Una Extraña Confesión

El libro comienza con una breve pero interesante introducción por parte del editor, en la que nos cuenta desde la primera vez que se publicó la obra hasta las versiones en la gran pantalla. Aunque la traducción literal del título sería ‘Drama de caza', el título más utilizado a lo largo de los años ha sido siempre el que nos ofrece esta edición.

Durante toda la novela, el muy recurrente loro del protagonista nos dice continuamente: . El animal no para de repetir una y otra vez esta frase, aprendida anteriormente, pero cada vez que la chilla, el lector piensa que es una pista de lo que va a suceder.

Lo más sorprendente de los personajes es su gran capacidad para beber alcohol, en su mayoría vodka, siempre seguido de medio vaso de agua. Lo beben todo el tiempo, y por supuesto, tanto exceso tiene sus consecuencias. El autor aquí utiliza el tópico de que los rusos beben mucho alcohol, y nos garantiza mucho vodka de principio a fin del libro.

La novela, aunque no es corta, se lee muy rápido, con gran fluidez, ya que el vocabulario y la jerga son comunes y sencillas. Además, cuenta con muchos capítulos, casi todos resultan algo largos, pero tan entretenidos que llegas al final de cada uno con facilidad. Así, en conjunto, la lectura se hace fresca y rápida.

El argumento en sí no me ha gustado demasiado, con tantos celos entre personajes, pero lo que peor he llevado han sido las notas del autor en la parte final del libro, cuando se realiza la investigación. Estas notas te descubren el pastel antes de leerlo, son spoilers hechos por el propio autor. En el apéndice de la novela se puede ver el verdadero asesino de la misma, pero ya lo sabíamos porque el autor nos lo había dicho en sus notas a pie de página. Un tanto absurdo e innecesario para el lector, al que no le hace ningún favor, sino que le estropea la lectura.