Diálogo fluido hecho novela que nos muestra una sociedad utópica pero cercana a la realidad actual. Esta es una novela para reflexionar, que atacando temas profundos, lo hace de una manera que parece sencillo.
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Diálogo fluido hecho novela que nos muestra una sociedad utópica pero cercana a la realidad actual. Esta es una novela para reflexionar, que atacando temas profundos, lo hace de una manera que parece sencillo.
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Rendición es una estupenda novela que necesitó 3 años de trabajo y que formaliza muchas cosas: una distopía a penas de ciencia-ficción porque bien pudiera ocurrir desde ya en nuestro tiempo, una fábula llena de metáforas, un retrato social espeluznante de verdad anticipadora, una novela filosófica, una obra de reflexión con mucho humor que nos hace cuestionarnos sobre nuestra supervivencia personal. Es un relato a la primera persona. En un país en guerra, los ciudadanos deben evacuar sus comarcas y agruparse en una ciudad transparente (« la ciudad de cristal ») donde todo ha sido pensado para ellos, donde se les da todo y donde la felicidad es obligatoria. No hay cuestionamientos, no hay libertad, no hay otra posibilidad que de seguir el molde. Y clavo que sobresale…se le cuelga cabeza abajo a la entrada de esta ciudad perfecta. Los protagonistas son él y ella (no tienen nombre). Ella enviudó y se casó con su capataz a quien educó y refinó cuanto pudo. Tuvieron dos hijos, hoy en día en la guerra y no tienen noticias. Al momento de dejar la comarca e incendiar la casa familiar para no dejar aprovechamiento a los que vendrán después, aparece un niño de unos 9 años, mudo y herido que ellos acogen, cuidan y se lo llevan como un hijo más. Ellos vivirán años de conformismo hasta que él se cuestionará y tomará una decisión importante. El final es sorprendente. Una noción interesante y muy pertinente en el libro. Aquella de los « dueños del agua », o sea, de la gente rica que es la que controla el suministro de agua. Lo que me lleva a pensar en un tema recurrente que vengo leyendo de tiempo en tiempo : la tercera guerra mundial será por el agua. Un componente tan básico para la vida del planeta que podría escasear y entonces…la apocalipsis. Un libro diferente, interesante, escrito de una manera perfecta, liviana y con humor y que obliga al cuestionamiento y a la reflexión. Enlace: https://pasiondelalectura.wo.. + Leer más |
La nueva novela de Ray Loriga es una historia triste y desesperanzada sin más dramatismo que el esencial.
Enlace: https://elpais.com/cultura/2.. |
Con este libro me ha pasado lo mismo que puede ocurrirte en un fin de semana. La parte del sábado comienza bien, muy bien, con ganas de más. La parte del domingo, en cambio, quizá por las altas expectativas generadas el sábado, decepciona, no por un mal final, sino por no ser el esperado.
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Esta es la historia de Federico, aunque como está contada en primera persona, buena parte de la novela ni siquiera nos damos cuenta de que no sabemos su nombre. Entre otras cosas porque en las conversaciones con su amigo Chino, nunca le llama así. Caí rendido ante Rendición, así que tenía mucho interés en leer Sábado, domingo la nueva novela de Ray Loriga. Lo cierto es que, pese a ser dos novelas totalmente diferentes, no me ha defraudado. En este caso, se trata de una historia de personajes, aunque casi sería mejor decir “una historia de personaje”. Porque es la vida vista a través de los ojos de Federico con dos intervalos de tiempo (más un breve epílogo). No sé explicaros por qué esta novela me atrapó desde el principio, porque la intriga no es nada del otro mundo, pero esa manera en que nos narra el autor la vida de un personaje que no es precisamente un dechado de virtudes, lleno de defectos, sin autoestima, sin desarrollar todo el potencial que intuimos que tiene dentro, pero eso sí, un luchador empeñado en jugar con unas cartas que quizás no sean las mejores… El caso es que me sentí desde el primer momento con ganas de acompañarle en su trayectoria vital, de estar a su lado, de ver cómo está enamorado de su prima Gini por más que no se atreva a confesárselo a sí mismo… Es además una historia breve, que no llega a las doscientas páginas. Y es de esas ocasiones en que agradeces en que el cuerpo y la mente te agradecen una historia en la que te zambulles y y te bebes de un trago. Si buscas eso, una historia sencilla, rápida a pesar de tener solo un mínimo de acción, con la historia de un personaje que no es precisamente un héroe, Sábado, domingo es tu libro. Enlace: https://www.elbuhoentrelibro.. + Leer más |
