Entrevista a Marina Sanmartín, periodista, escritora, editora, y especialista en novela negra.
Como autora te has sumergido en la novela negra ¿qué es lo que te atrapó de este género?, ¿Qué rescatas de la novela negra como escritora?
Siempre me han gustado las novelas de crímenes, desde pequeña. Creo que las cosas que nos provocan miedo al mismo tiempo nos atraen y, aunque no nos gustan, forman parte de la realidad… por eso la ficción es tan necesaria, porque nos permite explorarlas y hablar de ellas sin que ocurran. La novela negra es un simulacro de horror perfecto.
¿Cuáles son tus referentes o influencias?, ¿con qué escritores de novela negra dialogas?
Leo muchísimo y no sólo género, porque cuando escribo no pienso que estoy escribiendo en un estilo determinado. La novela negra es por encima de todo “novela”, literatura, y por eso intento aprender de todo tipo de autores. Una de las primeras escritoras que despertó en mí la necesidad de hacer lo mismo que ella y escribir fue Iris Murdoch con su novela El mar, el mar, que es una historia híbrida, por encima de cualquier género. Esas son las que prefiero. Y otro de mis referentes es Dashiell Hammett, que es capaz de incorporar a la dureza de sus tramas finales como el de la llave de cristal.
¿Qué se necesita para ser escritor de novela negra que no se requiera en otro género?
Que te guste la parte más sórdida de la sociedad, lo que intentamos esconder debajo de la alfombra, lo que ocultamos de nosotros mismos porque nos avergonzamos de ello; querer sacar a la luz lo que todos procuran mantener en la oscuridad.
En tus obras están presentes la locura y la maldad del ser humano ¿son condiciones que siempre van de la mano?
No necesariamente, se puede ser malvado y no estar loco en absoluto.
En Informe sobre la víctima, tu tercera publicación, construyes una novela negra lejos del modelo tradicional de la misma ¿fue intencional subvertir el género?
Fue intencional mezclar la trama policiaca con una estructura de ciencia ficción, en la que el futuro tiene una importancia fundamental a la hora de revisar el pasado y comprenderlo mejor.
Los personajes de esta obra, para resolver el misterio, deben ser detectives del pasado y sobre todo de la memoria frágil de un único testigo ¿es posible reconstruir un pasado y llegar a la verdad a través de la memoria?
La memoria siempre nos engaña. El jardín de los sospechosos empieza con esta frase: «Años después, durante su paseo por el Jardín de los Sospechosos, los tres recordarán lo ocurrido como no fue…» y eso es porque, cuando recordamos, nos contamos una historia a nosotros mismos que ya no es la real. En Informe sobre la víctima, el Eslavo cuenta lo que el vivió, pero lo que nosotros vivimos de un acontecimiento no es necesariamente lo que viven los demás, por eso es tan importante la memoria colectiva. Cuantas más voces, mejor.
Nos puedes hablar un poco sobre los personajes y escenario de El jardín de los sospechosos, publicada recientemente por Principal de los Libros ¿Cómo los escogiste?
Se trata de una novela coral, pero con tres protagonistas muy claros: el fotógrafo Martín Guidú, que fue al que imaginé primero, porque tenía claro que quería escribir una novela en la que la fotografía tuviera importancia; la profesora Natalia Holden, que da clase al grupo de la niña asesinada, y el detective sordo Lorenzo Barriuso, cuyas inquietudes culturales le permiten darse cuenta de hasta qué punto Martín puede ser útil a la hora de descubrir quién es el asesino.
Tienes una sección en ABC Cultural sobre novela negra ¿sobre qué autores o libros has tenido el gusto y la sorpresa de escribir?
Sí, se llama Tinta Roja. Gracias a ella, prácticamente a diario leo sobre un crimen nuevo, pero si tuviera que destacar autores y novelas de publicación reciente te diría tres: Morir no es lo que más duelede Inés Plana; GB84 de David Peace; y Cuando sale la reclusa, de Fred Vargas.
Se habla mucho del boom de la novela negra ¿a qué autores o circunstancias consideras que se debe este fenómeno?
Creo que es un fenómeno que empezó con la crisis económica y la publicación de Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson, que llegó en el momento oportuno, cuando los lectores necesitaban encontrar en los libros un reflejo de la angustia social provocada, no solo por la falta de recursos, sino también por un montón de asignaturas eternamente pendientes, como la violencia machista. Con los años, la novela negra se ha curtido, se ha afianzado como un canal idóneo para abordar la realidad con absoluta crudeza. A veces se agradece prescindir de los eufemismos.
Como especialista en novela negra ¿qué características crees que tiene este género en la producción literaria española?
Creo que goza de muy buena salud y cuenta con varias generaciones de escritores con mucha fuerza. Ahora mismo, aparte de los autores más consolidados, otros se acercan a la primera línea: Paco Bescós y El porqué del color rojo; María Frisa con Cuídate de mí; Luis Roso con Aguacero y Primavera cruel; Inés Plana… Todos ellos incluyendo las peculiaridades de nuestro entorno en sus tramas.
¿Qué títulos dentro de la novela negra española y contemporánea recomendarías a nuestros lectores?
Contemporáneos y ya casi clásicos, El alquimista impaciente, de Lorenzo Silva; Muerte en primera clase de Guelbenzu, y Mi querido asesino en serie de Alicia Giménez Bartlett.
Marina Sanmartín y sus lecturas
¿Qué libro de este género te incentivó a escribir?
Seguramente Las aventuras de los cinco
¿Qué autor te pudo provocar dejar de escribir? (por su calidad indiscutible).
Nunca se me ha pasado por la cabeza dejar de escribir.
¿Cuál fue tu primer gran descubrimiento literario dentro de este género?
El talento de Mr. Ripley, de Patricia Highsmith.
¿Qué novela negra relees con frecuencia?
No suelo releer novelas, sólo recuerdo haber releído una, que no es negra: La insoportable levedad del ser.
¿Tienes una cita literaria de culto?, ¿cuál es?
«Ya se verá» de la Guerra de Charlie Wilson.
¿Qué estás leyendo de este género actualmente?
Los relatos de Patricia Highsmith y Días sin final, de Sebastian Barry.
Presentación Las manos tan pequeñas en la librería Cervantes y compañía. 24 de marzo 2022