Sara Mesa establece con «La familia» la piedra de toque del desasosiego contemporáneo.
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Hace unos días, rescaté de mi lista de lecturas pendientes Un amor, de Sara Mesa, publicada por la editorial Anagrama, en 2020, hasta entonces siempre postergada por otras lecturas ante el recelo que siento, de entrada, hacia las obras alabadas, todas a una, por la prensa. No suelo coincidir, o a lo mejor es un problema de las expectativas que me crea tanto excelso halago para después convertirse en decepción. Pero, en septiembre, leí que Isabel Coixet llevaría la adaptación al cine y que la escritora Laura Ferrero había colaborado en el guion, así que decidí darle una oportunidad. En esta ocasión, me alegro de haberlo hecho. El argumento gira en torno a Nat, una mujer que por un incidente abandona su trabajo y su vida en la ciudad, para trasladarse a vivir a una casa, en el campo, desde donde puede trabajar en la traducción de un libro que le han encargado. Como compañía solo tiene a un perro, Sieso, que le han cedido, pero que no ha elegido. La obra, no muy extensa —192 páginas—, se divide en tres partes: la llegada de Nat al pueblo y los vínculos con sus habitantes, la relación amorosa que establece y, la tercera, aceptación de cierto acontecimiento y nuevo comienzo. Y aunque pudiera leerse en un rato, es de las obras que requieren tiempo para digerirlas. Escrita en tercera persona mediante un narrador equisciente —la propia Nat—, por lo que sabemos lo que ella piensa, lo que siente, lo que percibe con sus cinco sentidos. Una protagonista a la que es difícil tender la mano, porque difícilmente sería aceptable su actitud en la vida real, al igual que esa forma indolente, enfermiza y tóxica de pensar. Y a pesar del rechazo que genera la protagonista, tengo que reconocer que Sara Mesa ha sabido construir un personaje fantástico. La voz literaria es única y muy potente, no hay ruido que distraiga al lector. Además, es una historia carente de diálogos, donde nuestra opinión sobre el resto de los personajes está sesgada por la mirada de Nat; es ella quien interpreta los silencios, sus actitudes y quien da el sentido a las escasas frases que intercambia con ellos. Otro aspecto que destacar en la novela es la ambientación espacial elegida por la autora. Nat lo deja todo para irse a una casa necesitada de reformas, con goteras —como su propia vida—, con un casero abusón y desagradable, y ubicada en un pequeño pueblo, apartado de la civilización, que se llama —irónicamente— La Escapa; porque de ahí solo se puede sentir deseos de escapar. Huir de un entorno opresivo que se vuelve por momentos más claustrofóbico. El pueblo va empequeñeciéndose según aumenta la hostilidad de los vecinos. Y el tiempo… imposible tener noción de este, por el modo de narrar; podrían haber pasado días, semanas, incluso meses. Como lectora, no lo supe hasta que llegué a un párrafo que parecía estar dedicado a mí. Y ese ambiente insólito y oscuro parece trasladarse al interior de la protagonista cuando, de forma inesperada, se enamora. Aquí no se trata del amor sano, generoso, cómplice que cabría esperar; todo lo contrario. Es un sentimiento obsesivo, compulsivo, tan perturbador desde el punto de vista emocional como físico. Todos los aspectos hasta ahora comentados en relación con los personajes, el ambiente, el narrador, la falta de comunicación, etc., ayudan a crear una atmósfera opresiva tan lograda que repercute en el ánimo del lector. En mi caso, sentí desazón por la forma de pensar y el proceder de la protagonista, por la actitud del resto de los habitantes del pueblo, incluso por las reacciones del perro. Leí sin imaginar hacia dónde conduciría todo aquello o cual sería la moraleja final, si es que había alguna. El desenlace me pareció sencillo y abierto a interpretaciones. Yo me quedé pensando que el estado anímico y la actitud con la que afrontamos la vida afecta al sentido que damos al lenguaje y a las decisiones que tomamos: unos veremos luminosidad, donde otros —como Nat— ven oscuridad y vacío. Considero que en Un amor, Sara Mesa hace alarde de un estilo pulcro y preciso, con el que crea una atmósfera opresiva que deja huella. Una lectura que nos hace reflexionar sobre los límites de nuestra propia moralidad. Enlace: https://despertaresdestonewa.. + Leer más |
