Tormenta de guerra

-Cuenta conmigo para lo que gustes, pero con una condición
-¿Cuál?
-Que él no termine muerto. Destruye su corona, haz pedazos su trono, destroza su monarquía, pero no lo mates.

¿Por qué no dije que si?
Rechacé su ofrecimiento, lo rechacé a él. No habría podido aguantar otra traición, suya... y mía. Te amo es una promesa que ambos hicimos y rompimos. Debería significar te elijo por encima de todo, te quiero más que a nada en el mundo, te necesitaré siempre, no podría vivir sin ti, haré cuanto sea preciso para impedir que nos separemos.
Él no lo hizo. Yo tampoco.
Yo valgo menos que su corona y él vale menos que mi causa

– Me basta con eso. Es un adiós mejor del que merezco.
– ¿Y yo qué merezco, Maven?
– Algo mejor que lo que te dimos.

Inducirlos a que estén juntos es apenas la mitad de la tarea; la otra mitad consiste en lograr que Cal se dé cuenta, como yo, de lo que vale un corazón... y de que es mucha más pesado que una corona.

– ¡Qué gran talento el de la Guardia para destruir! Siempre es más fácil derribar que edificar.
– En especial so lo que edificaste está podrido hasta la médula.

"Un consejo, de una reina a otra, querida", dice Anabel, todavía sosteniendo mi barbilla."No hagas nada estúpido"

"De repente, no quiero que el dolor desaparezca.
Es una distracción fácil de la necesidad en mi corazón."

"Es fácil ganar el favor de las personas a las que alimentas."

"Yo también estoy aquí.Mi voz importa. Mi esperanza importa."

"Es cruel dar esperanza donde ninguna debería estar."