Libros de Seda

"Perdición" es de esos libros que elegí por su llamativa portada y que con su premio de 1926 viene avalado por ser escritura clásica de mano de una mujer, además inicialmente lo poco que indagué me mostró a una escritora sufridora, algo que seguramente nos dejaba una novela de sentimientos.



Efectivamente esta novela nos trae la traducción de un libro clásico "Precious Bane" y que gracias a la colección de clásicos de Libros de Seda ahora podemos disfrutar.



La novela enseguida nos introduce en un mundo rural de principios de S.XX, un entorno difícil de por sí, pero mucho más para la protagonista de la historia, Prue Sarn, por tener una deformidad en la cara, concretamente labio leporino (queilosquisis) , algo que entonces y debido a las supersticiones se podía considerar incluso como un símbolo de brujería.



Independientemente de los prejuicios de la gente, la protagonista y su entorno tienen bien claro que nadie la va a querer con cara de liebre, otra superstición que la propia madre de la protagonista atribuye a que cuando estaba embarazada se le cruzó una liebre y la miró fijamente, ya es mala suerte.



En este ambiente Prue crecerá con cierta normalidad, pero a medida que entra en edad casadera el "problema" la lleva a aislarse y a dedicarse a cumplir la promesa que le hizo a su hermano Gideon, trabajar duro para poder enriquecerse y así tener cierta posición y buscar solución a la desgracia de Prue.



A pesar de las circunstancias y las reticencias de los lugareños, Prue es una mujer fuerte, positiva que a menudo recurre a las ensoñaciones para observar la belleza intrínseca de las pequeñas cosas que la rodean. Estas recreaciones y pensamientos nos dejan una novela cargada de intimismo y descripciones que conllevan una lectura lenta y dedicada, ritmos algo más difíciles de afrontar en la actualidad pero que nos detallan como ha cambiado la vida en estos años.



Precisamente el aspecto más destacable de la novela es la narración lírica de la autora, unas descripciones muy detalladas del entorno y de la crudeza de las costumbres y creencias rurales que provocan una total inmersión en el lector, el cual a medida que avanza en la trama descubrirá que la novela torna en un desenlace trágico y muy interesante.



Las tradiciones sociales de estos entornos pequeños son muy llamativas dejándonos anécdotas como las luchas entre perros y toros, el hilado compartido y la recogida de la cosecha con la ayuda de todos, incluso la verbena que solamente nutría el baile a través de los silbidos de los vecinos donde ser elegido para arrancar el tema y dar el tono era todo un privilegio. Incluso podemos ver como existe un "comepecados" para que el finado se vaya al otro mundo libre de todos ellos.



Otros personajes fundamentales de la novela son Gideon, hermano de Prue y que al morir su padre recibe el testigo de las posesiones llegando a crear una obsesión por mejorar la situación, un aún medio hombre que acostumbra a imaginar el cuento de la lechera para alcanzar sus objetivos. Resulta un personaje inolvidable ya que la autora le otorga una personalidad fría e irrompible y con voluntad de hierro, pero que no deja de ser humano, y ya sabemos que la única manera de romper una montaña de granito es haciéndolo en mil añicos.



"Ensilla tus sueños antes de cabalgar en ellos" Pág. 60



Otro personaje fundamental y que pone la esperanza en la historia es el tejedor, Kester Woodseaves, una persona normal entre tanto cafre y al que no incomoda mirar la cara de Prue.



Otros protagonistas nos dejan un ramillete importante para descubrir la población y familia del pequeño entorno de los Sarn, entorno del que dependerá la felicidad y las desgracias de los hermanos, y donde también hay diferencias importantes en las clases que componen la localidad.



La narración la realiza la propia protagonista desde una especie de libro de memorias que nos relata los hechos desde el futuro, sin duda este tipo de narración explota los sentimientos de la protagonista a través de una conmovedora historia que no te dejará indiferente y que gana mucho al estar creada en la propia época de la autora.



La estructura se desarrolla en cuatro libros que divide en capítulos con una lectura sosegada y lineal en el tiempo, a pesar de que en algún momento se recuerden algunos hechos del pasado.



Es necesario realizar un ejercicio de mimetización con la protagonista para entenderla y ponerte en linea con sus pensamientos.



El final de la novela aumenta el ritmo ya que a golpe de desgracia el lector necesita conocer si la amarga vida dará un momento de resuello a la querida Prue.



CONCLUSIÓN :



"Perdición" resulta una conmovedora lectura que explora temas como los prejuicios, el amor, la redención y las costumbres rurales que nos dejan multitud de curiosidades.



La autora maneja una prosa triste y poética que nos desvela una novela de lectura lenta pero con un tercio final pleno de desgracias y circunstancias que nos llenan de necesidad por conocer el futuro de la protagonista Prue, una pobre muchacha marcada por una deformidad que no se perdonaba en la época. Un simple detalle que a día de hoy se toma de otra manera pero que entonces condicionaba a una vida de aislamiento.



Unos personajes muy dispares y muy bien desarrollados y que conforman una sociedad rural de principios del S.XX y que nos traslada a escenarios tan desgarrados como apacibles donde Mary Webb sabe captar la esencia de la condición humana y la lucha de clases, una novela que disfrutarán los lectores de novela clásica.




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Se trata del segundo libro de la serie En las costas de Devonshire y aunque la historia continua más o menos donde acaba el primero, se centra en otra de las cinco hermanas Summers. En concreto, conocemos más a Emily, una joven que sueña con ser escritora. Se enfrentará a decisiones que tienen que ver con editoriales, pero también con alguien del pasado. Además, la casa de huéspedes que regenta su familia, tendrá visitas muy importantes provenientes del personal de los duques de Kent.



