InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
Críticas sobre Permafrost (20)
Ordenar por :   Fecha   Los más apreciados  



Añadir crítica
Woli
 09 February 2021
Me gusta cuándo empiezo un libro y no puedo dejarlo.Esto me pasó con este, la escritora narra de manera magistral las relaciones personales y las vivencias de la protagonista. de una manera muy poética nos hace pensar en las cosas que importan y como a veces nos podemos sentir incomprendidos en este extraño mundo.
Comentar  Me gusta         10
Queridobartleby
 16 March 2019
La protagonista, es como la capa helada a la que alude el título; con ella se siente a salvo, como aislada del mundo. La madre es posesiva y ella tratará de apartarse de su dominio. Su hermana está casada y dice ser feliz, pero siempre está medicándose. Ella reprocha esa falsedad y quiere ser en cierta forma ella misma a pesar de la coraza que mantiene.

Libro irregular de la escritora Eva Baltasar. Hay capítulos o fragmentos dignos e incluso brillantes, fundamentalmente cuando la autora introduce la poética dentro de la prosa, en contraste con otros donde la escritura es plana totalmente, malogrando de esta manera el conjunto del libro.

Es valiente en los temas a tratar: el lesbianismo y las inclinaciones suicidas, vistos de forma natural y desinhibida.

Dista de estar lejos del maestro Bernhard, al que cita al inicio del libro, pero merece la pena seguir.
Comentar  Me gusta         10
Jensv
 25 January 2019
Comencé a leer este libro un domingo, el mismo día en que lo terminé. Permafrost es muy adictivo y durante su lectura tenía continuamente en mi boca una sonrisa incómoda a costa del humor negro y sarcástico de Eva Baltasar. Admiro la capacidad de la protagonista de ver la superficialidad, de soltar verdades como puños y cargar contra el positivismo de marketing y libro. El permafrost es esa capa del suelo permanentemente congelada, en este caso es el tejido que la protege del mundo.
Comentar  Me gusta         10
Beatriz_Villarino
 02 December 2018
Acabo de leer Permafrost, me lo ha regalado mi hija y espero de todo corazón que nuestra relación no haya sido como la que la protagonista mantiene con su madre. Lo espero porque al leer Permafrost he sentido unas ganas inmensas de escribir sobre mis emociones; en muchos casos me he sentido identificada, en otros no, afortunadamente, pero si me decido a escribir será, como siempre, para mí misma (curiosamente también el psicólogo me “recetó” que escribiera cuando me sintiera mal, y va bien; al final dejas de pensar en lo que te atormenta, aunque sea por el hecho de no tenerlo que escribir de nuevo).

Siento, como la protagonista, que todo lo que nos va pasando a lo largo de nuestra vida se va quedando en la mente, es como posos de un café que tomamos hace mucho tiempo y cuesta trabajo quitar, están ahí, forman parte de nosotros y de nuestra identidad.

También estoy de acuerdo con ella en que la personalidad se forma con ayuda de quienes nos rodean, por eso debemos dejar de lado a aquellas personas que nos hacen sufrir, aunque a veces sea demasiado tarde, o nos dé miedo enfrentarnos a determinadas situaciones que ya están marcadas por estereotipos sociales ¿qué van a pensar de nosotros si actuamos como queremos? En fin, no voy ahora a hablar de mis obsesiones, a pesar de que al leer esta novela he descubierto que son bastantes.

Leer Permafrost es como varias sesiones con el psicólogo pero todas juntas, sin dosificar, de forma que el cuerpo se va quedando helado hasta que, de manera catártica, rompemos esa capa de hielo, y nos reímos… Porque Eva Baltasar consigue tratar temas universales como la angustia ante la vida, la incomprensión, los complejos, la depresión, las pesadillas, el suicidio, la madre absorbente, el padre despreocupado, el sexo, el amor… y tanto dolor queda expuesto a veces con ironía, muchas otras con humor y siempre de forma poética. Aunque no faltan las críticas a una sociedad que hace sufrir a todo el que se sale de la norma, impuesta por otro lado, hace cientos o miles de años y en sociedades totalmente distintas a la actual

Entenderla es más fácil de lo que ella cree. En cambio comprenderla es tan indeseable como cultivar gusanos en una úlcera. Según ella, una lesbiana solo tiene suficiente estabilidad para hacer la mona (de Pascua)

Tampoco faltan las críticas al organismo médico estatal, falto de preocupación por el propio Gobierno «Para mayor seguridad anulé la visita al dermatólogo y reinicié el proceso. Tenía por delante diez meses de espera».

