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El cuaderno de Maya de Isabel Allende
“La vida es una tapicería que se borda día a día con hilos de muchos colores, unos pesados y oscuros, otros delgados y luminosos, todos los hilos sirven. Las tonterías que hice ya están en la tapicería, son imborrables, pero no voy a cargar con ellas hasta que me muera.
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El cuaderno de Maya de Isabel Allende
Un dolor así, dolor del alma, no se quita con remedios, terapia o vacaciones; un dolor así se sufre, simplemente
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Violeta de Isabel Allende
Puedo decirte con pleno conocimiento de cau-sa que es posible enamorarse en la vejez con la misma intensidad y pasión que en la juventud. La única diferencia es que hay una sensación de urgencia: no se puede perder tiempo en tonterías. A Harald lo amé sin celos, peleas, impaciencia, intolerancia y otros inconvenientes que ensucian las relaciones.
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Hija de la fortuna de Isabel Allende
Escribir sobre el amor real, de como puede cambiarnos la vida y de sentirnos identificados con la historia, no cualquiera lo puede hacer, pero si algo tiene ISABEL ALLENDE es que ella escribe del amor real, bueno o malo, pero real. Este libro nos muestra como el amor nos puede arrastrar a cometer locuras, de como pensamos con el corazón y no con la razón. Y muchos (siento yo) vivimos ese amor en la adolescencia o muy jóvenes. Pero ese amor nos da fuerza para luchar, para cambiar y para vivir. Con Eliza esto pasó: ese amor que sentía la transformó, le dio valor de dejar todo y hacer un viaje peligroso, la hizo cambiar, aprender y renovarse. Sola no pudo hacerlo, necesitó ayuda de otros para entender que muchas veces el amor nos lleva a otros lugares sin imaginarlo. |
Inés del alma mía de Isabel Allende
Supongo que pondrán estatuas de mi persona en las plazas, y habrá calles y ciudades con mi nombre, como las habrá de Pedro de Valdivia y otros conquistadores, pero cientos de esforzadas mujeres que fundaron los pueblos, mientras sus hombres peleaban, serán olvidadas
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El amante japonés de Isabel Allende
“Hay mucha gente buena, pero es discreta. Los malos, en cambio, hacen mucho ruido, por eso se notan más."
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Inés del alma mía de Isabel Allende
Ya entonces, en sus comienzos, la ciudad estaba envuelta en el tejido de enredos que hoy la caracteriza. La corte era un hervidero de intrigas y todo tenía un precio, hasta el honor.
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La casa de los espíritus de Isabel Allende
"Alba inventaba irresistibles trucos de seducción y Miguel creaba nuevas y maravillosas formas de amarla. Estaban deslumbrados por la fuerza de su pasión, que era como un embrujo de sed insaciable. No alcanzaban las horas ni las palabras para decirse los más íntimos pensamientos y los más remotos recuerdos, en un ambicioso intento de poseerse mutuamente hasta la última estancia. Alba descuidó el violoncelo, excepto para tocarlo desnuda sobre el lecho de topacio, y asistía a sus clases en la universidad con un aire alucinado. Miguel también postergó su tesis y sus reuniones políticas, porque necesitaban estar juntos a toda hora y aprovechaban la menor distracción de los habitantes de la casa para deslizarse hacia el sótano. Alba aprendió a mentir y disimular. Pretextando la necesidad de estudiar de noche, dejó el cuarto que compartía con su madre desde la muerte de su abuela y se instaló en una habitación del primer piso que daba al jardín, para poder abrir la ventana a Miguel y llevarlo en puntillas a través de la casa dormida, hasta la guarida encantada. Pero no sólo se juntaban en las noches. La impaciencia del amor era a veces tan intolerable, que Miguel se arriesgaba a entrar de día, arrastrándose entre los matorrales, como un ladrón, hasta la puerta del sótano, donde lo esperaba Alba con el corazón en un hilo. Se abrazaban con la desesperación de una despedida y se escabullían a su refugio sofocados de complicidad."
