Ediciones Maeva

Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía.



𝑳𝒂 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒆𝒔𝒄𝒆𝒏𝒂𝒓𝒊𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒏𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂. Siempre he pensado que para crear una buena historia ha de estar situada en el escenario perfecto. El norte puede ser un buen destino para un escenario de novela y Cantabria ha sido el lugar elegido por Pablo del Río para acomodar sus novelas. Así fue con Doce abuelas, su primer libro, editado por la Ediciones Maeva. En esta ocasión, Ocho Jueves sigue ubicándose en Cantabria y se instala en lugares como Liencres y se pasea por sitios como San Vicente y Noja, pero hay muchos más.



A unos montañeros franceses les sorprende una tormenta en Picos de Europa. Se refugian en una cueva pero resulta ser un error. En el fondo del pozo el más joven puede llamar al número de emergencias pero el rescate no va a resultar nada fácil. El chico palpa en el suelo un esqueleto.



Un paciente del hospital al se han trasladado los montañeros heridos han intervenido de una muñeca a Nico Romero, un famoso tenista. Al despertar no mueve tres dedos de la mano derecha; alguien ha cortado el nervio de manera deliberada.



El caso del cadáver hallado en la bocamina de Picos de Europa ha recaído en el Departamento de Policía Judicial de la Guardia Civil de Torrelavega. El hombre está indocumentado y será difícil su identificación, prácticamente es un esqueleto, pero en el bolsillo del pantalón encuentran un recorte de periódico editado en 1983.



𝑼𝒏𝒂 𝒊𝒏𝒗𝒆𝒔𝒕𝒊𝒈𝒂𝒄𝒊ó𝒏 𝒄𝒐𝒏 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒂𝒔 𝒊𝒏𝒄ó𝒈𝒏𝒊𝒕𝒂𝒔. La investigación está llena de incertidumbres y los investigadores deben hallar la manera de arrojar luz sobre el caso. En esta novela el lector encontrará varias tramas individuales e independientes que, poco a poco, irán conectándose. Cada trama conlleva una investigación llevada de manera paralela por la Policía Nacional, la Guardia Civil y Adolfo, un surfero buscavidas que conocemos de la novela Doce Abuelas. Al haber varias líneas de investigación el lector se encontrará con un rompecabezas cada vez más endiablado y un ritmo regular de acción.



𝑷𝒂𝒓𝒆𝒄𝒆 𝒔𝒆𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒆 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒔𝒆 𝒍𝒆 𝒅𝒂 𝒆𝒔 𝒉𝒊𝒍𝒂𝒓 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂𝒔 𝒚 𝒕𝒓𝒂𝒎𝒂𝒔 y aunque sea una novela coral de gran cantidad de personajes, el lector no se perderá fácilmente. Los personajes están bien construidos y las tramas están sazonadas con píldoras de humor que con la buena descripción de los paisajes hacen de esta novela una buena lectura.



𝑴𝒊𝒔 𝒊𝒎𝒑𝒓𝒆𝒔𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔: Hay intriga y tensión. Giros inesperados. Suspense y secretos familiares. Las distintas tramas son algo inquietantes y existen varias líneas de investigación en profundidad. Las explicaciones de la policía, las investigaciones anteriores, el proceso de identificación del cadáver hallado en la cueva, el seguimiento de las pesquisas y los giros que no me esperaba, han hecho que esta novela me tuviera sujeta a sus páginas.



Además, es el primer contacto que tengo con este autor. Su primera novela, Doce abuelas, tuvo una gran acogida y confieso que esta novela me ha sorprendido. Tengo que reconocer que mi intención es seguir leyendo más novelas de este autor sobre todo por lo fácil que me resultó leer esta historia.


Enlace: https://www.yoleonovela.com/..

Mi primera impresión al leer la premisa fue que no me iba a gustar. Tiene muy presente un tema que no me llama la atención: el punto. A pesar de los prejuicios, lo leí y mi opinión cambió.



Actualmente no estoy aprendiendo a hacer punto, pero sí tengo un buen recuerdo de la novela.



Se desarrolla en el negocio de Georgia Walker y su hija preadolescente, Dakota. En esta tienda de punto neoyorquina se reúnen otras 6 mujeres, auténticas y únicas a su manera, cada viernes por la noche para hacer sus labores.



Es una cita que se vuelva rutinaria sin esperarlo ni planificarlo, y de ahí nace el club de los viernes.



Pero no voy a adelantarme a los acontecimientos. Antes de que estas mujeres compartan algo más que las enseñanzas y el amor por el punto, fue esencial que la vida de Georgia y Dakota diese un giro. Aquí entra en juego otro personaje importante que ayudó a que la trama avanzase.