La novela es un monólogo interior, de ahí que los diálogos, cuando aparecen, estén construidos en estilo libre. Hay alguno en estilo indirecto, básicamente cuando se trata de su sobrina «“¿Quieres que te cuente cosas, tía?”, me pregunta mi sobrina desde la cama». Creo intuir por qué ese cambio cuando se trata de la niña, pero lo dejaremos para comentarlo más adelante.

En principio la protagonista piensa, más que relata, en el porqué de su continuo malestar, la familia es el principal motivo, algún problema con su hermana porque le achaca falta de sinceridad y madurez consigo misma

“¿Iglesia? ¿Te vas a casar por la iglesia […] Antes la veo en una reserva de la biosfera, un zigurat, un santuario sintoísta […] “Claro. Queremos una boda romántica…

con su padre, porque no se ha preocupado por ellas, sus hijas,

A papá le basta con saber que estamos- bien- de- salud.

y sobre todo, con su madre, demasiado obsesiva, demasiado absorbente, demasiado dura con ella, tanto que la ha traumatizado desde pequeña

El escritorio era de madera de pino y tenía una cubierta blanca a prueba de niñas. “Es para hacer los deberes […] Ni pintar ni recortar ni pensamientos de utilizar el cúter. Por cierto ¿dónde está el cúter? ¿No debería estar aquí? ¿En el bote? ¿Con las tijeras? Busca el cúter y déjalo en su sitio” Con las tijeras

¿Es por eso por lo que en ningún momento sabemos su nombre? Es como si no tuviera identidad, de ahí que le asuste tomar decisiones, crear vínculos, comprometerse de verdad

Legalizar el matrimonio homosexual ha sido una gran cosa, no lo discuto, pero a mí ya me iba bien antes.

de ahí que disfrute de su soledad y de las innumerables maneras de salir de ella, siempre en forma de suicidio

Un suicida con éxito es hoy un héroe

Al tratar este tema tan serio bajo el punto de vista humorístico nos damos cuenta de que ese suicidio es otra circunstancia que ella acoge simplemente en su fantasía, aunque nunca tenemos plena certeza

…una ya no puede ni endilgarse un hueso de aceituna por el tubo equivocado, te forzarán a escupirlo aunque tengan que partirte las costillas y perforarte un pulmón.

y la tensión va en aumento conforme van pasando los capítulos. También, fruto de la tristeza continua, se desarrolla en ella una sensualidad extrema, es como si sólo viviera para obtener placer, aunque sea efímero, por su falta de compromiso y, en ocasiones, falta de integridad hacia ella misma

Mentir es una manera de resistir, una estrategia de camuflaje para individuos socialmente poco agresivos como yo.

No se puede culpar continuamente a los demás sin hacer algo por salir del agujero en el que nos encontramos. Y ella no hace nada excepto huir, no se enfrenta a lo que realmente le ha hecho daño, no se enfrenta a su familia, huye de ella y al querer borrar el problema sin desafiarlo vive en un constante vacío existencial.

“Pues vete de au pair y podrás tirarte el día leyendo” Solo tendría que llevar a los niños a la escuela […] Además, cabía la posibilidad de que recibiera un pequeño sueldo. Quizá sí, pensé. Quizá sí

La epanadiplosis con la que termina su reflexión consigue reforzar la idea de huida. La apatía derivada del sentimiento de soledad hace que sufra un constante desorden emocional, agrandado paradójicamente por los diminutivos «Cardrona es microbiano, una discreta acumulación de casitas en un ilimitado campo de golf, como el montoncito de tierra que indica la presencia de un hormiguero en un descampado».

