Calila y Dimna

Muy meritoria actualización de la clásica colección de cuentos de origen oriental. José María Merino nos traslada al castellano actual una obra que era prácticamente ilegible salvo para especialistas en literatura medieval. Tiene la obra la forma de las cajas chinas: una historia lleva a otra y ésta a otra y así sucesivamente y llega a ser a veces tan laberíntica la estructura que se pierde el origen por el que se lleva a cada cuento. Los cuentos tienen carácter de ejemplos con enseñanzas para la vida. Los protagonistas de estos pequeños relatos son la mayor parte de las veces animales. Muchos de estos cuentos han tenido larga descendencia en la literatura occidental posterior, influyendo en Boccaccio, Chaucer o Don Juan Manuel.
El rey Dicelem le pide a su filósofo Burduben que le cuente ejemplos sobre determinadas cuestiones, por ejemplo sobre los que actúan por capricho sin pensar, sobre los que pierden lo que buscaban con gran esfuerzo, sobre quien se equivoca al valorar la lealtad y afecto de un supuesto amigo, sobre cómo es capaz de enemistar a los amigos el intrigante y falso, etc. Esta estructura nos recuerda a "El conde Lucanor" de Don Juan Manuel, donde el conde es aconsejado por su criado Patronio en situaciones que se plantean en su vida a través de ejemplos (cuentos morales).
Cuentos tan famosos como el de la lechera parece que provienen de aquí. En el Capítulo VIII aparece "El sueño del religioso" que contiene la misma idea: un religioso se hace ilusiones con lo que va a hacer con una jarra con miel que tenía colgada sobre la cabecera de su cama, pero la jarra acaba rompiéndose accidentalmente y lo pierde todo, derramándosele la miel sobre la cabeza.