Kristan Higgins
Mis ojos se volvieron a inundar de lágrimas. —Corre, Nick. —No puedo, Harper. Puede que seas una autista emocional, es cierto, pero te quiero. Los sollozos regresaron. |
Kristan Higgins
Mis ojos se volvieron a inundar de lágrimas. —Corre, Nick. —No puedo, Harper. Puede que seas una autista emocional, es cierto, pero te quiero. Los sollozos regresaron. |