Muerte en el Nilo de Agatha Christie
Todo sobre Linnet murmuró entre dientes: No me parece justo que sea tan guapa. Dinero y belleza... es demasiado. Cuando una joven es tan rica como ésa, no tiene derecho a ser hermosa al mismo tiempo. Y ella es hermosa al mismo tiempo... ¡Y es guapa de verdad...! Tiene todo lo que puede querer una mujer... ¡No es justo! ¡Qué conveniente era todo para él! Indudablemente se casaba por dinero, pero no le era tan necesario que tuviese que posponer a todo aquello sus propios sentimientos. Además, amaba a Linnet. Habría de seado hacerla su esposa, aunque se hubiese tratado de una mendiga en vez de la mujer más rica de Inglaterra. Charles Windlesham soñaba bajo el sol -¿Crees que soy egoísta? -No, pero eres irresistible. Tienes el efecto combinado del dinero y la belleza. Todo se inclina a tu paso. Lo que no puedes comprar con di- nero, lo obtienes con una sonrisa. Resultado: Linnet Ridgeway, la muchacha que lo tiene todo. La voz de Jackie, con aquella nota repetitiva y ardiente: «Si no me caso con él, me moriré. Me moriré. Me moriré...». Y lo decía con convicción, formalmente. ¿Experimentaba ella, Linnet, un sentimiento idéntico hacia Windlesham? Con seguridad, no. Tal vez no llegaría nunca a ese extremo por nadie. ¡Debía ser maravilloso! y usted no lograría verla aunque lo intentase. Así ocurrió.. Yo era la luna. Cuando el sol salió, Simon no pudo verme más. Quedó encantado. No podía ver más que el sol Linnet. -Mi querido monsieur Poirot, ¿cómo podría explicárselo? Es como la luna cuando sale el sol. Queda uno deslumbrado. Cuando vi a Linnet, Jacqueline dejó de existir. -Cuando el sol brilla, no se puede ver la luna -observó. Pero cuando el sol se pone... jah!, cuando el sol se pone.... -¿Qué dice? Que cuando el sol se ponga, veremos la luna. Es así, ¿no es cierto? Es demasiado pronto para pensar en semejante cosa. Es la frase hipócrita adecuada, ¿no es cierto? Pero usted tiene algo de latina, mademoiselle Jacqueline. Usted debería admitir los hechos, aunque no parezcan decorosos. Le roi est mort, vive le roi! El sol se ha puesto y la luna sale ¿No es verdad? -¿Recuerda cuando le dije que yo tenía que seguir mi estrella? Dijo usted que podia ser una estrella falsa. Y yo repliqué: «Esa estrella mala esa estrella caerá». Y el delgado amigo de Mr. Burnaby dijo: -Pues no parecía muy justo que ella lo tuviera todo. Y Mr. Burnaby dijo agudamente: -Bueno, no parece que le haya ido muy bien a la pobre. |