Voy a recomendar Sábado, domingo, la última novela publicada de Ray Loriga, uno de los escritores que conformaron lo que el sociólogo Luis Mancha ha denominado en su documental La generación del Kronen. Esta generación de escritores toma su nombre de la novela escrita por José Ángel Mañas, Historias del Kronen. En ella, el protagonista, es un joven de “buena familia” que no encuentra una meta por la que luchar ya que siempre ha tenido todo lo que ha querido sin necesidad de mover un dedo. Pasa el tiempo en un bar llamado Kronen bebiendo, drogándose y viviendo sólo para dejar pasar rápidamente el tiempo. Ray Loriga publica Lo peor de todo y, junto a ellos, nace una generación de escritores que reflejará la mentalidad de los jóvenes de los 90 de una manera visual y alejada del academicismo. Después de unos años en los que sólo se oía hablar con inusitada nostalgia de los años 80 y su movida, parece que ahora le toca a los 90 y su generación X. Las camisetas de los escaparates muestran la cara de Kurt Cobain sobre un fondo amarillo flúor, convertido el genio en el nuevo icono de la juventud. Se reponen películas como El día de la Bestia de Alex de la Iglesia y Roy Loriga publica Sábado, domingo en el que recupera el tono de sus primeras novelas. Sábado, domingo nos presenta un decisivo sábado en la vida de Federico, un joven que vive la vida sin preguntarse nada y que se deja llevar por los acontecimientos y por su amigo El Chino. Un sábado por la noche, un día cualquiera, antes de ir a la fiesta de la prima de Federico, paran a tomar algo en un Vip´s. Allí conocen a Fernanda, una espectacular camarera con la que quedan al terminar la fiesta. Algo terrible ocurre esa noche, algo bañado de sangre que Federico no recuerda porque no quiere o porque no puede afrontar las consecuencias. Años después, un domingo, Federico no puede seguir ignorando aquel suceso y tiene que enfrentarse de cara a los recuerdos del hecho que ha marcado su vida. La primera parte, el sábado, está marcada por el ritmo de la noche de Madrid. Un grupo de jóvenes con la única obligación de divertirse salen a la calle. Federico demuestra ser un joven indeciso y tímido que se deja llevar por lo demás aunque no podemos dejar de pensar si dejándose llevar Federico consigue una coartada para no cargar con la culpa que sus pecados le producen. Cuando despierta el sábado por la noche, después de un ataque epiléptico y de beber una ingente cantidad de alcohol, sólo sabe que algo horrible ha ocurrido entre El Chino, Fernanda y él. A partir de ese sábado la culpa le pesa como una losa, una culpa producida por un hecho que no recuerda pero que le produce dolor y vergüenza. Hasta que llega el domingo y, todos sabemos cómo son los domingos, largos y aburridos, un día que precede al terrible lunes y que nos obliga a recordar lo que ha pasado el fin de semana y a asumir las consecuencias. Sábado, domingo es una novela que nos describe cómo son los recuerdos y cómo percibimos la realidad. En algún sitio leí que la mayoría de nuestros recuerdos no son ciertos, han sido magnificados o empequeñecidos, y esta es la atmósfera que se respira en la novela. Así que si no queréis desperdiciar el fin de semana no dejéis pasar Sábado, domingo porque no dejaréis de leer hasta conocer qué es lo que hizo Federico y si os reconocéis en él. De esto no os arrepentiréis Enlace: https://www.salamandranegra... + Leer más |
La nueva novela del autor de 'Trífero' es un diálogo con sus libros de juventud, un reencuentro con su origen que ennoblece.
Enlace: https://www.elmundo.es/cultu.. |
El autor, referencia para muchos jóvenes escritores actuales, publica 'Sábado, domingo' tras el éxito del premiado 'Rendición'.
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La nueva novela del autor de 'Trífero' es un diálogo con sus libros de juventud, un reencuentro con su origen que ennoblece.
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El escritor publica una novela sobre la culpa después de ganar el Premio Alfaguara hace dos años.
