|
|
|
Todo lo que siempre quiso de Kristan Higgins
"Estaba claro que aquel tipo no sabía lo que era el amor. El amor despechado. El amor rechazado. Mi tierno y leal corazón estaba hecho trizas."
|
Demasiado bueno para ser verdad de Kristan Higgins
Pero, si Andrew me había roto el corazón, me imaginaba lo que podía hacerme Callahan O’Shea. Aplastarlo hasta que solo quedaran los añicos. Para alguien como yo, la profesora de Historia que bailaba con gente de la tercera edad, adoraba las películas sobre la Guerra de Secesión y las recreaciones, estar con alguien como él, aquel hombre vital y vagamente peligroso que irradiaba atractivo sexual… tenía que ser mala idea. Un desastre inevitable.
|
Demasiado bueno para ser verdad de Kristan Higgins
Inventarme un novio no es nada nuevo para mí. Tengo que admitirlo. Alguna gente va a ver escaparates llenos de cosas que no pueden permitirse comprar. Algunos miran en internet fotografías de hoteles a los que no van a poder ir. Y algunas personas se imaginan que conocen a un tipo verdaderamente majo cuando, en realidad, no es así.
|
Si supieras... de Kristan Higgins
Si perdiera a las niñas... Bueno, hay algunos pensamientos que sin intolerables, ante los que el suicidio casi parece una alternativa feliz.
|
Si supieras... de Kristan Higgins
Sigue allí, en el sofá, pero su halo irreverente y travieso ha desaparecido. En lugar de eso lo que queda es... Joder. Una completa y total soledad. Alguien debería advertírselo , porque parece llevar todo el dolor del mundo escrito en esas cejas caídas, en la comisura de su boca, en la mirada confusa que desprenden sus ojos.
|
ENTRE VIÑEDOS de Kristan Higgins
¿Por qué era tan difícil encontrar al hombre adecuado? No se tenía por una mujer demasiado exigente. Solo quería a alguien que no fuera gay, ni casado, ni desagradable, ni amoral, ni demasiado bajo. Alguien que la mirara… bueno, como Jeremy la había mirado. Sus ojos oscuros y alegres le decían que era lo mejor que le había pasado en la vida, y siempre la miraban con una sonrisa en sus profundidades. Jamás había dudado de que la quería de verdad.
|
Kristan Higgins
La grava salió disparada y los neumáticos chirriaron. Coco (o Nick, no supe muy bien quién) dejó escapar un gemido de sorpresa. —¡Por Dios, Harper! ¡Ve con más cuidado! —exclamó Nick, agarrándose al salpicadero. —Eres una nenaza, Nick —repliqué sonriendo. Y el Mustang empezó a hacer lo que se suponía que tenía que hacer. —Reza, Coco. San Cristóbal, patrón de los conductores, por favor protégenos a Coco y a mí de esta loca de Massachusetts. Amén |
Kristan Higgins
Mis ojos se volvieron a inundar de lágrimas. —Corre, Nick. —No puedo, Harper. Puede que seas una autista emocional, es cierto, pero te quiero. Los sollozos regresaron. |
Para mí, el único de Kristan Higgins
—Gracias, Nick. —Me incliné y le di un beso en la mejilla—. Gracias. Se ruborizó y apartó la mirada. —Da igual. Si hubieras muerto devorada me costaría mucho seguir odiándote. Sonreí. —Creía que nunca habías dejado de amarme. —Solo se puede odiar de verdad a aquellos a los que amas. —Qué bonito. ¿No hay ninguna postal de Hallmark con esa frase? —Lo dicho, eres una atrofiada emocional. |
Gregorio Samsa es un ...