La hija oscura

Realmente este personaje tiene todo lo oscuro que tiene que tener para demostrar una total frialdad hacia todo aquello que, por lógica, debería ocurrir. Se aleja de sus hijas, las necesita, tiene una vida con situaciones impredecibles que ella misma se encarga de armar: robar una muñeca en una playa.

Es una novela cruda, realista, por momentos cruel, sin un dejo de sentimentalismos, que dice las cosas tal cual son.
Nunca había leído a esta autora. Me parece original.

Leda, una mujer de mediana edad, profesora universitaria, divorciada y cuyas hijas viven con su padre en la otra punta del mundo, decide pasar un verano sola en la costa italiana, leyendo y trabajando en sus investigaciones. Allí, durante sus tranquilos días de sol y playa, conocerá una familia napolitana que le recordará a la suya propia, ruidosa y muy numerosa, y en concreto a Nina, la joven madre de una de las niñas que parece destacar del resto del grupo.
Como en otras novelas de Ferrante -los que sois lectores habituales os sonará- la protagonista nos cuenta los hechos en primera persona y de la manera circular, pues la novela comienza con Leda en el hospital y es durante su estancia donde sus recuerdos nos trasladan al principio de sus vacaciones de verano. de esta forma, ya desde la primera página nos engancha a este “casi thriller” muy similar a una novela negra.

En esta novela de #ElenaFerrante, anterior a la tetralogía “Dos amigas” ya se ve uno de los temas estrella de su literatura: la maternidad; el papel de la madre en una mujer como Leda, con sus defectos, su latente egoísmo y una ambición que se vio truncada por la decisión demasiado prematura de ser madre. Pero además, en esta novela se desarrolla una cadena de relaciones madre-hija con los demás personajes femeninos donde se observan las diferentes identidades de “madre”.

En otras cosas de esta breve novela, me ha encantado el desarrollo del personaje de Leda a la que la autora no la define como héroe, pero tampoco como anti-héroe, sino como “persona”. La humanidad de Leda, a pesar de que pueda resultarnos incómoda en ocasiones, no es más que el reflejo sensato y coherente de una personalidad bastante corriente, llena de inquietudes y confusión. Todas las maternidades que aparecen en la novela se oponen directamente a la idealización de “madre” y el hecho de darle voz a los pensamientos de esa otra maternidad que ni siquiera lo es, me ha cautivado.

Así que, si bien podría definirse esta novela semi desconocida como una “obra menor”, no lo es en absoluto.
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Debo reconocer que vi la película y que me gustó mucho, pero dejó muchos baches. Así que busqué el libro. Y lo bien que hice.

Aquí, la historia está enfocada en Leda, en lo que a Leda le pasa en relación a su vida en ese momento de vacaciones en la playa, en lo que recuerda de su vida como hija y como madre, y en cómo se identifica con Nina y Elena, una joven madre y su pequeña hija y la relación que ellas tienen con una muñeca, a quienes observa en la playa.

Ferrante cuenta lento, cadencioso, con detalles que van sumando cierto suspenso, como el movimiento del mar. Pero también, con la furia de la tormenta que se desata en la novela, tanto literal, como simbólicamente.

de algún modo, la frase que cierra el primer capítulo puede sintetizar todo lo que ocurre en esta historia: “Las cosas más difíciles de contar son las que nosotros mismos no llegamos a comprender."

Muy recomendable, y casi que para leer de un tirón.

"-No sé nada ni valgo nada. Me quedé embarazada, di a luz una niña y no sé ni cómo estoy hecha por dentro. Lo único que deseo es huir."

Me ha sorprendido tanto esta novela corta de Elena Ferrante, que todavía estoy que no salgo de mi asombro porque no soy una gran entusiasta de esta autora, aunque es cierto que la he disfrutado cuando la he leído, me ha enganchado y es fácil identificarse con sus personajes femeninos, sin embargo siempre he tenido la impresión de que se lo da todo muy masticado al lector sin darle mucha cancha para que imagine o intuya, una impresión totalmente personal, claro. Decidí leer La Hija Oscura porque una de mis peliculas favoritas del año pasado (La hija perdida, 2021, Maggie Gyllenhaal) fue precisamente la adaptación de este texto, una historia que hablaba tan bien, tan categóricamente de ciertos conflictos femeninos todavía no superados, que sentí mucha curiosidad por abordar el texto de Elena Ferrante. La novela no me ha decepcionado, y aunque vuelven a repetirse sus temas de siempre, la he sentido como su obra más cercano, más a flor de piel.

"Una, dos, tres veces nos amenazó a nosotras, sus hijas, con irse, os despertaréis una mañana y no me encontraréis. Todos los días me despertaba temblando de miedo. En la realidad estaba siempre, en las palabras huía de casa un día sí y otro también."

Leda, profesora universitaria divorciada y con dos hijas mayores que viven en Canadá con su padre, decide tomarse unas vacaciones en la costa para preparar el próximo curso. La soledad en la que Leda planeaba pasar sus vacaciones, se ve de interrumpida por una familia napolitana que casi inmeditamente se convierten en sus vecinos en la playa. Leda, mientras es testigo de sus ruidosas algarabias, no puede evitar retrotraerse a su infancia, y a su madre, napolitana. Entre este enorme grupo familiar destaca una joven y su hija de tres años. de alguna forma, Leda rezagada en su tumbona no puede evitar sentirse fascinada por esa joven madre, que le recuerda a ella misma, sus conflictos como madre mientras intentaba robar un poco de libertad a la vida, una maternidad que la asfixiaba dejándola casi sin aire para seguir viviendo.

"Yo también escondía muchas cosas oscuras en silencio.
(...)
Escribí: necesitaba creer que lo había hecho todo sola. Quería sentirme de manera cada vez más intensa yo misma, mis méritos, la autonomía de mis cualidades."

Elena Ferrante aborda con maestria el presente de Leda con su memoria del pasado, mientras observa a la joven madre y su hija, flujos de su juventud mientras criaba a sus hijas vuelven una y otra vez y se entrelazan con el presente, y estos flashabacks están tan perfectamente ensamblados por la autora, que resulta casi imposible diferenciar donde acaba el pasado y comienza el presente. La obsesión de Leda por ese pasado en el que se vio obligada a tomar decisiones en un intento por no derrumbarse y buscar su propia identidad están continuamente presentes mientras se ve reflejada como en un espejo en la joven madre de la playa. En La Hija Oscura Elena Ferrante vuelve a abordar el gran tema, uno de los más importantes en su obra, la obsesión recurrente del eterno conflicto entre madres e hijas, pero esta vez la he sentido mucho más cerca. Una obra inmensa y si queréis disfrutar de su adaptación, es incluso mejor que el texto original. Avisados quedais. La traducción es de Edgardo Dogbry.

"-En ocasiones hay que huir para no morir."
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Es cierto que el tema maternidad y remordimientos está ya gastado para mí gusto en los libros que se publican. También reconozco que es mi primer Ferrante y quizá no le tenía mucha simpatía pero en líneas generales me ha gustado. Premisa de madre que lo fue demasiado joven y ahora durante unas vacaciones se juzga en su papel materno. Es cierto que los hijos cuando son pequeños nos quieren de forma incondicional, pero cuando crecen se dan cuenta y nosotros también de las carencias que tuvieron y nos recriminan todos nuestros errores.
Un libro corto y rápido.