La protagonista tiene una idea preconcebida de la vida, idea angustiosa que desea borrar hasta que todo quede en línea recta, sin fisuras, sin altibajos. No le atrae lo real, ella busca un equilibrio propio; más que buscarlo desea encontrarlo, y está claro que en una sociedad no hay equilibrio, no existe la perfección, al menos no la misma armonía para todos, porque el ser humano es diferente, siempre habrá algo que desee y no tenga, y nos haga pensar en injusticias, en asimetrías, en nepotismo. Así pues, ella se deja llevar por lo que le va sucediendo e intenta darle forma, pero es una forma efímera, como la que aparece en el sueño, por eso no deja que su obra permanezca, por eso vive en un esfuerzo constante. Vive sus traumas, uno tras otro y cae una vez tras otra hasta que logra salir de ellos; eso esperamos, aunque sea a costa de las desgracias de los demás.

Conforme leemos los capítulos nos damos cuenta de que están escritos de manera caótica, no siguen una linealidad, tienen saltos en el tiempo, como el pensamiento; esta forma de escribir creo que define asimismo a la protagonista innominada, su caos interno puede venir de su complejo de inferioridad, se siente insignificante respecto de quienes la rodean, de quienes la aman incluso, por eso deja a todas sus parejas, no es capaz de mantener una relación seria con ninguna mujer, «hay mujeres que me hacen sentir absolutamente lesbiana», a pesar de que le hayan dado muestras de verdadero amor, a pesar de que le hayan pedido matrimonio, a pesar de que se hayan intentado —alguna sí, de verdad— quitar la vida al ser abandonadas

No hay nada peor que sentirte exclusividad de otra persona, tener que oír, reducida a pieza de lego, que eres decisiva en la felicidad o infelicidad de otra persona. ¿Nos hemos vuelto locos? […] tuve que asistir a automutilaciones y eso era mucho peor. “Si de verdad quieres abrirte las venas haz los cortes en vertical de una puta vez ¡y déjame tranquila, joder!”

El caso es que ella no se siente merecedora de mujeres que la sobrepasan en belleza, inteligencia, posibilidades económicas, así que una vez agotado el mero placer, las deja, no quiere más responsabilidades, ha cumplido las expectativas con las que fantaseaba. También presiente, o siente la muerte como una forma de amor, algo que atrapa al cuerpo por sorpresa «Que lo pille desprevenido, pues». Esta reflexión convierte a todas sus preparaciones suicidas en paradoja «Me refiero a que no será accidental, habrá una intencionada voluntad, una orden ya escrita. Llegado el momento será sólo cuestión de ejecutarla».

En otras ocasiones la paradoja deriva de la ironía, la falsedad con la que nos enfrentamos a situaciones usuales, cotidianas, que viene incrementada en el libro por la escritura automática, sin puntuación ni signos ortográficos. A la protagonista le da igual lo que ocurra a su alrededor, no medita, es como una autómata que dice lo que tiene que decir «Activo mi formato de voz agradable».

Cuando no piensa en suicidarse sus razonamientos son bastante coherentes, de hecho creo que da en el clavo en todos, o casi todos. La percepción anafórica del tiempo es distinta a la catafórica, por eso, durante la juventud vemos delante de nosotros un futuro negro ante cualquier error, creemos que no hay tiempo para subsanarlo, hasta que llega ese futuro y al convertirse en un presente con menos futuro, las expectativas se abren como un abanico «¡Demasiado tarde para las Bellas Artes! sollozaba. A los veintitrés crees que ya es tarde para todo. No es hasta los cuarenta cuando te percatas de que aún estás a tiempo, si no de todo, al menos de todo lo que importa».

Y, efectivamente, a ella le llega un futuro agridulce, pues dos seres antagónicos, como ella, incapaz de disimular su angustia y su sobrina, incapaz de disimular su esperanza, reanudarán este ciclo opresivo, maravilloso, que es la vida.

