La casa de los espíritus de Isabel Allende
Si no saben dónde están parados ¿cómo van a saber de política?
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La casa de los espíritus de Isabel Allende
Si no saben dónde están parados ¿cómo van a saber de política?
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Mujeres del alma mía de Isabel Allende
“La felicidad no es exuberante ni bulliciosa, como la alegría o el placer; es silenciosa, tranquila, suave, es un estado interno de bienestar que empieza por amarme a mí misma. Soy libre.”
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Mi país inventado de Isabel Allende
La memoria está condicionada por la emoción; recordamos más y mejor los eventos que nos conmueven, como la alegría de un nacimiento, el placer de una noche de amor, el dolor de una muerte cercana, el trauma de una herida.
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Paula de Isabel Allende
El problema con la ficción es que debe ser creíble, en cambio la realidad rara vez lo es.
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El Bosque de los Pigmeos de Isabel Allende
Las creencias propias se llaman religión, las de los demás se llaman superstición
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Violeta de Isabel Allende
El espejo me revelaba los cambios inevitables de la edad, pero por dentro no los sentía para nada. Como el proceso de envejecer fue paulatino, la ancianidad me tomó por sorpresa. Vejez y ancianidad no son la misma cosa.
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Violeta de Isabel Allende
-Dice Juan Martín que con el pretexto de la Guera Fría la CIA derroca democracias y apoya dictaduras brutales, que benefician a las élites e imponen el terror en el pueblo. Hay tanta injusticia, desigualdad y miseria que con razón prende el comunismo en nuestros paises.
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Violeta de Isabel Allende
La realidad es que cada uno es responsable de su propia vida. Nacemos con ciertas cartas del naipe, y con ellas jugamos nuestro juego; a algunos les tocan malas cartas y lo pierden todo, pero otros juegan magistralmente con esas mismas cartas y triunfan. El naipe determina quiénes somos: edad, género, raza, familia, nacionalidad, etcétera, y no lo podemos cambiar, sólo podemos usarlo lo mejor posible. En ese juego hay obstáculos y oportunidades, estrategias y trampas. |
Violeta de Isabel Allende
Hay un tiempo para vivir y un tiempo para morir. Entre ambos hay tiempo para recordar. |
El viento conoce mi nombre de Isabel Allende
Habíamos invertido tanto en nuestra pareja que valía la pena intentar salvarla.
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El viento conoce mi nombre de Isabel Allende
Hay que reformar el sistema de inmigración y ayudar a resolver las causas por las cuales la gente sale de sus países de origen. Nadie quiere dejar todo y salir escapando, lo hacen por desesperación.
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La casa de los espíritus de Isabel Allende
Igual que en el momento de venir al mundo, al morir tenemos miedo de lo desconocido. Pero el miedo es algo interior que no tiene nada que ver con la realidad. Morir es como macer:sólo un cambio.
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El viento conoce mi nombre de Isabel Allende
El hecho de que algo no se pueda explicar, no significa que no exista.
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Violeta de Isabel Allende
No te creas que eres alguien especial o mejor que los otros, acuérdate de que el clavo más prominente le cae el martillazo.
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Violeta de Isabel Allende
Pronto abandonaré este cuerpo desarmado que tan bien me ha servido durante un siglo entero, pero está finalmente derrotado. —¿Me estoy muriendo, Etelvina? —Sí, señora. ¿Tiene miedo? —No. Estoy contenta y siento curiosidad. ¿Qué habrá al otro lado? —No sé. |
Cuentos de Eva Luna de Isabel Allende
Cinco siglos atrás, cuando los bravos forajidos de España, con sus caballos agotados y las armaduras calientes como brasas por el sol de América, pisaron las tierras de Quinaroa, ya los indios llevaban varios miles de años naciendo y muriendo en el mismo lugar.
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La casa de los espíritus de Isabel Allende
¿No ves que yo tengo el alma vieja y tú todavía eres un niño?
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La casa de los espíritus de Isabel Allende
En las mejores familias había buenas familias había buenas razones para avergonzarse.
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Violeta de Isabel Allende
Nos pasamos la vida negando el hecho irrefutable de que nos vamos a morir, y eso no cambia a los noventa.
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¿En qué época está ambientada la obra?