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Annabel llega a Rugen con su hija Leonie, llena de expectativas, dejando atrás un pasado sufrido y un matrimonio fallido en el que su marido no solo la traicionó y descuidó a su familia por trabajo, sino que, al divorciarse, aceptó darle la suma deseada si mantenía la custodia de su hija sola. Le esperan un pequeño pueblo junto al mar, una casa maravillosa con un descenso privado a la playa y un puerto donde se puede ir a observar los barcos que. Y allí mismo escucha la llamada de un barco muy viejo y en desuso que está a la venta, "La Rosa de las Tormentas", en el que durante una visita, encuentra una carta que le hace adivinar que en el pasado se usaba como un medio para hacer que la gente huyera de Alemania Oriental a Occidental. Luego emprende una loca búsqueda para reconstruir su historia, lo que la lleva a reavivar las viejas dudas nunca latentes sobre la desaparición de su madre biológica y por qué la abandonó. El barco también la pone en el camino de Christian, un misterioso hombre de negocios que esconde tantos secretos, que se preocupa por el mismo barco… Ler este libro fue especial para mí. No habría esperado una historia así con antecedentes históricos y tan bien construida, y esto me sorprendió y me hizo amarla, gracias también a la escritura fluida que la hace muy agradable. Las mil facetas de los personajes y los eventos narrados que incluyen tanto el lado afectivo como el profesional e historiográfico, lo han hecho muy interesante y con cada capítulo totalmente diferente del anterior y nunca banal, aparte de algunos aspectos de una novela rosa, pero bueno, pueden encajar. Todo esto hasta 300 páginas más o menos. A partir de ese momento, cambia por completo y te preguntas qué pasó y si siempre estás leyendo el mismo libro... Parece que la autora en algún momento se dio cuenta de que ya no podría permanecer en el número de páginas planificadas y, por lo tanto, trató de encontrar una conclusión apresurada para todos los eventos abiertos. El resultado es que todos parecen finales muy banales, forzados y apresurados. Todo va como por arte de magia en su lugar y terminas preguntándote si entonces no habría sido mejor leer una fantasía donde al menos fuera del mundo real ya sabías que estabas allí desde el principio y no estabas tan decepcionado por el final... La parte más interesante para mí, además de haberme hecho querer visitar las costas del norte de Alemania y Dinamarca, que se suman al billón de lugares que quiero visitar, sigue siendo la parte más histórica que habla de un período y, sobre todo, de un tema, el de la fuerte oposición y cierre entre las dos partes de la Alemania de la posguerra, que rara vez se profundizan y tratan tanto en manuales de historia como en novelas. + Leer más |
Corina Bomann, autora de la isla de las mariposas, conoce a sus lectores y presenta El secreto de Matilda.
Despúes de la herencia de Agneta, Corina Bomann nos lleva de nuevo a la Finca de los Leones.
Desde hace generaciones, las mujeres de la familia Lejongård hacen todo lo que está en sus manos por controlar las riendas de su destino.
El sur de Suecia, 1931. Matilda acaba de perder a su madre cuando la imponente condesa Agneta Lejongård se presenta en su escuela. La mujer le anuncia que es su tutora legal y se la lleva a su finca. La extensión de la propiedad y la espléndida casa señorial intimidan a Matilda y, por si eso fuera poco, los hijos de la condesa la hacen sentir fuera de lugar. Sin embargo, existe una antigua promesa que Agneta, aunque ella sea su única conocedora, debe cumplir. Mientras una nueva guerra amenaza Europa, en Lejongård se rompen las viejas tradiciones y Matilda debe buscar su propio camino para encontrar la ansiada felicidad.