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Esta es una historia contada de carretilla, como el cuentacuento que ni respira entre una oración y otra, como si hacer una pausa fuera a hacer que se le olvidara el texto. No hay diálogos, la historia esta despersonalizada, hay pocos nombres, pero uno entiende perfectamente la trama y lo que más llama la atención es que a pesar de los largos circunloquios y la escasez de dialogo, la novela es fluida y dinámica; claro ayuda que sea corta. Considero que la novela (muy corta por cierto como ya dije) trata de la esperanza de ir hacia un futuro mejor o de volver al pasado conocido. A medida que avanza se va haciendo cada vez más angustiosamente triste, dejar atrás todo lo conocido, inclusos seres queridos y empezar nuevamente, bajo nuevas reglas morales creo que debe ser difícil. No saber nunca que era adecuado pensar o si quiera si era adecuado pensar. El ritmo se fue haciendo cada vez más trepidante y crecía en mí el hambre de saber, ¿qué pasará ahora?, ¿qué pasará después? Justo antes del final el giro inesperado de la historia dejo perpleja y el final llego como un rayo…durante unos minutos me quede mirando la última frase “Uno tiene que saber cuándo su tiempo ya ha pasado. Y aprender a admirar otras victorias.” durante más tiempo del necesario, como si aquella verdad se resistiera a entrar en mi cabeza o como si simplemente yo no la creyera. Y justo con el punto final me llegó la grandeza de la historia. Hay momentos que me marcaron en la novela uno cuando el narrador dice: “…se obedece porque conviene y se duda porque se piensa. Y si una cosa salva la vida, la otra al parecer salva el alma.” Y el otro cuando dice: “Aunque ya teníamos permiso para hablar, no se me ocurrió nada que decir.” + Leer más |
Tras leer Rendición en 2018, empezar a leer el nuevo libro de Loriga no me ha supuesto ningún esfuerzo, más bien al contrario, ha sido un placer anticipado. La historia que cuenta me ha gustado bastante pero esperaba algo más. Quizás la parte final la considero algo justa y precipitada. Al leer el título, Sábado domingo, lo primero que pensé es: empezamos bien. Le añades también viernes noche y lo clavas. Bromas aparte, el título le viene que ni pintado. Dos días que describen momentos intensos en la vida de dos jóvenes con ganas de pasarlo bien, sobre todo la parte del sábado que se lee como una moto. Montones de sensaciones, las propias de la juventud, donde todo pasa rápido y cualquier momento es más importante que el anterior. Posteriormente, queda el análisis, el domingo, con la perspectiva que solo te da el tiempo. Los domingos son así: los ocupas o te ocupan. En este libro, pasado, presente y futuro se cruzan con un lenguaje sencillo que no te deja indiferente. He tenido la suerte de poder leer esta historia prácticamente del tirón, en un intervalo de 24 horas y creo que está estructurado para leerse así. En pocas páginas se resume una vida, un carácter y una personalidad, con los errores, miedos, traumas e indecisiones. Hace balance de quien fue el protagonista, de quien es y de quien pudo haber sido. Otra parte importante también está en lo que no se dice. La vida está compuesta de las cosas que hacemos o decimos pero, sobre todo y más importante, de las que no hicimos o nunca dijimos. Y cuando quieres darte cuenta, llegas tarde, y solo te queda consolarte con el recuerdo o lamerte las heridas. Enlace: http://libritodelomoypapel.b.. + Leer más |
Rendición es, sin duda, una obra a reivindicar para aquell@s que busquen una lectura con múltiples cargas de profundidad. Al principio parece otra crítica a los totalitarismos y sus consecuencias, tomando como referente directo la obra de 1921 ‘Nosotros’ de Zamiatin (no hay más que ver la ciudad de transparente en la que se desarrolla gran parte de la trama). Y en ese arranque uno se plantea si realmente es necesario pasar otra vez por lo mismo. Sin embargo, durante la primera mitad de la novela, Loriga va dejando las semillas de lo que terminará como una explosión de múltiples lecturas y debates internos para el lector atento. No creo que se trate tanto de una distopía como de un relato atemporal. El escenario, su localización y época no son importantes y podrían corresponder a casi cualquiera que eligiésemos si no fuese por los (poco importantes para la trama) detalles tecnológicos. Incluso los nombres de las personas son irrelevantes. Tan solo se llama por su nombre a tres personas y para una es inventado. Y es así porque el mensaje de la novela no necesita datos precisos. Habla de la esencia del poder, de sumisión, de lo difícil que es romper el orden social establecido (aunque ya no haya nada que sustente dicho orden). Habla de obediencia y de conciencia silenciada a favor de la conveniencia, de soledad y enajenación dentro de un grupo. De duda. De las consecuencias de no saber rendirse... El manejo de la ‘Ciudad transparente’ es excepcional. En no demasiadas páginas nos describe una sociedad en la que todos son o deben ser, iguales. Un lugar en el que nada se oculta a la vista y las decisiones se toman entre todos. El propio grupo somete al individuo y aniquila todo aquello que diferencie a los hombres llegando incluso a marginar a cualquiera que se salga de los patrones marcados, aunque sea para sobresalir, y donde no hay un gobernante al que señalar. En dicha sociedad también se usan drogas para el sometimiento de la población (Un mundo feliz, Aldous Huxley 1932) y la información se manipula en función de la conveniencia. (1984, George Orwell 1948). Después de leer esta obra vuelvo a preguntarme ¿cuál es el precio del Alma?. Lamentablemente, a veces hay que rendirse para conservar lo que se ama. Enlace: https://elyunquedehefesto.bl.. + Leer más |
Bueno, la historia es extraña en sí misma, quizás porque es la primera obra del autor, quizás debería haber empezado por otra, no sé. Digo que es extraña porque más que una historia en la que cuenta la vida del protagonista, parecen sus pensamientos, su vida relatada pero de forma desordenada y caótica. El caso es que engancha porque quieres saber qué va a ocurrir y cómo va a terminar. La forma de narrar me ha gustado, muy fresca, pero la historia, no sé, al ir de un tiempo a otro sin orden despista un poco. Lo bueno es que no era muy largo y se lee rápido. Creo que le daré otra oportunidad.
