Siempre han hablado por nosotras

Desde un principio la autora no quiere ni oír hablar de distintos feminismos, ya que defiende la idea de que el feminismo islámico no tiene porqué ser diferente a otros feminismos. de hecho, desde su propia experiencia nos cuenta que ella siempre ha leído a feministas y se ha sentido identificada, dando igual la nacionalidad de estas, sus creencias religiosas o su color de piel. Ella, como mujer atea, también ha vivido la experiencia de ser musulmana, y tiene mucho que contar.

Por ello, Najat el Hachmi, nos habla del machismo que ha sufrido y ha visto a su alrededor desde siempre, en un país supuestamente moderno pero con raíces profundamente arraigadas a la religión islámica. Pero, al venir a vivir a Europa, la cosa no cambió demasiado.

Una de las ideas más interesantes que presenta en su ensayo es sobre el feminismo musulmán: ella defiende la idea de un feminismo mundial, general, que parta de la base de que todas somos iguales a los hombres, y buscar los mismos derechos para todas. Pero ella dice que las musulmanas feministas advierten de que el Islam es una religión feminista y que el Corán es también un texto feminista. Así, exponen que en la época en la que se escribió, en el siglo VII después de Cristo, el Corán era feminista porque consiguió cambios como que las mujeres heredaran igual que los hombres o que no se enterraran a niñas vivas. Gracias Mahoma, gracias Dios. La autora recuerda a su vez que el feminismo es un movimiento muy posterior y que aboga por la igualdad entre hombres y mujeres, y no por una simple mejora en la vida de estas.

Como ya he adelantado antes, la autora también habla de un feminismo global, y desecha los feminismos que ha ido surgiendo últimamente. El objetivo es la igualdad, pero si comenzamos a diferenciarnos entre nosotras, nunca la lograremos. de nada sirve que luchemos separadas por nuestros propios beneficios, y lo más acertado es sin duda luchar unidas por derechos para todas. Así, feminismos como el islámico, el gitano, el negro, no tienen cabida, ya que debemos mantenernos unidas para conseguir derechos para absolutamente todas las mujeres del mundo.

La autora denuncia no solo a los racistas, sino a la izquierda que deja que el Islam siga haciendo lo que le viene en gana con las mujeres, por un miedo a ser tratados de racistas que no respetan otras culturas. Najat el Hachmi opina que el dejar que las mujeres musulmanas sigan teniendo que llevar pañuelo implica que se siga opinando y mandando sobre el cuerpo de la mujer, y no es un simple respeto a otra religión. Sigue insistiendo en que quiere derechos iguales para todas y que las mujeres musulmanas no deben conformarse con mejorar un poco su vida, sino con llegar a tener los mismos derechos que las mujeres de otras religiones, o ateas, agnósticas…

Este ensayo tiene muchas más reflexiones que harán que veas las cosas desde otro punto de vista, del de la mujer que ha vivido el machismo y el racismo a la vez, y que no se conforma con poco. Creo que es una lectura muy constructiva e interesante, de la que sacar muchas ideas y reflexiones importantes.

Anoche le contaba a mi pareja que estaba leyendo un libro feminista. Pero de estas mujeres que realmente lo son. Que creen en el feminismo que para mí es el de verdad;

«... un movimiento, que nace en los países occidentales y bebe de la Ilustración y del humanismo y, por eso, entronca directamente con la condición de ciudadanos y no con la de súbditos, con la de librepensadores y no con la de creyentes sometidos a una ley divina.»

«Esta manera de entender el feminismo ha hecho furor en los últimos tiempos: que cada una se ocupe del suyo. del feminismo descolonial, del negro, del gitano y, por supuesto, del islámico. Y yo no puedo sino observar y leer estupefacta porque creía que la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres y la reivindicación de la dignidad de estas últimas traspasaba todas las fronteras y todas las realidades geográficas, que era una cuestión de derechos universales.»

Esos párrafos salen de esta joyita de libro. Un ensayo escrito por Najat El Hachmi, una mujer marroquí, que ha vivido en sus carnes el machismo de su cultura, que como bien explica en el libro, tan unido va a la religión.

He querido leer este libro porque nunca he entendido por qué las mujeres siguen llevando velo aquí, cuando no tienen por qué hacerlo y Najat también lo explica. Hay diferentes motivos pero siempre significa lo mismo, opresión.

También debo confesar que «deberían quitarse el velo y respetar nuestra cultura, como nosotras tenemos que ponérnoslo en su país» lo tengo oído y dicho. Sí, me da vergüenza admitirlo pero es así. Pero entiendo que si queremos un país libre como se supone, SE SUPONE, que este lo es, deberiamos respetar su elección.

Dicho todo esto, sigo pensando lo mismo del velo y dejo otro párrafo del libro porque ella lo explica mejor que yo;

«... el velo de siempre, la cortina del patio, nuestra dignidad de mujeres puesta en entredicho, el símbolo de todo un sistema de discriminación y opresión del que es la punta del iceberg. Si el pañuelo es identidad, es la identidad del machismo, no la de las mujeres.»

Yo he hecho incapié en el velo, pero nos cuenta mucho más que eso. Nos habla de su cultura, del islam, del Coran. de la interpretación de cada uno, de las modas que se crean desde la ignorancia. de derechas, de izquierdas. Pero sobre todo del feminismo. El feminismo de todas, todos y todes. Ese que no excluye a nadie, sino que pretende que todxs tengamos los mismos derechos.

Os lo recomiendo. A mí me ha encantado y últimamente no me engancha cualquier libro. Además es cortito y sé lee en una tirada.

