Un cuento perfecto

A lo único que le tengo miedo es al dolor. Eso si que me molesta.

Creo que estaba abrumado. Nadie me había regalado algo tan grande. Y no me refiero a los lujos, aunque es bueno darse cuenta de que nunca necesitaste que te recogiera un buen coche en el aeropuerto... Me refiero a lo que realmente compra el dinero: tiempo. Pero para ti.

El amor no es que caduque, es que hay que conjugarlo a tiempo o dejará de significar algo.

Un abrazo es el primer acto de amor, pero no siempre respeta el orden.
A veces uno solo es capaz de abrazar de verdad cuando ya está todo roto.
Otras, sin embargo, como aquella vez, dos personas son capaces de reconfortar un cuerpo al que aún no han amado.

...de pronto podía hablar de lo que me había pasado y me resultaba más fácil expresarme: me estaban prestando atención. A mí. A mis emociones, a lo que me había pasado, al porqué de las cosas que había hecho o que decía.

Diferencia entre lo que quieres solucionar y lo que no te vale la pena.
Abandonar no siempre es de cobardes; a veces es más bien de valientes que saben que el resultado de una guerra no compensa las pérdidas.

Sé que mi madre lamentaba no haber parido en mi lugar a un chavalote, porque siempre nos dijo que el mundo de los negocios era para hombres valientes con mucho talento.

Nunca deberías basar tu valoración de ti mismo en la opinión de terceros.

Entender que nuestro peor enemigo somos nosotros, a veces nos lleva una vida entera.

Ni nada es tan grave ni la vida se acaba. Solo... se abren nuevas posibilidades.