La dama del perrito

"La dama del perrito" es el segundo relato que leo de Chejov y me ha gustado más que el primero que leí (El reino de las mujeres). Una historia de amor entre un hombre en la cuarentena, casado y con hijos pequeños, acostumbrado a relaciones esporádicas e intrascendentes, y una mujer mucho más joven casada hace dos años y con un marido distante.

Se conocen y entablan una relación intensa que parece tocar a su fin cuando la mujer debe regresar con su marido, que ha enfermado y no puede reunirse con ella. Pero el amor verdadero ha tocado el corazón del amante y va a buscarla a su ciudad de residencia, vuelve la relación más intensa, si cabe...

Y ahí nos deja el autor, con la incertidumbre sobre este amor al que ninguno de los dos quiere renunciar...
Escrito con sensibilidad y maestría, te envuelve en el relato y te transmite la intensidad de ese amor que viven los protagonistas. Una lectura recomendable que no te dejará indiferente.

¡Feliz lectura!

Chejov narra una historia corriente, con personajes tan anónimos como cualquiera de nosotros, donde prácticamente no ocurre nada y sin embargo, en la insustancialidad de cada vida se encuentra el valor del relato.

El, cuarentón y conquistador por deporte, considera a la mujer un ser inferior, ella 20 años menor mucho más emocional.

Ninguno quiere renunciar a la comodidad del hogar. Ambos en busca de una aventura de usar y tirar que les permita respirar, en realidad nada que no le ocurra a tu vecino, amiga o incluso a ti.

¿Y a qué tanto perro, dama y chejov?

A su prosa, a la pulcritud y belleza de lo escrito, a como mide y marca los tiempos, a como un punto pone el silencio necesario, a su verbo.

Otros ven comparaciones jupiterianas, para justificar no se muy bien que.

No es necesario, la cotidianidad no es sinónimo de vulgar, y el cuento, a mi forma de entenderlo, es absolutamente terrenal, corriente y abrumadoramente existencial.

La obstrucción del alma, es una enfermedad tan conocida por todos, que no requiere de hades ni olimpos.

Chejov me conquista, que le voy a hacer, con su buena letra, con su armonía y la soledad de un desierto como compañía.

Un desierto que muchos hemos cruzado y algunos, más de una vez.

En su edición ilustrada, los dibujos pretenden acentuar un erotismo que yo no veo, pero claro hay 120 años de distancia entre su publicación y mi lectura...
¿Qué sé yo del calentamiento ruso de aquella época más allá del vodka?

En La dama del perrito, su autor Anton Chéjov nos relata una relación llena de amor y pasión entre dos personajes. Dmitri Gúrov, un banquero de Moscú, padre de familia sintiéndose infeliz con su matrimonio comienza a serle infiel a su esposa. de vacaciones en Yalta, una ciudad situada a orillas de la costa septentrional del mar Negro, Gúrov conoce a una mujer, Anna Serguéyevna. al igual que Gúrov, Anna, La dama del perrito mantiene un matrimonio en el que se siente desdichada. Una vez se conocen sienten una gran atracción el uno por el otro, comenzando así un affaire. A lo largo del relato, Chéjov nos transmite unas reflexiones muy valiosas y nos hace cuestionarnos asuntos relacionados con el amor.

La dama del perrito, a pesar de ser una historia muy breve, presenta una serie de características que hacen que reciba un gran valor. Los protagonistas no pasan hechos extraordinarios, pues como se puede apreciar, la trama en sí sí es muy sencilla. No obstante, gracias a la profundidad y descripción de Gúrov y Anna, La dama del perrito es una obra muy merecedora del reconocimiento que ha recibido a lo largo de los años posteriores a su publicación.

Este relato me ha gustado muchísimo. Por su brevedad, en menos de media hora ya lo había leído, pero sin duda, es una obra que no se olvida con facilidad. Tal y como comentaba anteriormente, pese a ser un libro clásico, introduce temas que nos rodean en la actualidad, así como las infidelidades y lo hace con una narración perfecta. También me ha gustado mucho el hecho de que aunque el sexo esté presente en toda la narración, no lo manifiesta expresamente. Y ya por último, cuenta con un final abierto, que personalmente me dejó asombrada y con ansias de saber qué pasaba a continuación. de este modo, seguramente en un futuro decida leer otro relato de Chéjov, creo que será una elección muy acertada.

«La señora del perrito» de Chejov es una historia de amor adúltero con final abierto. Me recuerda a la película «Breve encuentro» de David Lean. Transcribo un hermoso párrafo: «Anna Sergeyevna y él se amaban como personas muy apegadas, como parientes, como marido y mujer, como amigos íntimos; a él se le antojaba que el destino mismo los había designado el uno para el otro. Era incomprensible que ella tuviera marido y él esposa. Eran como dos aves de paso, macho y hembra, que habían sido atrapadas y obligadas a vivir en jaulas separadas». La metáfora de las dos aves de paso atrapadas no puede ser más expresiva. Chejov nos regala una novela de adulterio en muy pocas páginas. Aquí no son importantes los cónyuges engañados, que son insignificantes y vulgares, sino los amantes que tienen que llevar una vida oculta para gozar de la plenitud de su amor. No nos presenta a la amante como una belleza incontestable sino relativa, bellísima a los ojos de su amante. Apenas la describe: «Cuando Gurov la vio se le encogió el corazón y se dio plena cuenta de que en el mundo entero no había ahora para él un ser más allegado, más querido y más importante. Perdida en el gentío provinciano, esta mujer pequeña, que nada tenía de notable, con unos vulgares impertinentes en la mano, henchía ahora toda su vida, era su pena y su alegría, la única felicidad que deseaba para sí…» Aunque el final es abierto, como apunté, intuimos la tristeza, la frustración, la desilusión que espera a la pareja.

Creo que el tema principal de este relato es la transformación que sufre uno de los protagonistas. La misoginia de Gurov se disipa cuando conoce a Anna, la dama del perrito. Atrapado en un matrimonio sin amor, Gurov es un depredador de mujeres que disfruta y se emociona ante una nueva conquista. Pero Anna es la contracara de Gurov por su inocencia, su juventud y su condición de presa fácil para tan hábil cazador. Sin embargo, ella también es adecuada para él, ya que ambos tienen matrimonios en los que no son felices. Ambos se reconocen infelices y ese es el punto de partida para una nueva vida.