Tres noches

Queridos babelinos:
¡¡¡Estamos de enhorabuena!!! O por lo menos, yo lo estoy, pues hasta hace aproximadamente un mes no conocía este interesante libro.
Os contaré por qué me ha gustado.
En primer lugar, la novela presenta dos niveles narrativos, lo que confiere cierta complejidad a la obra. En ella, el exmarido de la protagonista le envía una novela para que la critique, pues de hecho, ella ha sido siempre una de las personas más exigentes con su producción. En este primer nivel literario se presentan las relaciones de la protagonista con su ex, con su marido actual y con sus hijas así como una reflexión muy interesante con el acto de leer y la meditación sobre lo que se lee. En un segundo nivel narrativo se encuentra la novela del marido de Susan, Animales nocturnos (que por cierto ha sido adaptada al cine). Animales nocturnos es una reflexión sobre la violencia del ser humano.
Con estos dos niveles narrativos, la escritora alterna el pensamiento de Susan sobre los sucesos de la novela así como sobre sus preocupaciones cotidianas, con los grandes temas de la novela secundaria.
El segundo aspecto que me ha gustado es precisamente el modo en que ha presentado la autora sus pensamientos. Para hacerlo de un modo ágil, nos muestra un thriller lleno de acción que resulta difícil de dejar de leer alternando con su realidad.
Finalmente, y por no alargarme demasiado, me ha encantado la permeabilidad entre los dos universos narrativos. A través de las reflexiones de Susan sobre la narración de su ex, el tema de la violencia acaba ocupando también su mente para demostrar que , en el fondo, todos los seres humanos somos capaces de ser violentos.

Tres noches AKA Tony & Susan AKA Animales nocturnos: la yegua de noche galopando a través del bosque, el vampiro en la garganta, la heladora desolación, el desasosiego.

Mientras sus hijos escuchan a Wagner o juegan al Monopoly Susan lee el libro que, al fin, escribió su primer marido, ese fallido matrimonio que vuelve a su recuerdo en una historia que enmarca otra historia de pérdida y transgresión. Una fría narración en tiempo presente que nos expone con estremecedora lucidez los pensamientos más íntimos e inconfesables, Tony y su aceptación, Susan y su encubrimiento.

El libro nos deja con una extraña insatisfacción: la crisis en la historia que lee la protagonista que leemos se desencadena muy pronto, y después vamos dando tumbos ladera abajo hiriéndonos con las esquirlas aguzadas, pero lo que esperamos que acontezca en la metaficción no sucede, nos deja al borde: nos muestra un abismo nebuloso, un vacío, un malestar en el lector y un punto final como un portazo en nuestras ansias de saber.