Medio sol amarillo

Medio sol amarillo ha sido un libro que me ha gustado desde la primer página leída, Chimamanda es al menos para mi gusto, algo seguro ya que me hace transportarme a la historia y lo que va contando de ella. Que triste es saber como el "divide y vencerás" ha sido fuertemente aplicado a muchísimos países africanos y que entre ellos se odien por ser de diferentes tribu.

Medio sol amarillo bordado en el uniforme militar. Creencias que pierden fuerza y otras que se arrecian con cada carrera cuando suena la alarma de ataque aéreo, con cada conocido o familiar muerto por la guerra. Desde hace pocos meses podemos leer dos de las obras más celebradas de Chimamanda Ngozi Adichie, 'Americanah' y 'Medio sol amarillo', en catalán gracias a la edición de @fanbooks y la traducción de Bel Olid, y tengo que decir que, a pesar de que me esperaba algo más del primero, 'Medio sol amarillo' me ha dejado el corazón un poco encogido y el recuerdo de unos personajes que llevaré conmigo algunos meses. La novela, que tiene unas 600 páginas, explica los antecedentes y el conflicto bélico que tuvo lugar durante los sesenta en Nigeria: la guerra por la independencia de Biafra.

Lejos del racismo y el proceso de integración de una persona negra de 'Americanah', en 'Medio sol amarillo' nos sumergimos en un conflicto de la historia reciente de África, me atrevería a decir, desconocido para la mayoría. Una historia que, según la nota de la escritora, bebe de los relatos de familiares que vivieron esta guerra, pero también de fuentes históricas, para dar a conocer en el mundo una parte de su historia contemporánea. Chimamanda retrata una Nigeria fuera del dominio colonial inglés, un país con corrupción y grandes desigualdades entre las diferentes etnias, todo a consecuencia del colonialismo.

Compartiendo casa con Ugwu, un joven empleado que se marcha del pueblo para servir a un profesor de clase mediana; Olanna, una mujer que abandona los privilegios de los ricos para compartir vida con el profesor; y Richard, un inglés que deja su pareja por la hermana de la Olanna; conoceremos las diferentes miradas de una guerra que mata a todos por igual. Y es esta visión tan humana, explicada tan fácil como lo hace Chimamanda, la que me ha atrapado desde la primera página y, a pesar de que considero que la autora se alarga demasiado en los precedentes, disfrutarlo hasta el último capítulo.
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