Violeta de Isabel Allende
Puedo decirte con pleno conocimiento de cau-sa que es posible enamorarse en la vejez con la misma intensidad y pasión que en la juventud. La única diferencia es que hay una sensación de urgencia: no se puede perder tiempo en tonterías. A Harald lo amé sin celos, peleas, impaciencia, intolerancia y otros inconvenientes que ensucian las relaciones.
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