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La casa de los espíritus de Isabel Allende
El senador Trueba luchaba contra sus enemigos políticos, que cada día avanzaban más en la conquista del poder. Mientras otros dirigentes del Partido Conservador engordaban, envejecían y perdían el tiempo en interminables discusiones bizantinas, él se dedicaba a trabajar, estudiar y recorrer el país de norte a sur, en una campaña personal que no cesaba nunca, sin tener en cuenta para nada sus años ni el sordo clamor de sus huesos. Lo reelegían senador en cada elección parlamentaria. Pero no estaba interesado en el poder, la riqueza o el prestigio. Su obsesión era destruir lo que él llamaba «el cáncer marxista», que estaba filtrándose poco a poco en el pueblo. -¡Uno levanta una piedra y aparece un comunista! -decía. Nadie más lo creía. Ni los mismos comunistas. Se burlaban un poco de él, por sus arrebatos de mal humor, su pinta de cuervo enlutado, su bastón anacrónico y sus pronósticos apocalípticos. |
La casa de los espíritus de Isabel Allende
Estaba tan deprimido, que dejé de afeitarme, no me cambiaba ropa, creo que tampoco me bañaba. La comida me parecía agria, tenía un sabor de bilis en la boca. Me rompí los nudillos golpeando las paredes y reventé un caballo galopando para espantar la furia que me estaba consumiendo las entrañas.
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Mujeres del alma mía de Isabel Allende
de Sor Juana de la Cruz, esta poesía, página 69 Hombres necios que acusáis / a la mujer sin razón, / sin ver que sois la ocasión / de lo mismo que culpáis: si con ansia sin igual / solicitáis su desdén, / ¿por qué queréis que obren bien / si las incitáis al mal? ¿Cuál mayor culpa ha tenido / en una pasión errada: / la que cae de rogada / o el que ruega de caído? ¿O cuál es más de culpar, / aunque cualquiera mal haga: / la que peca por la paga / o el que paga por pecar? |
Mujeres del alma mía de Isabel Allende
proviene del escritor uruguayo Eduardo Galeano y que a la escritora le parece confusa, pero que a mi me gusta…"al fin y al cabo, el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo"…
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Mujeres del alma mía de Isabel Allende
el lenguaje es muy importante porque suele determinar la forma en que pensamos. Las palabras son poderosas. Al patriarcado le conviene clasificar a la gente, así es más fácil ejercer control. Aceptamos automáticamente ser puestos en categorías de género, raza, edad, etc.(página 66)
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Inés del alma mía de Isabel Allende
Con la edad se adelgaza el velo que separa este mundo del otro, y empiezo a ver lo invisible.
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Inés del alma mía de Isabel Allende
Hay días contentos y días tristes, cada uno es dueño de su silencio.
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Mujeres del alma mía de Isabel Allende
“La objetivación de la mujer es tan predominante que no la percibimos y en la juventud nos esclaviza. El feminismo no nos ha salvado de esa esclavitud. Solo nos libramos con la edad, cuando nos convertimos en seres invisibles y ya no somos objeto de deseo, o cuando alguna tragedia nos sacude hasta los huesos y nos confronta con lo fundamental de la existencia”
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Mujeres del alma mía de Isabel Allende
Me estoy preparando para el futuro.(...) Mientras pueda, pienso arrastrarme escalera arriba al ático donde escribo para pasar mis días entretenida contando historias. Si lo logro, la vejez no me incumbe.
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Mujeres del alma mía de Isabel Allende
A muy temprana edad me di cuenta de que mi madre estaba en desventaja con respecto a los hombres de la familia.
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Mujeres del alma mía de Isabel Allende
Feminismo es la noción radical de que las mujeres son personas, como dijo Virginia Woolf.
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¿En qué época está ambientada la obra?