Nata, la protagonista, decide huir a un pequeño pueblo después de un incidente en su anterior trabajo. La novela nos cuenta los sucesos y sobre todo relaciones que Nata entabla en el pueblo. Un lugar en que la red que teje la comunidad atrapa a todo aquel que forma parte de ella impidiendo que nadie pueda ser realmente libre. Qué bien domina la situación Sara Mesa. A través de una prosa certera y de quirúrgica precisión nos mete de lleno en un ambiente desagradable y opaco. Un territorio donde nada es transparente y donde la multitud de capas que cubren la realidad hacen imposible que atisbemos algo sincero, algo auténtico. Qué personajes más desagradables, todos sin excepción. En román paladino: ¡vaya panda de capullos! Todos ocultan algo. Mejor dicho, todos ocultan todo. Ni con la protagonista he logrado empatizar. Quizás soy demasiado cartesiano para intentar entender alguna de sus decisiones. Y el mérito de Sara Mesa es lograr contarnos todo esto de forma magistral. En otras manos hubiera sido una lectura muy desagradable. |