Formalmente es una novela, pero Eva Baltasar nos ofrece poesía, así que podríamos calificarla de prosa poética; contiene todos los elementos de una historia, trama, personajes, narrador, diálogos, y no obstante predominan los recursos poéticos; en un mismo párrafo se acumulan personificaciones, comparaciones, metáforas y oxímoron «La humedad tiene la manía de introducirse en las partes más vulnerables del cuerpo. No la tolero. No sé vivir con ella, no sé hacerlo, penetra hasta rincones insospechados de mi interior, como una lava untuosa y helada». Las hipérboles aparecen como entes magnificadores de lo cotidiano «El suplicio siempre culminaba en una suerte de coma que me dejaba tirada al fondo de todo de un profundo sueño» (la menstruación). Las comparaciones son, a veces, imposibles «Sus ojos eran formidables […] palpitantes como fetos». Capítulos que, por sí mismos, forman un microrrelato, como el 13. Capacidad absoluta para unir metáforas poéticas a un vocabulario vulgar «Adoro, adoro las manos de mujer […] los dedos agudos, la movilidad casi musical de las coyunturas […] En realidad quien lo repetía era mi coño». Facilidad para las aliteraciones que acrecientan el ritmo «pensador impenitente», o desenvoltura a la hora de incluir un léxico técnico en imágenes humorísticas antitéticas «Soy una gran amante de las diaminas cadaverina y putrescina. Los aminoácidos en descomposición, ¡qué gran fuente de vida!». Metáforas engrandecedoras, comparables a un neopetrarquismo «estar con una mujer es como sacar la cabeza al exterior y descubrir que de verdad has excavado esos seis metros que quedaban». Cosificaciones humorísticas basadas en la pintura «Pienso en Paul Klee, en El cuento del enanito […] Qué lástima no haber hecho Bellas Artes, tengo a mi hermana tan desaprovechada como una cesta de Navidad en casa de mamá». Metáforas sinestésicas inverosímiles «Y lo preguntaba así, en cursiva, porque ella era capaz de aplicar estilos al habla». Las anáforas, los paralelismos y enumeración afirman, asimismo, un aire poético «Cuando bajo a comprar […] Cuando voy a nadar […] Cuando…» que culmina en la propia autora, capaz de ver belleza, paradójicamente, como su protagonista, en cualquier situación «No era guapa, pero el sol de la mañana entraba […] que casi la atravesaba […] y la revestía de una belleza que sin duda no tenía fuera de la consulta».

¡Bravo, Eva! Podría estar hablando del libro días y días. de hecho es de los que han de releerse de vez en cuando.

Enlace: http://elblogaurisecular.blo..
+ Leer más
Comentar  Me gusta         14
vedacris
 20 October 2021
"Viva aún desprendo cierto calor, me imagino blandísima por dentro. Por fuera lo soy más de lo que creo, casi un producto de pastelería, un objeto de cera tibia barnizado, atractivo como una primera línea. Cada célula se reproduce, ajena a mí, y a la vez me reproduce, me convierte en una entidad debida. Si todas esas partes microscópicas dejasen de trabajar, aunque fuera un segundo…"


La protagonista y narradora de esta historia nos cuenta, a modo de diario y rememorando varias etapas de su vida, la relación que mantiene con su propia vida y cuerpo, con las mujeres que en algún momento fueron sus amantes, con una hermana tanto o más inestable mentalmente que ella y con una madre controladora.

Esta narradora, de la que nunca llegamos a conocer el nombre, es una mujer con escasas habilidades sociales, introvertida, lesbiana, con tendencias suicidas y muy vinculada al mundo del arte y la literatura.

"El sexo me aleja de la muerte. Aún así no me acerca a la vida."

Toda la novela gira en torno a esa necesidad que la protagonista tiene de quitarse la vida, la idea recurrente del suicidio convertido en intención y fantasía, a su sensación de no encajar en este mundo pero al mismo tiempo tampoco dejarse influir por él, su "idilio con la muerte", y por otro lado su manera de aferrarse a la vida, de experimentar la intensidad de la misma a través del sexo y el placer, ya sea con otras mujeres o en solitario.