Es una historia preciosa, sencilla, sin grandes giros de trama. Una novela para leer con tranquilidad, con una pluma delicada y unos personajes que se ganarán un hueco en nuestros corazones. Ambientada en la época de Regencia, pero en una localidad pequeña, con una comunidad bastante unida. Me han gustado los toques históricos de la obra y referencias a distintos autores.



Emily es un personaje que he visto evolucionar bastante desde la primera parte, ya que era una joven caprichosa. Aquí la apreciamos más madura, reflexionando antes de actuar y poniendo a su familia en primer lugar. Pero está deseosa de amor y de sentir todo lo que ha leído en sus novelas románticas favoritas. También, seguimos conociendo a sus otras hermanas, Sarah muy responsable; Viola su confidente y Georgiana una joven con ganas de disfrutar de la vida. Se nos desvelará un secreto familiar.



Una historia que nos transmite paz, armonía, tranquilidad, reflexiones. Con gran importancia de la familia y los roles de la mujer en la época, que eran totalmente injustos. Un gran servicio a la comunidad, empatía, romance, pero también secretos, murmuraciones, penas y desgracias.

Segunda parte de la saga 'Sea View', la serie comienza con «Un hotel junto al mar». Si os estáis preguntado si es necesario seguir el orden, os contesto con un rotundo sí. Aunque en cada libro hay una protagonista diferente, una de las hermanas, todos los libros tienen partes narradas por personajes secundarios (las otras hermanas que no son protagonistas). Y si no seguís el orden, os vais a volver un poco locos. Algo que ya ha hecho, por si os sirve de referencia, con su trilogía 'Ivy Hill'.



El primer libro me encantó, estaba esperando la continuación como agua de mayo. Si bien es cierto que no me ha encandilado tanto como su antecesor, sí que lo he disfrutado mucho, no en vano Julie Klassen es una de mis autoras favoritas. El "problema" que veo en este libro es que creo que no va a ser tan querido porque el romance pasa a un segundo o incluso tercer plano. Se nota el bagaje que tiene la autora y todo el trabajo de documentación que ha hecho para escribir esta historia; ha querido mostrar otra cara de la época, menos habitual en este tipo de novelas, ahondando en detalles curiosos que a veces la trama principal se va diluyendo. Oscilando entre una novela clean romance y costumbrista (como puede ser Mujercitas).



Emily Summers es nuestra hermana protagonista, una muchacha que adora escribir y su mayor sueño es publicar sus historias. Tiene su vida bastante montada para ese momento: sabe a qué se quiere dedicar y con quién se va a casar. El problema es que su hombre ideal, no parece querer volver a verla, pasan los días y Emily cada vez se siente más frustrada al ver que las disculpas no llegan y la pedida de mano tampoco. Así que mientras espera, decide poner toda la carne en el asador y trabajar en su manuscrito.



Sea View acaba patas arriba con la llegada de los duques de Kent, en un viaje inesperado para todos, llegan al pueblo costero a respirar aire limpio, con la que será la futura reina Victoria en brazos. La familia Summers acaba dando cobijo en su hotel a tres miembros del séquito real: un ayudante de cocinero y chef pastelero (Antoine Bernardi), el encargado de poner y custodiar la vajilla ( Selwyn During) y el secretario privado (James Thomson).



El hotel empieza a ser un tanto caótico con las extrañezas de Selwyn, los inesperados asaltos a la despensa de las Summers por parte de Bernardi y la complicidad que surge entre Thomson y Emily. La muchacha se siente muy confundida ¿cómo puede albergar sentimientos por alguien distinto a quien pensaba que iba a ser su prometido? Y aquí es donde surge una especie de triángulo amoroso, donde todos tenemos claro cómo va acabar menos la propia protagonista.



¿Qué temas trata esta novela? La última etapa en la vida del duque de Kent, se centra en su familia (hermanos, mujer, hija, deudas, fama en el pueblo, etc). Con la trama de Antoine Bernardi tendremos un mini curso repostero, con algunas recetas y trucos de cocina en esa época, habrá un toque de misterio con Selwyn During (y una de las hermanas desaparecidas), conoceremos de cabo a rabo Sea View gracias a un proyecto que le encargan a Emily y también habrá tiempo para hablar de libros (lecturas, mundo editorial y entresijos bibliotecarios). Todo esto hará que la trama principal "amorosa" acabe pasando un poco desapercibida en algunos momentos.



Creo que es importante aclarar esto punto para que el lector sepa a qué atenerse, a mí me ha gustado mucho conocer todo esto, y no me ha importado que la trama amorosa perdiera algo de fuelle, aunque creo que la autora podría haberle dado un poco más de bombo añadiendo un par de capítulos, donde pudiéramos disfrutar de más interacciones entre ellos.



Por último, otra nota aclaratoria, en casi todas las novelas de esta autora hay un componente religioso, quiero precisar que en esta los personajes están condicionados por sus creencias cristianas, y en ciertas ocasiones se acuerdan de Dios o lo mencionan, e incluso acompañaremos a los protagonistas a la iglesia en un par de ocasiones.



Dicho esto, no sé cómo cerrar esta reseña... Por mi parte tengo claro qué voy a encontrar cuando leo una novela de Julie Klassen: elegancia, buen gusto, trabajo y un estilo envidiable. Ojalá poder llegar a escribir la mitad de bien que esta autora.



Deseando leer el siguiente libro, que nos llevará a las Highlands.