética, con unas descripciones cargadas de belleza y de ironía. Me ha encantado su forma de intercalar prosa poética con situaciones totalmente escatológicas o desagradables transformándolas totalmente. Una delicia siempre leer a Gabo, aunque la historia no me haya llenado como en otras ocasiones. + Leer más |