Segunda joyita de Zweig que releo en un período corto de tiempo y con esta no ha habido nuevas percepciones, me ha encandilado igual que la primera vez y no me ha perdido un ápice de su encanto. Amo este libro. La desgarradora e intensa historia de amor de Carta de una desconocida aúna belleza y dolor a lo largo de todo el relato. Narra uno de los amores más puros y desinteresados que puede ofrecer una persona, aquel amor de alguien condenado al olvido. La novela me maravilla, me emociona, me hace sufrir y llorar, pero me ha pasado con ella lo mismo que las anteriores veces que la he leído. En los tiempos que corren, de feminismo e igualdad de la mujer, de exaltación del papel femenino en la sociedad, me supone un gran hándicap leer esta historia de total y absoluta entrega, de amor sufrido, de dolor constante por el amor de un hombre cuyo papel es el de seductor y vividor. Como que la historia me encanta, pero me dan ganas de decirle: “Chica, a otra cosa mariposa o tú tan feliz contigo misma”. De todas formas, que no os eche esto hacia atrás para nada. Estamos ante una novela escrita en 1922. Una pequeña obra maestra, sin duda de lo mejor que he leído del autor, y no me cansaré de recomendarla, pero siempre poniéndonos en situación y en época, y disfrutándolo desde la perspectiva correspondiente. Salientar dos versiones cinematográficas, la de #MaxOphuls de 1948, que siempre me ha parecido un poco ñoña y una versión china más actual de #XuJinglei del año 2004 renombraba como Carta de una mujer desconocida, que fue para mí una grata sorpresa cuando tuve la oportunidad de disfrutarla. Lo que está claro es que Carta de una desconocida, está en mi podio de las grandes obras maestras de la literatura, y roza la casi perfección. Un nueve, casi diez. + Leer más |