Un hotel junto al mar

Julie Klassen es una de mis autoras favorita, he leído todos sus libros (los publicados en España) y ninguno me ha defraudado. En todas mis reseñas recuerdo que esta autora no se centra solo en el romance. Unas historias tienen más romance que otras, en otras se centra más en el misterio y por último, están los libros más costumbristas.

Por lo general, sus libros son autoconclusivos pero este es una excepción. «Un hotel junto al mar» pertenece a la saga 'On Devonshire Shores' aún en curso. El segundo libro se titulará 'A winter by the sea' y se publicará en diciembre de este año en inglés.

Este libro me recordó a su trilogía «Las damas de Ivy Cottage» en cuanto al punto de partida: regentar un negocio de cero. No obstante, si tuviera que escoger me quedaría con «Un hotel junto al mar» porque creo que le ha dado más profundidad a sus personajes.

La autora consigue trasladarte de lleno a Sidmouth (1819), viviremos en el hotel junto a sus hermanas y peculiares huéspedes.

Cuando muere su padre, las hermanas Summers se quedan viviendo con su madre en una casa que no pueden mantener. A Sarah se le ocurre abrir un hotel, aunque al principio no es una idea que vean con buenos ojos entre su familia y vecinos, poco a poco va cuajando y calando.

Al principio, cada una de las hermanas tenía su protagonismo, pero poco a poco la historia de Viola va haciéndose con la trama; hasta el punto que solo quería llegar a su punto de vista para ver cómo avanzaba.

Viola es una joven brillante y con un gran carácter pero ella no lo ve. Siempre camuflada con un velo y en silencio, decide aislarse de la sociedad para que nadie le muestre desprecio. Su cicatriz por haber nacido con un labio leporino le ha causado grandes traumas. Aquí la autora no se limita a describir al personaje con la cicatriz sino que nos enseña cómo trataban esto en aquella época. Y cómo se veía a los ojos de la sociedad. Cuando su hermana Sarah le pide que le eche una mano en el hotel, Viola se niega, así que Emily le encuentra otro trabajo: leer para un señor mayor (que resulta no ser tan mayor).

Viola vivirá un proceso de autodescubrimiento y de superación gracias a una lucha interna, gracias a su nuevo trabajo irá ganando confianza y seguridad. En el camino, conocerá a grandes apoyos que le ayudarán a encontrar su camino. Su primer cliente le inspira a seguir luchando. Y aquí es donde encontraremos la parte de romance, una muy bonito y maduro que se cuece a fuego lento (clean romance).

Solo puedo decir que estoy deseando volver a hospedarme en el hotel y conocer cómo evolucionan las vidas de Emily y Sarah. Sarah y el misterioso escocés.... Emily la escritora y soñadora.

Creo que este libro es una mezcla de romance y novela costumbrista, hay un poco de misterio gracias al señor Henshall y Clarice; junto con un toque de humor gracias a Emily y algún que otro huésped.

El segundo libro lo protagonizará Emily, supongo que el señor Stanley no volverá ¿o sí?.

“En la costa sur de Devonshire vivían cuatro hermanas. Cuatro hermanas que nunca dejaban de pensar en la quinta, ni de añorarla. La que habían perdido, aunque, Dios mediante, no para siempre...”

Por ahora, la mejor lectura de lo que llevo de año y uno de mis favoritos de esta autora.

Julie Klassen lo ha vuelto a lograr, tras su último libro Las sombras de Swanford Abbeey  donde nos sumergíamos  en una historia de Regencia entre Agatha Christie y Jane Austen rebosante de  misterio, intriga y romance, Julie nos traslada ahora a las playas de Devon con Un hotel junto al mar, una historia con ese toque a Mujercitas o Sentido y sensibilidad que hará las delicias de los amantes de  la gran Jane Austen.

Las hermanas Summers deciden salir de ese estado de casi bancarrota poniendo la única casa que les queda, como casa de huéspedes. El enclave no puede ser más idílico, junto al las playas de Devon que será un reclamo perfecto para los clientes que puedan ir llegando. Pero no todas las hermanas están de acuerdo con romper su intimidad y meter en casa a desconocidos, sobre todo Viola, que se niega a que nadie la vea con el que para ella es su desgracia; una cicatriz en el labio.

Sarah regentará con paciencia la casa, Emily y Georgiana también contribuiran, pero Viola buscará un empleo fuera de casa, leerá a personas impedidas. Lo que en un principio ella pensó que sería leer cartas a personas mayores, se convierte en el principio de una bonita historia de amor que se cuece a fuego lento. El mayor Hutton, ha vuelto de la guerra con cicatrices que le impiden ver y es Viola la que con paciencia se ganará su amor. Ambos lucharan para que esas cicatrices no físicas, si no del alma empiecen a cicatrizar e incluso a desaparecer.

Me ha gustado cada uno de los personajes secundarios que sale, cada uno con su historia y aportando más sentimiento a la novela.

