![]() |
Es curioso. de la misma forma que la sociedad reproducida en la distopía de Bazterrica primero se perturba, para después normalizar el canibalismo, a un servidor se le asienta el estómago y "tolera" lo que lee a fuerza de acostumbrarlo. La novela de la autora argentina es incómoda, en el mejor de los casos, la abras por donde la abras y, al margen de lo morboso, (que hay para dar y regalar) es como una gran sala llena de espejos literarios donde uno puede verse reflejado (hasta donde su conciencia le permita) de forma individual y colectiva. Cadáver exquisito pone a la condición humana contra las cuerdas en una situación extrema. Un virus rompe la cadena alimentaria dejando al mundo animal fuera de esta y prácticamente exterminado. Y bajo esta premisa la narración se eleva a tantos horizontes como tu mente sea capaz de alcanzar. Para mi, la autora se sirve de la industrialización de la carne humana, para hacernos más conscientes. Y funciona por impacto. Ponernos en primera persona en un matadero y describir todos los procesos de sacrificio, corte y confección, es abrir mentes a cañonazos. A nadie escapa, que la industria cárnica actual tiene ese comportamiento. Si alguien no se siente inquieto al ver a su especie despiezada, envasada y lista para el consumo en las neveras de los supermercados, es para hacérselo mirar. La asociación está servida, y, resulta inevitable trasladarla al animal que llega a nuestros platos. Más allá de veganismos y polémicas en las que no voy a entrar (porque es mi libre elección) sí me cuestiono, y mucho, si no habría que revisar éticamente, la legislación vigente. Hasta hoy, siempre buscaba la pieza más jugosa, más tierna, pero jamás pensé las atrocidades que padecía el cerdo o la ternera antes de llegar a mi boca y satisfacer mi capricho. Y lo peor es descubrirme como un culpable pasivo. Volviendo a la parte literal del relato, también encontramos a una industria corrupta que ante la pérdida de su materia prima, regulariza, sin miramientos, nuevos productos. Y cuando se trata del humano, ya sabemos quienes van a convertirse primero en alimento. Los más desfavorecidos. Carne especial conseguida en países supepoblados. Criaderos humanos. Curtidores de pieles y, como no, cotos de caza. Una novela perturbadora que te conduce a la inexorable deshumanización actual, donde conseguir y disfrutar de nuestros anhelos está por encima de todo, incluso de un prójimo, que mañana puedes ser tú ante los caprichos de otros. No digo que me he deleitado, ha sido dura y difícil de digerir. Incluso los más acostumbrados a libros fuertes del lugar puede, que este, les supere. A mi me ha gustado, en especial la habilidad de Bazterrica de llevarme al matadero. Pero ni es una lectura amable ni se le espera. + Leer más |