Me ha dejado sentimientos encontrados. Por un lado he padecido muchísimo por la situación de la protagonista. He sentido su angustia, su dolor y su no saber que hacer. Pero a la vez me ha parecido interesante ese descenso a los infiernos de Nat. Creo que es una novela corta para reflexionar sobre el amor, o incluso dependencia o idealización. Con una protagonista rodeada de "antagonistas" en un entorno salvaje que la diluye y la devora por completo. |
La familia es un libro peculiar que narra desde los distintos personajes la historia de una familia desde la axfisiante rigidez del padre de familia, que mantiene las apariencias pretendiendo ser de una clase social a la que no pertenecen. Éste impone unas normas absurdas como no poner la calefacción salvo por la noche "porque no hay como el endurecimiento del cuerpo para fortalecer el alma" o tener que pasar dos horas cada tarde juntos en el salón para mantener el espíritu familiar. Tampoco permitían hacer regalos como manifestación material del cariño, o no tener televisión. La madre, sometida bajo el yugo patriarcal y los hijos sorteando las imposiciones del padre para mantenerlo contento y no defraudar al padre bajo la opresión de los sentimientos y emociones, no estando permitida la muestra de debilidad. Me han gustado algunas enseñanzas como el perdón o el voluntariado. Pero no me ha gustado algunas expresiones que usa como "son las mujeres incultas, las irrecuperables, quienes dejan atrás a sus hijos y combaten sus problemas mentales trabajando como mulas" , o la romantización de algunos trastornos mentales como "el magnetismo de la depresión" o "el malditismo de la anorexia", la adicción al alcohol o las drogas. Tampoco el trato a la gente del pueblo que emigraba a la ciudad "la ciudad había crecido para acoger en sus bordes a los exiliados de los pueblos, con toda su vulgaridad y su incultura" como si la gente de la ciudad no pudiera ser vulgar e inculta. Los capítulos narrados por los distintos personajes a veces me da la sensación de que se quedan incompletos, teniendo el lector la sensación de querer saber más, pudiendo considerar las historias personales inconclusas o con finales demasiado abiertos. Sí que en el último capítulo, desde la visión de los hermanos encerrados en el armario, se nos permite ver la sensibilidad del padre de familia llorando solo en la habitación, supongo que debido a la frustración que supone mantener esa rigidez y apariencia que impone, el cual después sale de nuevo al salón recompuesto después de llorar, para seguir manteniendo las apariencias. Me ha gustado y he disfrutado leyéndolo pero hay cosas que no me terminan de encajar, quizás con unas pocas más de páginas hubiera conseguido cerrar más las historias. Deli Delicious + Leer más |
Partiendo de que Sara Mesa me gusta y en que su libro Un amor me encantó empiezo la familia con altas expectativas. Me encuentro con una familia muy especial un Padre con una personalidad que raya el maltrato psicológico a lo largo de todo el libro, una madre que asume el papel de ama de casa sumisa subyugandose a todo lo que el marido dice, a ese "proyecto" que el tiene en mente. Durante todo el libro pienso en ese complejo de inferioridad tan grande que edad arrastrar el señor para comportarse como hace pero en ningún momento la autora me permite ver nada de eso. Hay tres niños, cada uno desarrolla su personalidad en ese clima que asfixia su educación y que marcará para siempre su futuro. Un futuro que estará bastante lejos de lo que su padre pretende ... El libro narrado por capítulos contados desde la perspectiva de cada personaje se va desarrollando lentamente y van apareciendo datos que van conformando un puzle que esperas montar al final.... Por qué me ha defraudado? Porque a partir del 70% ya sabes que no te va a contar lo que esperas, que te quedan muy pocas páginas y que el libro se queda corto. Para mas inri los tres o cuatro últimos capítulos no revelan nada de la historia. En el capítulo contra la domesticación el narrador es un misterio, no es ninguno de los hijos pero esta narrado desde un nosotros que se incluye en la voz de un hijo. Ese capitulo es también como un relato aparte, sin sentido, como si no perteneciera al