Mientras sueñas de Laia Sinclair
—No, tú y yo no tenemos nada de lo que hablar. Me lo dejaste todo muy claro la última vez, ¿recuerdas? —Fui un necio. Es lo que vengo a confesarte. Me comporté como un idiota rematado. —Llevas años comportándote así. —Tienes razón. Pero se acabó, Hannah. Se acabó intentar ignorar lo que siento por ti. Lo que siempre he sentido por ti. —Ya no me interesa, Mac. No quiero saber qué sientes o dejas de sentir, ni por mí, ni por nadie. |