Tengo sentimientos encontrados con esta lectura. Me parece un libro valiente que habla de temas tabús de los que no se suele hablar: El sexo lésbico, el suicidio, la masturbación, las medicaciones para los trastornos mentales, las relaciones tóxicas dentro de la familia... y esto siempre es interesante. Por otro lado la narración -muy poética e intimista- es algo que me gusta, pero creo que en ocasiones abusa del estilo y más que prosa poética lo convierte en poesía en prosa, y no digo que eso esté mal, pero no es lo esperado. También, en ocasiones, abusa de un lenguaje demasiado rebuscado, lo que me provocaba frenadas en seco (para releer y entender o para buscar el significado de las palabras y darle sentido a lo leído) que me sacaban de la lectura y me fastidiaba, porque es una lectura que invita a leer sin descanso y atrapa bastante.

Creo que esta obra podría encuadrarse dentro de la metaficción, cosa que al principio me descolocó un poco pero a la que acabé cogiéndole el gusto y reconozco que este aspecto está muy bien llevado. Es un texto inteligente y sensible, con toques de humor negro que desdramatiza bastante algunas situaciones, pero que no ha acabado de enamorarme.

Es posible que las expectativas con las que empecé a leerlo -después de llevar casi dos años oyendo hablar maravillas de él- hayan influido en mi manera de verlo y senirlo. Quizá la propia protagonista, esa manera de aislarse y enfrentarse al mundo, ese "permafrost" tan apropiado del título, hayan impedido que empatice con ella y por lo tanto no me haya permitido entrar en la historia como ésta merecía. También puede ser que no fuera mi momento para este libro. Tampoco el final me ha parecido bueno: un golpe de efecto que no creo que haya conseguido cumplir su cometido, y yo soy mucho de finales y un mal final (como uno bueno) pueden cambiar de un plumazo mi opinión general del libro. No lo sé... pero el caso es que, a pesar de haberme gustado mucho, hay algo que no me deja ponerlo al nivel que he oído/leído; lo cual no impide que lo recomiende, ya que me parece una lectura intensa e interesante.

+ Leer más
Comentar  Me gusta         00
sansavanilla
 23 October 2020
No sé cómo se habla de un libro que has sentido llegar muy adentro. Partiendo de esta premisa, voy a intentarlo.

La protagonista, que nos habla siempre desde el yo, es una mujer de nombre desconocido falible, humana, con tantos defectos que corre el riesgo de caernos muy mal. Sin embargo, a mí me ha caído muy bien, he empatizado con ella hasta ese punto en que duele. Así, este librito de Eva Baltasar se ha convertido en una de las lecturas de 2020.
Esta protagonista, por su frialdad, parece que nos habla desde el no-sentimiento, entonces, ¿qué la lleva a hacer lo que se nos sugiere que hace en el primer capítulo? ¿Es precisamente la carencia de sentimientos? No creo que no sienta, simplemente, no estamos acostumbrados a que se nos hable tan directamente de estos sentimientos, que muchas veces se esconden o se maquillan, porque parece que no están bien. ¡Cómo si lo de sentir pudiera elegirse! (Y si no lo creéis así, mirad lo que le dice Isabel Pantoja a su hijo en la última entrevista de este en Sálvame Deluxe, yo aún estoy flipando). Y, además, se habla de ello con una belleza poética incomparable.

Me reitero, al top de lecturas de este año. Eva Baltasar, qué ganas de seguir descubriéndote.
+ Leer más
Comentar  Me gusta         00
elsitiodelasluciernagas
 15 September 2020
🏔️"La duda, la duda es la primera grieta en el propio Permafrost" 🏔️

A Eva Baltasar hay que leerla. .
Podría contar de qué va #permafrost y no me acercaría ni de lejos a las sensaciones que he tenido al leerlo 🤯

He tenido el corazón encogido ante esta mujer sin nombre. Un relato a pecho abierto que con temas duros y espinosos, incluso tabús: la soledad, el sexo, el suicidio y la muerte, el lesbianismo, la no maternidad elegida o la medicalización de la vida.

Una protagonista que, a ratos, duele y una escritora que imprime un carácter propio a su obra.