libro. No tiene que ver con el hilo de la historia. El capitulo de Rosa y su historia se queda corto. Y los dos últimos son como un añadido que hasta saber las intenciones de la autora me han dejado fuera de juego. He disfrutado leyéndolo claro, porque me alucinan los personajes de Sara Mesa, ese ambiente familiar austero, asfixiante, que somete bajo palabras rodeadas de cariño a una familia que no es capaz de explicar las cadenas que les impiden dar un paso fuera de las rejas que los contienen... Pero bajo mi punto de vista no lo ha concluido bien, y no hablo de un final cerrado, hablo de un desarrollo de los personajes más amplio. El proyecto me ha parecido estupendo, llevarlo a cabo no tanto.... De todos modos seguiré leyendo a esta autora. + Leer más |
¡Qué ganas tenía de volver a leer a la que se ha convertido en una de mis autoras favoritas! Desde que salió su última novela, no podía esperar a introducirme en sus páginas. La familia es una novela en la que no he reconocido tanto el estilo narrativo de Mesa y sin embargo sí la creación de esos ambientes incómodos y opresivos que suelen caracterizar a sus obras. La familia nos muestra a unos personajes que viven bajo una estricta supervisión del padre de familia, un hombre inflexible, de opiniones tajantes y capaz de producir con su presencia una tensión bastante palpable. En este sentido, la novela consigue transmitir al lector estas sensaciones. Sin embargo, la forma en que está estructurado el libro me ha resultado un poco extraña, en cuanto que los capítulos narran diversas experiencias de los distintos miembros de la familia y algunas, en mi opinión, quedan como historias inconclusas de las que me hubiese gustado saber más. Por momentos, me parecía estar ante una obra de relatos, si bien es cierto que el nexo común es la sombra y el efecto de la presencia de este “patriarca”. No puedo decir que no haya disfrutado de la lectura, porque leer a una autora que me encanta siempre es un aliciente, pero no creo que sea de las mejores historias de Sara Mesa. Me sigo quedando con “un amor” y las sensaciones que me provocó, así como con su calidad narrativa. En cualquier caso, si no has leído nada de ella, recomiendo que te aproximes a su peculiar obra. + Leer más |
En el segundo capítulo alguien dice eso de que, si no tienes nada que esconder, no necesitas poner un candado a tu diario, ni a tu puerta, ni a tu vida. Así es el lenguaje que Sara Mesa moldea sin alharacas y con rotundidad, así es la literatura que la escritora construye sumando perspectivas y alternando tiempos y espacios.
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"Sobre datos que a nadie le interesan. Cosas pequeñas. Al ponerlas juntas quizá tomen sentido. O quizá no. Eso es justo lo que estoy tratando de averiguar. Pero hace falta tiempo para eso, no se puede ir corriendo". De esta manera explica Martina (uno de los personajes) a qué se dedica, y a mí me parece la mejor forma de expresar sobre qué versa "La familia", última obra de Sara Mesa, y cómo hay que enfrentarse a su lectura. Sara nos va presentando escenas cotidianas de una familia formada por Padre, Madre y sus cuatro hijos. Escenas que pueden parecer "cosas pequeñas" pero que, juntas, dan sentido a una realidad opresiva y desquiciante, creando la atmósfera gris a la que nos tiene acostumbrados la escritora. La figura del padre condiciona la vida de cinco personas desde una supuesta atalaya moral e intelectual. Y es que la vida es más simple de lo que parece pero cuánto podemos complicarla. Vuelve a brillar el ingenio de Sara Mesa en un cielo de nubarrones. |
Nos adentramos como espectadores invisibles en la vida y en la cotidianidad de la "Familia" formada por los padres y 4 hijos, uno de los cuales es una sobrina a quién adoptan tras el fallecimiento de la madre. Sin embargo, es una cotidianidad marcada por un sinfín de reglas opresivas y una disciplina tal que, según se va leyendo, el lector mismo se va asfixiando dentro de ese ambiente que se describe. . Para entenderlo, imaginemos un hogar donde: solo se pone la calefacción por la noche noche porque “no hay nada como el endurecimiento del cuerpo para fortalecer el alma”; o no hay televisor; o a los niños no se les permite salir a jugar a la calle; o con la obligación de pasar 2 