Sus ojos se cerraron. Estaba semidormida por el torbellino de sus pensamientos, que eran como el remolino de las arenas en el desierto. Los de Simon estaban bien abiertos. En su expresión se advertía su contento.
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Sus ojos se cerraron. Estaba semidormida por el torbellino de sus pensamientos, que eran como el remolino de las arenas en el desierto. Los de Simon estaban bien abiertos. En su expresión se advertía su contento.
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-De todos modos, no se guíe por lo que dice miss Bowers. ¡Las enfermeras son siempre tétricas! La enfermera de noche está siempre asombrada de que su paciente esté vivo por la noche; la entermera de día siempre se sorprende de que el paciente esté vivo por la mañana. Así son las enfermeras de los hospitales. Saben demasiado. Cuando uno conduce es fácil que piense: «Si un coche saliera de aquel cruce, si ese camión hiciera marcha atrás, o si se me saliera una rueda, o si un perro saltara de la acera y me mordiera el brazo que saco por la ventanilla... Eh bien, probablemente me matarias. Pero todo el mundo supone, y generalmente con razón, que nada de eso va a pasar y que el día acabará sin tropiezos. Ahora bien, si uno ha tenido un accidente, o más de un accidente, entonces tiene tendencia a mirar las cosas de modo opuesto.
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-Entonces habrá oído leer los pasajes de la Biblia en la iglesia. Oiria hablar del rey David y del rico que tenía enormes rebaños y del pobre que no tenía más que una ovejita blanca... y cómo el rico arrebató al pobre su única oveja. En efecto, son cosas que han sucedido en todos los tiempos, madame.
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Todo sobre Linnet murmuró entre dientes: No me parece justo que sea tan guapa. Dinero y belleza... es demasiado. Cuando una joven es tan rica como ésa, no tiene derecho a ser hermosa al mismo tiempo. Y ella es hermosa al mismo tiempo... ¡Y es guapa de verdad...! Tiene todo lo que puede querer una mujer... ¡No es justo! ¡Qué conveniente era todo para él! Indudablemente se casaba por dinero, pero no le era tan necesario que tuviese que posponer a todo aquello sus propios sentimientos. Además, amaba a Linnet. Habría de seado hacerla su esposa, aunque se hubiese tratado de una mendiga en vez de la mujer más rica de Inglaterra. Charles Windlesham soñaba bajo el sol -¿Crees que soy egoísta? -No, pero eres irresistible. Tienes el efecto combinado del dinero y la belleza. Todo se inclina a tu paso. Lo que no puedes comprar con di- nero, lo obtienes con una sonrisa. Resultado: Linnet Ridgeway, la muchacha que lo tiene todo. La voz de Jackie, con aquella nota repetitiva y ardiente: «Si no me caso con él, me moriré. Me moriré. Me moriré...». Y lo decía con convicción, formalmente. ¿Experimentaba ella, Linnet, un sentimiento idéntico hacia Windlesham? Con seguridad, no. Tal vez no llegaría nunca a ese extremo por nadie. ¡Debía ser maravilloso! y usted no lograría verla aunque lo intentase. Así ocurrió.. Yo era la luna. Cuando el sol salió, Simon no pudo verme más. Quedó encantado. No podía ver más que el sol Linnet. -Mi querido monsieur Poirot, ¿cómo podría explicárselo? Es como la luna cuando sale el sol. Queda uno deslumbrado. Cuando vi a Linnet, Jacqueline dejó de existir. -Cuando el sol brilla, no se puede ver la luna -observó. Pero cuando el sol se pone... jah!, cuando el sol se pone.... -¿Qué dice? Que cuando el sol se ponga, veremos la luna. Es así, ¿no es cierto? Es demasiado pronto para pensar en semejante cosa. Es la frase hipócrita adecuada, ¿no es cierto? Pero usted tiene algo de latina, mademoiselle Jacqueline. Usted debería admitir los hechos, aunque no parezcan decorosos. Le roi est mort, vive le roi! El sol se ha puesto y la luna sale ¿No es verdad? -¿Recuerda cuando le dije que yo tenía que seguir mi estrella? Dijo usted que podia ser una estrella falsa. Y yo repliqué: «Esa estrella mala esa estrella caerá». Y el delgado amigo de Mr. Burnaby dijo: -Pues no parecía muy justo que ella lo tuviera todo. Y Mr. Burnaby dijo agudamente: -Bueno, no parece que le haya ido muy bien a la pobre. + Leer más |
Por eso la mayoría de las grandes historias de amor son tragedias
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Soy un hombre lleno de vanidad. Me gusta decir: "¡Vean que listo es Hércules Poirot!"
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Querida, ¿no crees que eso es demasiado aburrido? Si alguna de mis amigas tuviese una desgracia, yo le abandonaría inmediatamente. A primera vista parece inhumano, pero nos evita un gran número de molestias futuras
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No me parece justo que sea tan guapa. Dinero y belleza ... es demasiado. Cuando una joven es tan rica como ésa, no tiene derecho a ser bella al mismo tiempo ...
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[...] —¿Cree que simplemente me divierto con estas cosas marginales? Y ¿eso lo molesta? No, no se trata de eso. Una vez estuve en una expedición arqueológica y aprendí algo. En el curso de una excavación, si sale algo a la superficie, se limpia todo muy cuidadosamente a su alrededor; se quita la tierra suelta; se rasca aquí y allá con un cuchillo hasta que, finalmente, el objeto se encuentra allí solo, dispuesto a ser extraído y fotografiado, sin ninguna materia extraña que sirva de confusión. Eso es lo que he tratado de hacer: quitar toda la materia extraña del objeto para que pudiéramos ver la verdad, la verdad desnuda y brillante.
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¿Cuántas novelas policíacas publicó Agatha Christie?