Reencuentros, si me conocéis un poco, sabréis cuanto me gusta ese cliché. Y, realmente, creo que es en lo que menos me fijé de la historia, me llamó en general porque algo tiene que te atrapa, aunque no sepas cómo va a ser después. Y sí, me ha gustado mucho, aunque admito que siento que le ha faltado algo, aunque no sepa muy bien deciros el qué. Quizá un después, un epílogo, un qué pasa en el futuro. O quizá es que he sentido que Nate se repetía un poco con los sentimientos, que por otro lado es normal, es lo que hacemos cuando somos adolescentes, sentir que todo es un mundo y repetirnos lo mismo una y otra vez aunque estemos equivocados. Pero somos nosotros mismos los que impedimos salir de ese bucle. El caso, como decía, es que le falta algo, pero aun así es una historia que he disfrutado muchísimo.
Nate es un chico con una vida sencilla, rodeado de buenos amigos y una familia que siempre lo apoya. Aunque su madre, desde que murió su padre, se haya vuelto un poco estricta, como si temiera que el tiempo fuera de casa se pudiera llevar también a su hijo. Pero Nate intenta lidiar con ello como puede, aunque poco a poco necesite más independencia, más libertad, poder vivir sin miedo a que algo pueda ocurrir. Me ha gustado mucho ver esa evolución en él, ese despertar, esas ganas de ser adolescente de verdad, equivocarse, enfadarse y luego arrepentirse si hace falta. Es cierto que hay momentos en los que te dan ganas de darle una colleja, sobre todo en lo que a tratar a su madre se refiere, pero son actuaciones que se entienden, con las que nos podemos sentir identificados, y que luego tienen su arrepentimiento y solución. ¿Quién no se ha enfadado por la hora de llegada a casa? ¿Por sentirse menos independiente que el resto? ¿Quién no ha discutido y luego se ha arrepentido de lo dicho? Por suerte, un lo siento nunca es tardío, y Nate se da cuenta rápido.
Pero no solo vemos un cambio en lo que se refiere a la relación con su madre y esas ganas de que lo trate como un adulto. También lo vemos en sus sentimientos, confusos y variados. Algo que me ha gustado mucho es la naturalidad con la que se trata la sexualidad en el libro. Como debería ser siempre, por otro lado. Y es que aquí los sentimientos no son confusos porque te guste una chica o un chico, o ambos, no. Son confusos por las personas en sí, independientemente del sexo que tengan. Y que no se le dé importancia, ni se haga un drama por ello, me ha encantado. Y repito, es como debería ser siempre, aunque también se entienda que en otros casos las historias lidien con ese despertar sexual que no se comprende, porque no es lo que siempre se ha visto como "natural". En este libro da igual quien te guste o a quien quieras, el problema y la confusión viene por hasta donde llega ese amor, y cuanto te gusta esa persona. Hasta dónde estás dispuesto a llegar, y cuánto quieres luchar por ella. Y eso, cuando le ocurre a alguien que no cree en los finales felices, ni en las relaciones duraderas, imaginaros la de confusión que trae. Así es Nate.
Aún tiene algo más que me ha encantado y es la inclusión del personaje de Oliver. Porque no es simplemente los gustos sexuales que él pueda tener, como el resto de personajes. No. Es que además, Oliver es sordo, y se nos relata el momento en el que eso sucedió y cómo lo llevaron él y Nate. Y es muy bonita su experiencia, como Nate quiso aprender a signar para seguir hablando con su mejor amigo, y cómo se relaciona Oliver en el presente no solo con él de nuevo, si no con el resto de amigos, Gideon, Flo y Ashley. Y en cuanto a cómo nos lo ha trasladado la editorial al papel, en la maquetación, está muy bien llevado, no se hace complicado de entender cuando hablan o cuando signan, o cuando utilizan otros medios, y eso es genial, porque no dificulta la lectura para nada.
Y, la verdad, poco más os puedo decir salvo que me ha gustado mucho la manera de escribir de la autora, el cómo nos transmite los sentimientos, principalmente de Nate que es nuestro protagonista. El cómo logra que lo entendamos a pesar de que podamos o no estar de acuerdo con sus acciones y pensamientos. El cómo se va construyendo la historia de amor a medida que conocemos al resto de personajes. Y el cómo, simplemente, tenemos a unos adolescentes actuando como adolescentes, con todo lo que ello implica. Y si encima le añade referencias a películas que te gustan, como es el caso, mucho mejor. Sobre todo una frase que dicen Nate y Flo, que proviene de Friday Night Lights (aunque en el libro le llamen Friday Night Hearts y creo que es un error), y que, aunque yo conozco por la serie, me ha encantado recordarla, porque en su momento me enamoré totalmente de esa historia y sus personajes. Así que, tenéis que leer el libro, y ver la serie.
En resumen, 'Una historia de amor épica' es un libro que nos presenta a Nate, un adolescente con sentimientos confusos, ganas de independencia y libertad, una madre algo protectora, una hermana que lo adora, buenos amigos y que vive un reencuentro muy especial. Él no cree en los finales felices porque tiene miedo a la pérdida, a sufrir, a que las cosas no salgan bien, y eso le lleva a dudar a la hora de tomar decisiones y arriesgarse en el amor. Pero poco a poco irá cambiando, encontrando la manera de convertirse en adulto, de que su madre lo tome en serio sin ese miedo a perderlo, de aceptar lo que siente y hacerle frente, y, sobre todo, de ser feliz sin miedo a lo que pueda pasar. Es un libro que me ha gustado mucho, en el que los personajes actúan y hacen idioteces como los adolescentes que son, y que tiene una historia de amor muy bonita, con inclusión, aceptación, normalidad y naturalidad. Os lo recomiendo si os gustan este tipo de historias porque os va a emocionar seguro.
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