La escritora australiana se aleja de sus historias criminales y factura una novela de amor cargada de exaltación.
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La escritora australiana se aleja de sus historias criminales y factura una novela de amor cargada de exaltación.
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Qué rabia me da leer un libro intentando que me guste mucho, y que al final se queda en eso, un intento frustrado. Ritos funerarios fue un libro que me fascinó, una de las cosas que más me gustaron fue que la autora describía las cosas de tal manera que incluso podías olfatear lo que te describía, sin embargo parte de lo que me agotó de este libro fue precisamente eso. Un libro que tenía para mí una premisa estupenda y que se fue desinflando poquito a poco. Hasta la mitad del libro todo bien, me tenía enganchada, estaba disfrutando la lectura y esperando acontecimientos, el que llegó no me lo esperaba y a partir de ahí fue todo cuesta abajo, para mi gusto. Se vuelve repetitivo, sin apenas acción, aburrido y con una trama que tampoco entendí muy bien, la verdad. El abrupto final tampoco ayuda a terminar con un buen sabor de boca. Mucho grosor para tan poca chicha. Si estás pensando en regalar un libro estas navidades y quieres quedar bien no regales éste que la cuesta de enero ya es bastante pendiente. + Leer más |
-"DEVOCIÓN" de Hannah Kent- . A estas alturas de mi vida lectora, y con los tres libros que ha escrito, leídos y disfrutados, puedo decir que Hannah Kent es mi escritora contemporánea favorita, y que tras haberme embarcado en su última novela, y haberme dejado llevar por su historia, me he dado cuenta de que “Devoción” es algo distinta a sus anteriores obras, pero también de que su delicada y bella prosa, está latente en cada una de sus páginas. . La primera parte de la novela, nos sitúa en 1836 en un pueblecito de Prusia, donde habita una comunidad muy cerrada de luteranos disidentes, a la que pertenece nuestra protagonista, Hanne, una joven solitaria de quince años, que ama la naturaleza, y que prefiere correr libremente por el bosque, a seguir las normas sociales. Todo esto cambia, el día en que llega a la aldea una nueva familia, cuya hija, Thea, es otra alma libre como Hanne, junto a la que irá descubriendo el amor. Cuando empieza la persecución religiosa, la comunidad se ve obligada a huir, y sus habitantes se embarcarán en un viaje a Australia, durante seis meses, en unas condiciones infrahumanas, lo que supondrá un antes y un después para Thea, y para Hanne. . La segunda parte, es la más distinta en cuanto a lo que la autora nos tiene acostumbrados, ya que introduce un giro inesperado muy especial, con toques de realismo mágico, que resulta bastante interesante y original, pero del que para no perder la gracia, no puedo contaros nada más. . Lo que más he disfrutado es la belleza envolvente de la escritura de Hannah Kent, y la importancia que tiene la naturaleza en la historia, y aunque quizás no vaya a ser mi obra preferida de la autora, pienso es una buena novela, y además el haberla leido con la gran compañia de @palabradelectora siempre me aporta cosas buenas. . En esta novela vas a encontrar: 🚢La prosa evocadora de Hannah Kent. 🚢El contexto histórico de una comunidad luterana profundamente religiosa. 🚢Una historia de amor LGBTI+ con toques sobrenaturales. + Leer más |
Es el primer libro que leo de Hannah Kent y me ha encantado. La historia es una historia de amor con mayúsculas con toques sobrenaturales en un entorno profundamente religioso. En la década de 1830 Hanne es una adolescente que pertenece a una comunidad de luteranos disidentes que vive en la localidad de Kay, Prusia. Ama la naturaleza, los árboles, el bosque y allí es feliz. No tiene ninguna amiga,nadie la entiende porque no disfruta de las mismas cosas que los demás, así que siempre está sola. Hasta que llega Thea, la única hija de una familia que llega nueva a la aldea y que también es otra alma libre como ella y se harán