Apuesto a que a veces podías encontrar todos los misterios del universo en la mano de alguien.
|
Apuesto a que a veces podías encontrar todos los misterios del universo en la mano de alguien.
|
Apuesto a que a veces podías encontrar todos los misterios del universo en las manos de alguien.
|
"Pensaban que nuestra juventud nos ayudaba a superar todo. Tal vez las mamás y los papás se olvidaban de este pequeño hecho: estar al borde de los diecisiete años podía ser duro, doloroso y confuso. Estar a punto de tener diecisiete podía realmente apestar."
|
Nos volvimos a reír. No podíamos parar. Me pregunté de qué nos reíamos. ¿Era solo por nuestros nombres? ¿Nos reíamos porque sentíamos alivio? ¿Estábamos felices? La risa era otro de los misterios de la vida.
|
- Ojalá estuviera lloviendo -dijo. - Yo no necesito la lluvia -respondí-. Te necesito a ti. |
El problema con mi vida era que se le había ocurrido a otra persona.
|
Las sonrisas son así. Vienen y van.
|
—Creo que lo amas más de lo que puedas soportar.
|
—Sí... Pero... —Me miró—¿Siempre serás mi amigo? —Siempre. —¿No importa qué? —No importa qué. |
Tengo esta idea de que la razón por la que tenemos sueños es que estamos pensando en cosas que no sabemos que estamos pensando... En esas cosas, pues, que se escabullen de nosotros en nuestros sueños. Quizás somos como llantas con demasiado aire dentro. El aire tiene que salir. Eso es lo que son los sueños.
|
Manolito ...