horas en el salón juntos todas las tardes para mantener el espíritu de “familia” porque era una costumbre que las familias estaban olvidando y estaba trayendo consecuencias peligrosas para la sociedad; o no hacerse regalos porque se consideraba como una manifestación material del cariño; o no celebrar los cumpleaños…; vamos siendo espectadores de tensos episodios de la familia dentro de una casa de silencios insoportables y unos hijos marcados por una profunda ignorancia de la vida más allá de esos muros y qué tan complicado era enfrentarse a él. . Sin embargo, aunque todos los miembros se muestran sumisos y fingen mantener calma, es solo fachada, porque en su interior estaban agitadísimos. Con el tiempo, cada uno aprendió a mentir a su forma, y sortear con cautela las restricciones que vivían de puertas para adentro. . Un relato en el que equilibrio entre mantener las formas y una prudencia retrógrada, y el deseo de libertad que late en los personajes es tan precario que amenaza con romperse en cualquier momento llevando a todos al desastre. . Una crítica a alguno de esos pilares que muy tradicionalmente sostenían la institución familiar. + Leer más |
Un libro pequeño, 192 páginas, con una historia aparentemente normal, cotidiana, que se lee en dos sentadas y nada más. ¿NADA MÁS? Hasta que pasa un ratito, ¿no?, y uno empieza a meditar sobre el libro. Y, entonces descubre que ha leído algo bueno. Tan bueno que molesta, incomoda, te llega tan adentro que te pone contra la pared !Ah¡ y que ha sido escrito por una mujer. Cierro los ojos y quiero imaginar que escritor podría escribir algo así.... Nada, no encuentro ninguno. Algo falla aquí. Se vuelve al libro y, el lector, yo, va descubriendo que hay un robo, una huída, una vergüenza, que hay un pueblo con pocos vecinos, buenos y malos, que hay violencia, que hay sexo, pero casi no hay amor. Que hay una mujer que se busca y se encuentra y no se encuentra. Que hay mucha gente nómada en el mundo. Que, como ocurre al leer este librito, uno se queda mirando al infinito y no sabe qué decir, qué pensar. Sólo sabe que este libro le ha calado. Sara Mesa ha escrito una obra que nos hace pensar si estamos contento con lo que somos. Sara Mesa me ha abierto muy gratamente la puerta a su obra y, claro está, entraré. + Leer más |
Menuda historia más preciosa y realista se ha montado Sara Mesa. Chica conoce a perra, perra conoce a chica y… surge el amor. Porque el cariño que tenemos por nuestras mascotas sobrepasa muchas veces el que sentimos por algunas personas que nos rodean a diario. Creo que lo que más me ha gustado de Perrita Country ha sido esa narración familiar, chistosa, cercana que Sara Mesa utiliza de manera tan natural. La vida de la protagonista podría ser la mía perfectamente, con esa cotidianeidad que expresa en cada una de las páginas. Por supuesto, la historia de cómo la profesora conoce a Perrita Country y comienza a convivir con ella es fascinante y tierna, por lo que engancha muy rápido. Parece increíble pero quizá a otras personas no les llamen nuestros perros para nada, y sin embargo nosotras no tenemos ojos para nada más. Además, tengo la obligación de hablar de el Ujier, un personaje que me ha caído muy bien, aunque sea un gato y no sea muy fan de los felinos. Es muy suyo, aunque en la cabeza de la profesora tiene una personalidad mucho más fuerte de lo que luego muestra realmente. No obstante, a mí me ha encantado el papel que tiene en la historia. Por último, no puedo dejar de hablar de las ilustraciones que acompañan al texto, que son de Pablo Amargo. Son muy sencillas pero bonitas, y aunque a muchas no les he encontrado el sentido con respecto a la historia, he agradecido tenerlas ahí de vez en cuando según avanzaba en la lectura. Un libro que he cogido prestado de la biblioteca, pero que espero tener muy pronto entre los míos. Y, por supuesto, muy recomendable. + Leer más |
Libro que te puedes leer en una tarde y poco más podría añadir sobre él. Me lo terminé hace unos días y realmente ni siquiera puedo decir nada porque mi cabeza ya lo ha olvidado. La historia de una chica que llega a un pueblo perdido de la mano de dios y su obsesión, o dependencia o llámalo x, pero amor no, desde luego. Un libro incómodo y a ratos siniestro. Aprueba pero por los pelos.