Con ganas de más Eva Baltasar 🤩
Comentar  Me gusta         00
Maral
 24 August 2020
Quizás si hubiera leído este libro primero, no habría llegado a boulder. O tal vez si....
Es anterior a boulder así que me esperaba las sensaciones de aquel, pero este no lo ha conseguido.
Este me ha resultado deprimente en el sentido en el que la protagonista se da por vencida, cansada de vivir atrapada en una vida mientras representa otra, marcada quizás por esa infancia familiar del que huye, con esa incapacidad para el compromiso....
Narra sus experiencias sin disfrazarlas detrás de sustantivos o adjetivos que embellezcan su prosa, consiguiendo de este modo que la narrativa sea una bofetada de palabras que te remueven mientras no dejas de pasar páginas.
Una lectura ágil y rápida, que no por ello es superficial. Todo lo contrario, es profunda y desgarradora.
Baltasar no me deja impasible en este libro tampoco, pero no me ha golpeado como en boulder, no al menos durante todo el libro, aunque algún capítulo me ha hecho parar para respirar
Comentar  Me gusta         00
MarcaLaPagina
 12 April 2020
El permafrost es la capa de suelo permanentemente congelado —pero no permanentemente cubierto de hielo o nieve— de las regiones muy frías o periglaciares.

Permafrost no sé si es un libro que vaya a ir por ahí recomendando a diestro y siniestro. Me ha gustado y he disfrutado mucho de la forma de narrar de la autora pero entiendo que es un libro un tanto especial.

Eva Baltasar nos presenta desde las primeras páginas a una mujer de unos cuarenta, lesbiana, alejada de cualquier tipo de compromiso y con tendencias suicidas. La historia está narrada en primera persona por lo que es la propia protagonista la que a lo largo del libro nos hace partícipe de muchos momentos de su vida. de esta forma se permite al lector conocer en profundidad al personaje y recorrer algunos momentos importantes de su vida desde niña hasta la edad adulta.

El sexo está muy presente en todo el libro, el despertar del sexo y el sexo ya adulto. Mención especial a la escena con la que despierta el deseo y el momento de masturbación que nos regala. Nunca había leído nada parecido y creo que debe ser muy difícil escribir esa escena sin que desentone con el tono del libro y su prosa.

Al avanzar en la lectura parece como si la autora le diera un respiro a su coqueteo con la muerte para profundizar en los dos temas recurrentes del libro, el sexo y la vida familiar. Un padre que se muestra de pasada, una madre controladora y una hermana "falsamente" feliz que complementa esa felicidad con alguna que otra ayuda química. Y por supuesto su sobrina Clàudia, culmen final del libro con el que no he podido evitar tener un pellizco en el corazón, no sé si por mi condición de madre o simplemente porque los niños al final siempre son los que nos hacen levantarnos. Levantarnos, seguir y quizás romper ese permafrost de las personas que viven congeladas.
Enlace: https://marcalapagina.com/20..
+ Leer más
Comentar  Me gusta         00
MrWonderBook
 09 December 2018
Ante todo decir que me ha encantando este libro.
Una de las cosas que me generó curiosidad es que desconocemos el nombre de la narradora, la cual nos cuenta hechos de su vida a lo largo de las 132 páginas que contiene. Este libro se te hace corto, ya que en mi caso, lo he leído prácticamente de una sentada debido a su cantidad de páginas y a lo que me enganchó.
Con un humor negro, la protagonista busca durante varias ocasiones el momento y forma adecuada de suicidarse. Nos va contando con total naturalidad y profundidad su adolescencia, traumas, su homosexualidad, y la forma de descubrir el sexo. Este último es un tema recurrente a lo largo de los capítulos, ya que ella misma se ve enganchada al sexo; incluso llega a decir que “El sexo me aleja de la muerte”, lo usa como forma de evasión.
Lo recomiendo al 100%, ya que se nota que Eva Baltasar ha cuidado mucho cada frase que contiene este libro.
Comentar  Me gusta         00


Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro





Test Ver más

Familias en la literatura

"Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo" ¿El personaje de qué libro está hablando?

Dr. Castel, de La Peste
Meursault, de El extranjero
Javier, de Cambio de piel

14 preguntas
51 lectores participarón
Thèmes : novela , familiaCrear un test sobre este libro