inseparables. Y aprenderán a amar... Pero un día, los habitantes de la aldea reciben el permiso solicitado para emigrar al Sur de Australia y practicar su fe en libertad ya que viven perseguidos por el Estado. Y se embarcarán en un viaje de 6 meses de duración en unas condiciones infrahumanas. Espacio reducido, escasez de comida, mala higiene... Todo pasará factura, el tifus campará a sus anchas por el barco y no todos sobrevivirán al terrible viaje. Me ha parecido una historia preciosa pero lo que más me ha gustado es como está escrita, de manera sublime. Con una prosa evocadora y lírica lees y lees y no quieres parar. Es un libro bellísimo, para leer despacio y saboreando sus palabras, deslizando la vista por las descripciones de la naturaleza, notando en el corazón y en el alma los sentimientos y emociones que transmite y disfrutando del canto al amor que transmite, el amor a la naturaleza, a la comunidad, a la familia, a la pareja elegida... Enlace: https://instagram.com/mi.ter.. + Leer más |
Esta es una historia de amor, preciosa, durísima, poética, mágica. De cuando el amor nos sorprende por vez primera, nos hace flotar, querer saberlo todo sobre quién es el objeto de nuestro enamoramiento y querer estar junto a su cuerpo, su espíritu, sus pensamientos. Pero también es la historia de un amor imposible. Ya sabemos que este tipo de historias son universales y ocurren a cientos, miles, todos los días, pero esta es especial (aunque todas lo son por unos motivos u otros), no ya por la época en que transcurre o por las circunstancias sino, sobre todo, |
La acción de ‘Devoción’ se sitúa en la década de 1830 en el pequeño pueblo prusiano de Kay, donde vive Hanne Hussbaum, una adolescente de 17 años que no acaba de sentirse integrada en su comunidad de fe luterana que sufre la persecución del Estado.
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La novela comienza en el año 1836 en un pueblo pequeño de Prusia llamado Kay. Allí vive Hanne (Johanne), una joven de diecisiete años a la que todos sus vecinos consideran rarita y que por eso no tiene amigos. Ella prefiere estar en la naturaleza y escuchar su música particular antes que con personas como ella. Hanne, su familia y sus vecinos profesan la fe luterana más estricta y su comunidad está siendo perseguida por el estado, incluso el pastor ha tenido que huir. La vida les resulta sumamente difícil por lo que tienen en la cabeza la idea de emigrar a un país más tolerante. Por fin la vida empieza a mostrar a Hanne su lado más amable cuando una nueva familia llega a Kay. La madre es partera y conoce los secretos de las plantas mientras que la hija, Thea, tiene la misma edad que Hanne. Pronto ambas se hacen amigas íntimas y vivirán felices unos meses hasta que la comunidad decide emigrar a Australia. “Devoción” cuenta una historia de amor y de amistad preciosa. Pero preciosa de verdad. Iremos viendo cómo se fragua la amistad entre estas dos mujeres jóvenes que son tan diferentes al resto de chicas de la aldea. Thea, por la forma en la que la han criado, es un alma libre. Así como a Hanne la han educado de forma muy estricta, tanto que no se ha sentido nunca realmente querida por su madre, la relación entre Thea y su liberal madre no tiene nada que ver. Iremos conociendo a los personajes de la novela pero también una forma de vida. Un grupo de familias que procesan una fe luterana muy estricta, unas creencias religiosas llevadas casi al límite, una fe inquebrantable pese a los palos que les da la vida que son muchos. Veremos cómo viven, cómo se enamoran y casan, cómo se forman las familias… Hasta que reciben los permisos para emigrar y se embarcan rumbo a Australia. Seis meses encerrados en un barco que carece de las mínimas condiciones de higiene y salubridad. Prácticamente hacinados, incluso el agua y la comida llegan a escasear. La parte de la travesía me ha resultado muy dura y agobiante, bastante claustrofóbica. Y luego llegan a Australia y allí se les abre un mundo absolutamente desconocido que