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Nata, la protagonista, decide huir a un pequeño pueblo después de un incidente en su anterior trabajo. La novela nos cuenta los sucesos y sobre todo relaciones que Nata entabla en el pueblo. Un lugar en que la red que teje la comunidad atrapa a todo aquel que forma parte de ella impidiendo que nadie pueda ser realmente libre. Qué bien domina la situación Sara Mesa. A través de una prosa certera y de quirúrgica precisión nos mete de lleno en un ambiente desagradable y opaco. Un territorio donde nada es transparente y donde la multitud de capas que cubren la realidad hacen imposible que atisbemos algo sincero, algo auténtico. Qué personajes más desagradables, todos sin excepción. En román paladino: ¡vaya panda de capullos! Todos ocultan algo. Mejor dicho, todos ocultan todo. Ni con la protagonista he logrado empatizar. Quizás soy demasiado cartesiano para intentar entender alguna de sus decisiones. Y el mérito de Sara Mesa es lograr contarnos todo esto de forma magistral. En otras manos hubiera sido una lectura muy desagradable. + Leer más |
No hay mucho qué decir que no se pueda leer ya en muchísimas reseñas y comentarios acerca de esta novela de Sara Mesa: truculenta, bastante. Muy humana al fin y al cabo, también. Una joven de casi catorce años se encuentra cada día con un señor en el parque. Cada cual arrastra su esto y aquello. Aquí ninguno tiene que ver con el otro, y lo que comienza como algo inocente, poco a poco va derivando en otras cosas, inevitablemente y de forma natural. Esta historia es realmente un ejemplo de lo que parece y lo que realmente es. Es una historia sobre dos personas que proyectan una amistad, surrealista a veces, muy real en otras. Porque cuando algo no nos cuadra, algo que no hemos aprendido a identificar, echamos mano de los prejuicios, y en muchas ocasiones, acompañados de un torrente de emociones. A Sara Mesa le gusta entrar en historias que dan de qué hablar, qué pensar, las convierte en algo íntimo, en algo que todo tiene que ver con el que las lee. Da la sensación de que todos tenemos algo de sus personajes y es que ninguno es fácil de olvidar, todos se quedan. Con esta historia lo ha conseguido de nuevo. La indefensión de los adolescentes, esa etapa de vulnerabilidad donde los padres tienen que hacer pulso y aprender los límites, y donde estar mirando al lado equivocado se puede cobrar un precio muy alto para con los hijos. Me ha encantado. + Leer más |
“ʟᴏs ɢᴀᴛᴏs ᴇᴍᴘᴇᴢᴀʀᴏɴ ᴀ ɢᴜsᴛᴀʀᴍᴇ ᴅᴇsᴅᴇ ǫᴜᴇ ʟʟᴇɢó ᴀ ᴍɪ ᴠɪᴅᴀ ᴇʟ ᴜᴊɪᴇʀ. ʟᴏs ᴘᴇʀʀᴏs ᴅᴇᴊᴀʀᴏɴ ᴅᴇ ɢᴜsᴛᴀʀᴍᴇ ᴅᴇsᴅᴇ ǫᴜᴇ ʟʟᴇɢó ᴀ ᴍɪ ᴠɪᴅᴀ ᴘᴇʀʀɪᴛᴀ ᴄᴏᴜɴᴛʀʏ. ¿ʟᴏs ʜᴏᴍʙʀᴇs? ᴍᴇ ɢᴜsᴛᴀʀᴏɴ ᴜɴ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ ʏ ᴀʜᴏʀᴀ ɴᴏ. ᴀʜᴏʀᴀ, ɴɪ ᴇɴ ᴘɪɴᴛᴜʀᴀ”. Esta novelita corta es lo primero que leo de Sara Mesa. En apenas 112 páginas, enseguida es patente su maestría con la palabra. La protagonista apenas nos habla de sí misma, pero todo lo que nos cuenta nos habla de ella. Utiliza pocas palabras pero muy bien escogidas creando imágenes tan vívidas que parece que estamos observando nosotros mismos la escena y, a través de ellas, entramos de lleno en la mente de la narradora, haciéndonos partícipes de sus inquietudes, sus sentimientos, su forma de ver la vida. Todos aquellos que alguna vez habéis convivido con animales (gatos o perros), deberíais leer esta novela. Me ha hecho sonreír tantas veces al describir las actitudes del Ujier y de Perrita Country al recordar a mis queridos peluditos (que ya no están conmigo)… Es una historia de amor a los animales. Pero también de soledad, de cambios inesperados en la vida que no sabes a donde te llevan y en los que, a pesar de todo, siempre hay esperanza. Y la compañía de corazones inesperados que te calientan el alma. Sin duda, una autora de la que leeré más libros. Me ha encantado. + Leer más |