Las primeras 100 páginas se me hicieron largas. La autora estaba dando contexto a la vida de Georgia y Anita, ayudante y amiga de la primera, lo cuál no es negativo, pero a mi se me hicieron cuesta arriba porque eran momentos cotidianos que se repetían una y otra vez.



Una vez que pasas la línea de salida, la historia se vuelve adictiva, encantadora y enternecedora.



Dakota es un personaje que se sale de los estereotipos. Es una niña preadolescente independiente, creativa y muy avispada. Cuando empezaron a reunirse en el club, empezó a hacer postres y desde ese momento, su pasión por la repostería es algo que la ha diferenciado de otras niñas.



Tiene una etapa más rebelde, pero aún así, es un personaje que te saca una sonrisa a la mínima.



Georgia, madre de Dakota, es una mujer que luchó por encontrar su sitio en New York. Cuando quedó embarazada, no sabía que hacer. Su madre le insistía que volviese a casa, pero ella no quería rendirse tan pronto. Esa decisión le llevó a tener el negocio de punto: Walker e hija.



Es un personaje que también representa la independencia y la fuerza de creer en sus sueños. Me gusta mucho porque es fiel a sí misma y muy cabezota. Intenta ser perfecta y un ejemplo para su hija, aunque a veces la vida llame a la puerta para desbaratar sus planes.



A medida que sigue avanzando la historia, aparecen más personajes igual de singulares e independientes. Mujeres que dicen salirse del canon para ser ellas mismas, dejando de lado las creencias familiares y las opiniones ajenas.



A ninguna le salen las cosas bien a la primera, pero no se rinden, y este es el mensaje más bonito e importante que te deja la novela.



Hablando en términos generales, se disfruta porque creas un vínculo con los personajes y te sientes identificado con sus vivencias. No es una historia que brille por tener mucha acción o por tener el romance como pilar, pero no necesita nada de esto.



Es una historia que habla sobre el amor a la vida, al tiempo de calidad y a las amistades duraderas y verdaderas.



El único punto negativo que le veo, en mi opinión, es el desenlace final. No haré spoilers, así que puedes leer tranquilamente.



La autora decide darle una vuelta de tuerca que no me ha gustado, le ha aportado más dramatismo del necesario. Lo "bueno" es que ha sabido introducir el resto de finales en este desenlace, dejando la novela muy redonda y en su totalidad, terminada.



Hay más libros, pero son más complementarios que esenciales.



Es una historia de personajes y momentos cotidianos. De decisiones difíciles, pero con las que te sientes identificada. De momentos que te llenan el corazón y te crean un nudo en la garganta. De lágrimas mal contenidas y una sonrisa cuando menos te lo esperas.



La he disfrutado y me he sentido parte de ella. Me habría gustado mucho que hubiesen hecho la adaptación a película, como bien anuncian al final del libro.

�mbientada en Inglaterra, durante la Gran Guerra, esta historia involucra a dos hermanas gemelas. Después de la muerte de su madre, Peggy promete cuidar de su hermana Maude. Debido a eso, Peggy siente muchas restricciones que, según ella, limitan su propia vida.



� y mientras los hombres de Gran Bretaña se van a luchar, los trabajos recaen en las mujeres para mantener el negocio en funcionamiento. Entre los trabajadores se encuentran las gemelas Peggy y Maude. Trabajan en la encuadernación de Oxford University Press en Jericó. Peggy sueña con asistir a la Universidad de Oxford, pero es una chica de encuadernación. Su trabajo consistía en encuadernar los libros, no en leerlos. Pero las lee, lo hace, y las páginas que se consideran inadecuadas, las lleva a casa en el estrecho barco donde ella y Maude viven.



📚Los refugiados llegan desde Bélgica provocando diferentes reacciones entre la población británica.



📚Peggy comienza a pensar en otro futuro para sí misma. Pero tiene que estar ahí para Maude hasta que uno de los refugiados empiece a pasar tiempo con Maude, lo que le permite a Peggy un poco más de libertad para perseguir sus propios sueños.



�ualquier amante de los libros podría disfrutar aprendiendo más sobre el proceso de impresión y encuadernación de libros en aquellos días. ¡Tan fascinante! Y también está el telón de fondo de la guerra y el movimiento sufragista femenino.



�n conclusión, primer libro que leo de Pip Williamns y lo he disfrutado mucho. Un libro sobre las mujeres encuadernadoras de aquella época que hicieron cosas invisibles , pero que es bonito pensar que es su trabajo lo que ha permitido que podamos sostener en las manos un libro que se escribió entonces.