Julie en esta novela nos muestra las relaciones entre estas hermanas donde hay altibajos. Un ritmo más pausado recordándonos a libros como la serie de Ivy Hill ya que va entrelazando la vida de todos los personajes.

En conclusión, un libro que he disfrutado mucho como cada uno de los que he leído de Julie y que ya estoy deseando leer el siguiente que por lo que la autora nos cuenta en la nota final, basará más libros en las playas de Devon con lo que volveremos a saber de las hermanas.

Ya sabéis mi adoración por la editorial Libros de seda y sus maravillosas ediciones, así que os animo a que este día del libro os acerquéis a cualquier librería y os hagáis un regalo de cualquier libro de esta editorial ya que os enamorará tanto como a mi.

 

Ha sido mi primer acercamiento a la pluma de la autora y la verdad es que me ha cautivado.
Tras el fallecimiento de su padre, la Señora Summer y sus cuatro hijas se mudan a la casa de Sidmouth en Devonshire. Pero al no disponer de una herencia, deciden abrir su casa a huéspedes y así poder seguir viviendo allí. Esta decisión crea conflicto entre las hermanas, sobre todo porque Viola no quiere trabajar limpiando. al final todas encuentran alguna tarea con la que pueden ayudar y Viola se ofrece a leer a gente impedida.
Desde el principio la historia la van narrando las tres hermanas mayores, Sarah, Emily y Viola, pero llega un punto que la trama de Viola coge fuerza y me vi deseando leer más sobre ella y su enfurruñado cliente.
Es una novela costumbrista donde se le da cierta importancia al romance. Además es la primera parte de una ¿trilogía?, ya que parece ser que cada hermana tendrá su libro y su historia de amor, obviamente.
¿Quién será la siguiente? ¿Sarah la responsable y seria o Emily la escritora soñadora?
El punto divertido a la novela lo ponen algunos de los huéspedes y la alegre Emily.
Siento que el libro está muy bien documentado y que la autora ha sabido como explicar todas las actividades relacionadas con la salud que se iba buscando en pueblitos como Sidmouth, situados en la costa.

Tras la muerte del padre de familia, Sarah, la hermana mayor, seria y responsable, quedará al frente de la casa, de su madre impedida y de sus tres hermanas, Emily la amante de los libros, la agria Viola con su atrofia labial y la jovial Georgina, todas ellas solteras. A partir de entonces, el pueblo de pescadores de Sidmouth tiene un nuevo establecimiento para alojar huéspedes, Sea View, porque es la única manera que halla Sarah para sanear la economía familiar. Conforme llegan los huéspedes a la residencia vacacional, la madeja argumental de esta novela romántica histórica a fuego lento se va enredando y los protagonistas comienzan a probar los sabores agridulces de la vida en forma de amores insatisfechos, incidentes con la máquina de baño, pasiones contenidas, flirteos y promesas de matrimonio rotas. Una prosa sencilla y ligera, con reminiscencias de Jane Eyre y Jane Austen y con alguna almibarada descripción, y los numerosos diálogos contribuyen a una ágil lectura de esta obra de la autora de "La costa de los naufragios", que solo gustará a los fanáticos del género.

La hermanas Summers acaban de perder a su padre y su madre está bastante delicada de salud. Para salir de una situación económica delicada, la hermana mayor propone abrir su casa junto al mar a los visitantes. Aunque al principio hay reticencias entre las hermanas, ya que todas tienen que ayudar y necesitan varios cambios en la casa, el proyecto sale adelante. Así, nos embarcaremos en las vivencias de la familia y los visitantes que van apareciendo.

Es la segunda obra que leo de la autora y me ha encantado, su pluma es pausada pero con una delicadeza tanto en las descripciones como en la trama. La historia me ha recordado a Mujercitas, por lo que vamos conociendo de las hermanas, cada una con sus peculiaridades y deseos. Además, tiene muchos tintes de Jane Austen (autora que adoro), nos encontramos alguna referencia a sus libros que hará las delicias de sus fans. No tiene un ritmo rápido, pero ha conseguido que lo lea con una sonrisa, aunque también tiene momentos en los que se encoge el corazón.

Sarah es la hermana mayor, una mujer decidida, un tanto mandona pero obligada por las circunstancias. Con un corazón que necesita reparar. Emily es muy abierta y se gana enseguida a la gente, pero también dice lo que piensa . Viola es todo dulzura, tiene una cicatriz e intenta ocultarla, esto hace que no se abra a los demás. Ha sido mi hermana favorita, la que más evolución he visto, he aprendido mucho de su valentía y su gran corazón. Georgiana es una amante de los animales, pasa más desapercibida al ser la hermana pequeña, pero tiene mucho que dar. Además, tenemos a los visitantes que cada uno tiene que aportar. Es muy fácil coger cariño a la mayoría de personajes.

Una historia preciosa que nos demuestra el valor del servicio a la comunidad, la unión familiar, el sobrellevar las circunstancias que nos toca, valores importantes. También tenemos algo de misterio e incluso un amor inesperado.