Se trata de un libro "incómodo" de leer. Es una novela breve, pero a medida que se va avanzando en la lectura, se alimenta cada vez más el deseo de que acabe. Está muy bien escrita (Sara Mesa es una gran escritora) pero la novela, realmente, no aporta nada. De hecho, cuando termina, el lector se queda con la sensación de "¿y esto es todo...?" Nat, la protagonista, llega a un pueblo llamado La Escapa, huyendo de su vida que. Las circunstancias que ella misma provoca, le obligan a abandonar su ciudad natal. El pueblo se nos describe como un lugar en el que todo "pesa": el clima, las gentes...incluso la casa, que está medio derruída...el casero...el perro que la acompaña...los vecinos que van los fines de semana... Entre toda esta incomodidad, aparece un personaje que parece brillar, al que apodan "El Hippie" (Su nombre parece ser Peter) que intenta aportar algo de luz al personaje de Nat. Nat, cada vez se ve más presa de sí misma, entregándose a un amor, que es más una obsesión; en esta parte entra en acción otro personaje apodado "El Alemán". Las cosas se van complicando y cada vez es más insoportable para Nat la vida en el pueblo. No es una de las mejores novelas de esta autora + Leer más |
Estamos ante una novela muy poco convencional y ante una autora interesante, como también lo es la novela. La historia se desarrolla en un lugar llamado La Escapa, un pueblo pequeño de interior, al que se va a vivir nuestra protagonista, una joven traductora que intenta cambiar de vida, pero si nos fijamos en el nombre del pueblo, vaya, qué casualidad, escapando a La Escapa. Bueno, no sé si esto es elegido o casual. Pero sí curioso. Voy a empezar por la portada del libro, nos encontramos con una espléndida ilustración de Gertrude Abercrombie, me encanta, y además representa y simboliza perfectamente buena parte de lo que vamos a leer. Por otra parte, tenemos el título, “Un amor” aquí, sin embargo, no veo su significado en la novela, sino todo lo contrario, ya que no refleja lo que, en realidad, vamos a explorar en la lectura, aunque también lo podemos interpretar con cierto matiz irónico o surrealista y entonces, sí la representa. Porque" Un amor" no es una novela de amor sino de desesperación. Sin embargo, todo esto no es lo importante. Curiosidades nada más. Vamos con la novela. Formalmente, está estructurada en tres partes con diversos capítulos cada una, y en esto también puedo hacer un comentario, no hay ningún título, pero nuestro interés por saber qué pasará se va acrecentando. Natalia, llamada Nat en la novela, es la protagonista, su historia se narra en tercera persona, y vemos a una mujer que alquila una casa, a pesar de no tener buenas condiciones, y con un dueño que no se hace responsable de nada, y al que teme, ya que es un machista violento, solo se presenta a cobrar cada mes, eso sí, le regala un perro, al que ella llama Sieso, porque es un perro al que no puede acercarse, aunque intentará conseguirlo. Tenemos a los vecinos, personajes desconcertantes y cargados de misterios, pero que no es necesario clarificar, no hace falta, y además también suelen ser un tanto incómodos, es difícil empatizar con ellos, sin embargo están muy bien definidos en unas breves pinceladas. Nat tendrá que aprender a convivir con ellos, con sus códigos sociales diferentes, con sus desquiciantes formas, y con el ambiente sofocante que se vive en el pueblo. El espacio también llega a ser un personaje. Y sí, hay una historia rara de amor. de forma muy particular y peculiar, Nat empieza una relación con uno de los habitantes del pueblo, Andreas, una extraña pareja, pues tampoco surge el entendimiento, pero, a pesar de todo, Nat, le va demandando más implicación y correspondencia