Interesante reflexión sobre el relativismo cultural, es cortito, se lee rápido pero tiene ideas a tener en cuenta y debería hacer reflexionar a más de uno/a que prefiere la tibieza ante las injusticias que sufren las mujeres en el Islam antes de ser tachados/as de islamofobia.

Najat el Hachmi es de nacionalidad española, pero nacida en Marruecos, en este ensayo nos habla con precisión de lo que implica el feminismo para una mujer musulmana, partiendo del hecho que la mujer en esa religión tiene una condición que ella llama de subalterna. Expone como se usa la religión y como se la interpreta para perpetuar un sistema en que la mujer es un individuo de segunda clase, lo que concluye es un punto común en las religiones monoteístas
Pero también manifiesta que su condición de origen islamico la ha hecho ser vista de una manera distinta por las feministas de occidente, acusa que el "feminismo blanco" excluye a la mujer de origen musulmán de sus reivindicaciones y que relativiza el sistema de patriarcado en que estás viven. O sea el feminismo como movimiento excluye a un número importante de mujeres, solo por los países de que provienen y por la religión en que fueron educadas.
Expone la importancia de la educación, de como a muchas mujeres se les limita el acceso a la educación, pues se tiene conciencia de que la falta de educación es una poderosa arma de control.
Un ensayo en que la autora expone que el feminismo debe ser uno solo, un movimiento que busca la igualdad entre mujeres y hombres, sin importar el origen, la raza o la religión de las mujeres.

Intrépido alegato, publicado en el 2019, que denuncia la doble discriminación que sufren las mujeres musulmanas y la contradicción que supone supeditar la reivindicación feminista a una religión y a una etnicidad.
A partir del relato de su propia experiencia personal, la autora de origen magrebí, Najat El Hachmi, afincada en Cataluña, propone que dejemos atrás de una vez los distintos feminismos o subgrupos feministas, como el feminismo decolonial, el feminismo negro, el feminismo islámico, el feminismo inclusivo o el feminismo que sea, y pasemos a defender los derechos y las libertades universales de todos. El Hachmi apunta especialmente al idiotismo y cinismo de las izquierdas y su tramposo relativismo cultural, cuestionando que le estén haciendo el juego al Islam en pro de un erróneo respeto por las diferencias, por la diversidad y por la identidad, al tolerar y defender el uso del velo, o la construcción de oratorios en occidente, por ejemplo, cuando la realidad es que el velo o un oratorio no es...

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Este ensayo, ‘Siempre han hablado por nosotras', está considerado una lectura imprescindible en el feminismo contemporáneo y, a mí parecer, no es para menos.
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Conocí a Najat El Hachmi gracias a su intervención en la Rosario Acuña, pero gracias a este libro he podido desarrollar más lo que planteó en la charla: la importancia de un feminismo sin apellidos. En este ensayo la autora habla de la corriente actual del feminismo de dividirse en subgrupos: decolonial, chicano, islámico, etc; y es precisamente de este último de lo que más trata el libro.
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Najat El Hachmi nació en Marruecos y se trasladó a España con ocho años, lo que le supuso un choque cultural entre la cultura que ella conoció en sus primeros años y la que se encontró en el país de destino. Y es gracias a esta experiencia personal donde establece la base de su crítica hacia la cultura misógina del Islam (y aplicable a casi cualquier religión), hacia la fragmentación del feminismo actual, hacia la tendencia de la derecha al racismo y la de la izquierda hacia el relativismo moral, entre otros.
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Sin duda un ensayo que sirve para reflexionar sobre muchas cuestiones y que recomiendo encarecidamente, incluso a aquellas personas que puedan no estar de acuerdo en todo lo que plantea la autora.

Leer en digital tiene sus ventajas y también sus desventajas.
Puedo leer libros que me interesan y que no tienen en las bibliotecas de mi ciudad. Puedo acceder a contenido que de otra forma no podría y eso es una gran ventaja. Pero, a veces, cuando me encuentro con una gran lectura anhelo poder pasar las páginas, subrayarlas y anotarlas. No siempre me ocurre esto pero esta vez así ha sido. He echado de menos el papel porque considero que es un libro para subrayar de principio a fin.
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Ha sido un amor a primera vista. Najat el Hachmi me ha conquistado desde la primera frase.
Nos abre su corazón y se arma de valentía y sinceridad. Echa la vista atrás, regresa a su pasado y a su país de origen. Regresa a sus recuerdos y los utiliza para hablar de feminismo y de la relación de este con la cultura y religión.
Algunas situaciones nos resultarán conocidas y las hemos vivido en nuestra propia piel. Algunas situaciones simplemente nos sonarán. Algunas situaciones nos sorprenderán y con ellas nos daremos cuenta de que da igual el lugar del mundo en el que vivamos. Otras, en cambio, están muy ligadas a la cultura y religión, no las conocemos y nos pondrán los pelos de punta.
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La autora nos retira la venda de los ojos, despierta nuestra conciencia y nos hace ver cosas en las que antes no nos habíamos fijado. Nos hace pensar en situaciones que ocurrían delante nuestra pero nos pasaban desapercibidas.
La autora conciencia y remueve. Días después de terminar la lectura seguiréis pensando en ella y en todo lo que expone. Días después de terminar la lectura aún la sigo mascando y aún le sigo dando vueltas.
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Solamente puedo añadir una cosa. Najat el Hachmi me ha parecido muy grande y ha sido un auténtico placer descubrirla.

Si tenéis un dispositivo compatible con eBiblio no sé a que estáis esperando. No tenéis excusa, tenéis el libro a vuestro alcance de forma gratuita. No hay excusa, tenéis que leerlo.
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