no tiene nada que ver con su Prusia natal. Habrá que ver cómo consiguen adaptarse a ese nuevo clima, nuevas plantas, nuevos animales, indígenas con los que no tienen nada que ver… Y, mientras tanto, la amistad y el amor campan a sus anchas. Un amor imposible por sus circunstancias y por lo que pasa y, por tanto, una bella historia de amor. Y hasta aquí puedo contar. Pasan muchas cosas pero tendréis que descubrirlas por vosotros mismos, os aseguro que merece la pena. Me ha gustado muchísimo el libro. Me ha gustado la historia que, además, me ha sorprendido mucho. Hay un giro tremendo hacia la mitad que cambia toda la perspectiva. A partir de ahí, dentro de ese ambiente sumamente religioso, notaremos un toque que no sé muy bien cómo calificar. ¿Sobrenatural quizás? No soy yo nada aficionada a fantasías ni toques irreales pero lo que pasa en este caso me ha encantado y me ha convencido la forma en la que la autora lo introduce. Ya perdonaréis que no sea más explícita, no os conviene que lo sea. Es, resumiendo, una historia de devoción en dos sentidos: devoción a Dios y devoción pagana, a cada cual más fuerte. También me han gustado los personajes. Todos ellos, principales y secundarios. Es Hanne quien nos cuenta la historia en primera persona y, por ello, además de narradora es la protagonista principal del libro. Y ya os digo que es una narradora y un personaje increíble, de esos que se te meten muy adentro. También me ha gustado mucho Thea, las madres de ambas chicas (nos muestran dos formas de vivir la vida, una muy rigurosa otra mucho más natural), Mathias, Hans…, en fin, todos. Finalmente, me ha encantado la prosa de Hannah Kent. Estamos ante un libro escrito de una forma sublime. Una prosa elegantísima, intimista y evocadora que te lleva a su terreno y se te mete muy adentro. Te hace soñar si toca, horrorizarte cuando es el momento y, sin duda, conmoverte. El ritmo es medio, no es una novela para leer con prisas sino poco a poco, deleitándose en la manera tan bonita que tiene Hannah Kent de contar las cosas. Y con todo esto no pretendo sugerir que sea una novela lenta, aburrida o de difícil lectura; para nada: la autora consigue aunar delicadeza y elegancia a la hora de escribir con entretenimiento y sencillez de lectura. Me he llevado el libro de vacaciones no siendo éste el típico libro para leer en esos momentos. Pero es que ya lo había empezado y estaba tan inmersa en él que no quería dejarlo colgado hasta la vuelta. Pues a la vuelta de cada visita, por muy cansada que estuviese, siempre encontraba un ratito para leer unos capítulos tanto me estaba gustando. La novela se divide en tres partes: antes, después y ahora. La última parte es muy cortita, el grueso de la historia ocurren en el antes y en el después. Al acabar antes y empezar después hay un giro impresionante. Muy arriesgado en mi opinión porque, de una historia sumamente realista, pasamos a otra también realista pero con ese toque que os he comentado antes. Podría no haber funcionado pero la maestría de la autora hace que funcione, que te lo creas, que lo asumas como algo totalmente natural. Conclusión final No me he podido estrenar mejor con Hannah Kent. “Devoción” es una novela diferente y preciosa, por dentro y por fuera. No dudo en recomendárosla. Enlace: https://librosquehayqueleer-.. + Leer más |
Hace dos años os hablaba de lo que había disfrutado de Ritos funerarios. En aquel libro descubrí una nueva voz a tener muy en cuenta, una voz con entidad propia y con mucho por contar. Hoy, vuelvo a ella a Hannah Kent, y aunque la vuelta no ha sido como esperaba, siempre resulta un placer leerla. Hoy hablamos de Devoción, la última novela de Hannah Kent. Hanne es una niña que no encaja entre las demás niñas de su comunidad luterana. Todo cambia cuando llega Thea, con la que congeniará instantáneamente. En Devoción, Hannah Kent nos cuenta la complicada migración luterana desde Prusia hasta tierras australianas, desde la perspectiva de Hanne. En este libro he podido reencontrarme