a lo que Andreas no parece estar dispuesto. Empieza entonces su malestar, su desengaño, y es que Andreas es un personaje envuelto en multitud de misterios, y sobre los que nunca hablará ni explicará nada. Natalia se siente completamente sola, nunca llega a conectar con nadie, tampoco consigue traducir. La incapacidad de comunicación, también la gran importancia de los silencios y de las palabras. Y llegamos al final. Ambiente denso, sensaciones incómodas, desconcierto, turbación… pero, es de los libros que nos plantea dilemas y reflexión, porque nos sitúa a los lectores ante importantes conflictos morales. A pesar de todo, es imposible dejarlo. De lectura fácil y rápida pero…. cuidado, porque es de lenta digestión. + Leer más |
Es muy habitual que esta autora nos deje con una sensación extraña tras la lectura de sus obras. Como he recalcado en multitud de ocasiones, Mesa tiene un estilo muy peculiar y que personalmente me gusta mucho. Si con “un amor” me quedé con un regusto agridulce, he de decir que “cara de pan” me ha resultado mucho más incómoda. Quizá porque en la primera la protagonista era una mujer adulta y en este caso el personaje principal es una adolescente que entabla una peculiar amistad con un hombre de cincuenta y tantos al que llama “El viejo”. Ya de por sí la premisa lleva al lector a introducirse sus páginas con cierta desconfianza y reticencia, y aunque el mensaje que probablemente la autora pretende transmitir precisamente quiera romper esos prejuicios, lo cierto es que vivimos en una sociedad en la que seguimos estando muchas veces desprotegid@s, y por tanto, no sé hasta qué punto sería adecuado normalizar la relación que entablan estos dos personajes. Pero analizada desde el punto de vista literario y como mera ficción, es evidente que Sara Mesa no deja a nadie indiferente. No obstante, me pareció mucho más elaborada e interesante la novela de “un amor”. En definitiva, como siemore me pasa cuando leo a esta autora, que se ha convertido en una de mis favoritas, las palabras “me ha gustado” no son precisamente las más adecuadas, teniendo en cuenta la desazón que producen sus historias, pero sí que recomiendo acercarse a su estilo narrativo y su obra. + Leer más |
Por donde empiezo.... ciertamente, si se empieza por el principio, el libro no aporta mucho.... y seguramente de haber tenido más páginas no habría continuado hasta el final, pero es un libro corto, que esta bien escrito y de lectura ligera, así que continué leyendo por leer. Y cuando estás llegando a la mitad del libro pasa lo del alemán... y empieza a gustarme un poco, y a medida que van pasando las páginas me empieza a interesar y todo. Aunque al llegar al final te das cuenta que todo lo que ha pasado en el libro no le ha aportado nada al personaje... y te quedas con la sensación de "Pues para esto, mejor te quedabas donde estabas" PARA QUIEN: Para los que les gusten las historias un poco claustrofóbicas, las novelas con protagonistas que todo lo interpretan desde el peor punto de vista. Cualquiera que deteste el amor romántico. LO MEJOR: El perro como historia paralela de evolución. LO PEOR: El principio y el final... |
Aquí nos va una lectura de @bookish.es ligera, rápida y muy poética. Si os gustan las mascotas, este es vuestro libro. La narradora nos va contando su día a día -sencillo, banal, universal- a través de la observación de su gato y su nueva compañera: la perrita Country. Me parece una lectura ideal para un bloqueo lector, pues su brevedad y sencillez permiten dejarse llevar, es como acomodarse en tu sofá favorito, con tu bebida preferida al lado y simplemente disfrutar. No esperéis una historia compleja, ni muchos personajes, ni una trama trepidante. Desconectad el cerebro por una vez. |
Gregorio Samsa es un ...