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Éste no es el tipo de libro que yo suelo leer, pues soy más dado a la fantasía y la ciencia-ficción; pero de tanto en tanto "dejo caer" alguna historia contemporánea y dramática entre mis manos. Si bien esta historia (o mejor dicho "historias") no me ha cautivado demasiado, sí lo consigue el estilo narrativo de Ray Loriga ya que en muchas ocasiones "el libro" es más el cómo está escrito que la historia en sí; la narrativa es buena, los personajes y la ambientación (¡genial Manhattan!) también, a mí sólo me falla el género. |
Me encanta la forma de escribir que tiene Ray Loriga. Leí una vista previa de Rendición y decidí que sería el siguiente en mi lista porque no podía parar de leer. La novela es una original e inquietante metáfora –o quizás distopía sería más acertado– de la sociedad: ¿Qué pasaría si fuésemos una sociedad transparente? Una donde vemos constantemente lo que hacen los demás, nadie tiene nada que esconder y las decisiones son cosa de todos. Loriga nos invita a reflexionar sobre el poder, la manipulación, la obediencia, los extremos... Muy interesante. |
«Un viaje a un futuro no muy lejano en el que una de las drogas legales es un producto químico que permite borrar de la memoria los recuerdos no deseados...» Cuenta la contratapa de este libro publicado en 1999, libro que desde que conocí a Loriga quise leer pero estuvo descatalogado durante años, hasta que Alfaguara empezó a reeditar toda la obra del autor y pude por fin tener este título en mis manos. Se trata de una novela distópica que habla de una sociedad en la que el placer es ley, en la que tanto el dolor como la tristeza o cualquier sensación que incomode al espíritu y a la consciencia, son eliminados con unas cuantas pastillas, distribuidas por el personaje principal, quien narra en primera persona su travesía por Arizona, Berlín y Madrid, pasando por Bangkok y Vietnam hasta llegar a Tokio. Si bien es un libro de ciencia ficción, también se puede leer como una novela de viajes, como novela psicológica en la que se habla de amor y de la condición humana, o como el diario de una persona que quiere olvidar todo, en especial el recuerdo de una mujer, cosa que consigue. Gracias a la sustancia química que distribuye, al alcohol, a encuentros sexuales vacíos, al uso de todo tipo de drogas y a ese ir de ciudad en ciudad dejando su identidad como quien deja los trapos que ya no le sirven, el personaje olvida y al olvidar pierde todo, se pierde a sí mismo. Texto de trama sencilla sobre la que podría contar más cosas sin quitarle la gracia al libro (ningún spoiler agrede al estilo) ya que su valor radica mucho en la forma, en aquellas frases que aparecen como sentencias: «Suerte es una palabra que debería quedar reservada para los que aun están esperando», sentencias sobre el amor, la esperanza, el dolor, la memoria, la felicidad y como siempre (tema característico de Loriga) sobre el miedo porque «el miedo es lo único que nunca se olvida». Tokio ya no nos quiere es un libro que se deja leer, que te sumerge en un sueño algo macabro, algo lisérgico, algo real y te obliga a preguntar ¿Qué es un hombre sin memoria?, ¿al olvidar por completo lo malo se borraría también lo bueno?, ¿qué futuro podría construirse sin un pasado?, ¿el exceso de placer nos aleja de nosotros mismos?, ¿qué ganamos al vivir un eterno presente?, ¿qué perdemos? y ¿qué hacemos con el miedo en todo esto? + Leer más |
Gregorio Samsa es un ...