con la Hannah Kent que ya conocí en Ritos funerarios. Una Hannah Kent que destaca en la creación de una atmósfera tan palpable que crea con personajes femeninos protagonistas que irrumpen con fuerza para engancharte al relato que tienen que contarte. Y es que todo iba bien, el libro me había atrapado, Hanne se había convertido en un personaje al que abrazar, pero llega un giro inesperado y todo lo que había construido hasta ese momento se desvanece. A partir de ahí, la lectura se convierte en algo completamente distinto para ti como lector, pero la escritora parece que sigue como si nada. El libro deja de ser lo que era para convertirse en otra cosa distinta. Ese punto de inflexión puede enamorarte del libro o desencantarte, y en mi caso ha sido lo segundo y me da mucha pena, porque hasta el momento me estaba realmente atrapando. No obstante, os animo a descubrir la historia porque indiferente no os dejará. Yo estaré pendiente para que me contéis si os ha convencido u os pasa lo mismo que a mi. + Leer más |
La novela nos traslada a la Prusia de 1836, allí conoceremos a Hanne, una adolescente vital y rebelde que mantiene una relacion muy especial con la naturaleza, lo que le ha hecho ganarse entre sus vecinos la fama de "rarita". Hanne y su familia viven en una comunidad religiosa sujeta a unas estrictas normas de convivencia que la joven se resiste a cumplir y que le ha condenado a una vida solitaria, pero todo cambia con la llegada a la aldea de la misteriosa Thea, otra adolescente con la que entablará una intensa relación. Cuando la vida empieza a favorecer Hanne, la persecución religiosa que sufre su pueblo hace que su vida se precipite de nuevo. . Las primeras páginas de esta novela son Hannah Kent en el estado más puro y más bello, desde el primer párrafo reconocí a la autora y su lenguaje poético y exquisito. Al instante me sentí envuelta por la ambientación y por la historia, ame al personaje de Hanne y empecé a querer a Thea y ese aló casi mágico que la envuelve, pero eso solo ocurrió en las primeras 220 páginas. Justo en ese momento, hay punto de inflexión que divide la novela en dos y provoca que todo cambie. A partir de ese punto la historia se vuelve plana, repetitiva y decepcionante. . El problema no es que ese punto de inflexión sea erróneo, al menos no para mí, diría incluso que es uno de los momentos álgidos y más bellamente escritos de la novela. La cuestión es que no está bien desarrollado y no da para llenar otras 200 páginas. En ese punto la historia va decayendo hasta cerrar con un final precipitado y desalentador. Pero este no es el único fallo que he encontrado durante la lectura, la novela está llena de malas elecciones, la parte histórica no está bien desarrollada y hay temas muy interesantes por los que la autora pasa de puntillas y los desperdicia para centrarse únicamente en la relación de Thea y Hanne. . Con todo esto, no me arrepiento de haberla leído. La primera parte es preciosa y, precisamente por eso, me da más rabia que esa segunda mitad no haya estado a la altura. Hay personajes fantástico más allá de las protagonistas, la novela respira un gran amor por la naturaleza, hay pinceladas del realismo mágico que tanto me gusta y por supuesto, está la poesía de la autora. . Me ha costado sinceramente conmigo misma y reconocer que este libro no ha sido lo que deseaba, pero es que de Hannah Kent espero mucho más. Ahora solo me queda aguardar el cuarto libro de la autora y os aseguro que, cuando llegué el momento, le haré la fiesta que seguro se merecerá. + Leer más |
El libro me ha costado un poco leerlo, tiene una historia opresiva, en un ambiente de pobreza, de marginidad e ignorancia. Dentro de todo eso se maneja una historia, sobre todo, cruel, sin embargo, aunque el libro está ubicado en la Irlanda del siglo XIX, no pude evitar relacionar todo lo que ahí se cuenta con situaciones que pasan todavía hoy en día. Qué poco hemos crecido como sociedad. Como he dicho me ha costado trabajo avanzar, el libro no tiene un ritmo ágil, es de esos que hay que leerse despacio, tomarse su tiempo, sin contar que tiene unas frases maravillosas y una sabiduría sobre la naturaleza humana muy peculiar. El libro me ha dejado más bien con muchos pensamientos de reflexión, sobre como en todas las culturas siempre hay esos seres mitológicos a los que todos queremos siempre echar la culpa de las cosas buenas y las cosas malas que nos pasan, también por supuesto eso nos hace sentirnos aliviados al pensar que nuestros actos no son malvados sino más bien justificados por situaciones que no podemos controlar, bueno pues resulta que no es así, el ser humano es vil y es cruel y la historia lo demuestra, podría justificar los hechos ocurridos en este libro tras un velo de ignorancia, pero lo cierto es que la protagonista se justifica a sí misma y peor, los demás le justifican sus hechos únicamente porque o creen lo mismo que ella o bien porque consideran que detrás de lo que hizo existe una ignorancia bienintencionada. Por otro lado está la manera en que la escritora nos muestra a todos los que rodean a las protagonistas, esos personajes de un pueblo en gran medida ignorante y pobre, donde lo mejor que se puede hacer es hablar de todo el mundo, de meterse en la vida de los demás y nuevamente, justificar todos sus actos malintencionados detrás de la ignorancia, ya sea manipulados por sus propias leyendas o bien manipulados por la iglesia (que raro, si eso nunca pasa). Es un libro de una gran calidad narrativa, una historia dura, pero muy bien contada, muy bien controlada, manejada y expuesta, la autora nos lleva hasta ese mundo y sin duda hizo un gran trabajo de investigación para escribir sobre este tema, que, dicho sea de paso, es una historia verídica. + Leer más |
Irlanda, 1825. En una zona rural vive Nóra Leahy, una mujer que tras la muerte de su marido Martin queda sola a cargo de su nieto Micheál de cuatro años. Pero Micheál no es un niño normal, no camina, no habla y apenas se mueve, solo llora y llora sin parar. Nóra se siente sobrepasada y en la feria anual de empleo en la ciudad más próxima contrata a Mary Clifford, una joven de 14 años, para que la ayude en las labores que son necesarias es su pequeña granja y para cuidar de su nieto. Mientras tanto, en la zona dónde viven empiezan a suceder desgracias y la gente busca culpables. Tal vez ese niño que es nieto de Nóra que todos saben de su existencia pero nadie ha visto tenga algo que ver en toda esta mala racha de las gentes del lugar. Nóra, totalmente desesperada, acaba convencida que su nieto no es él, es un niño cambiado, un duende que Los Buenos han dejado en su lugar y después de no encontrar ninguna ayuda ni en el médico, ni en el nuevo cura, vuelca todas sus esperanzas en Nance Roche, una anciana que vive sola en el bosque desde hace al menos 20 años, una partera, plañidera y curandera que le ayudará a traer de vuelta al verdadero Micheál. Nóra, Mary y Nance harán todo lo que sea necesario para traer al pequeño Micheál de vuelta a pesar de todos los riesgos. Los Buenos tienen que llevarse a su duende y devolver al nieto de Nóra y seguro que después todo volverá a ir bien. Lo primero que quiero destacar es la increíble ambientación de esta novela. Desde la primera página nos sumergimos en ese paisaje rural irlandés húmedo, frío, lúgubre y repleto de misterio. A las descripciones de lugares se añade la capacidad de la autora de adentrarnos en la atmósfera opresiva que envuelve a la protagonista durante toda la novela. Lugares y personas se hacen visibles sin esfuerzo, incluso los gestos están tan bien plasmados que nos hacen conocer las intenciones de cada personaje no solo por sus palabras, sus miradas, su forma de caminar, cualquier gesto que en apariencia pueda ser nimio sin embargo es relevante y lo sabemos. La novela se apoya en el folclore ancestral irlandés y el libro está plagado de superstición y misterio. Los Buenos o mejor dicho, The Good People (La buena gente) son las hadas y los duendes que viven entre nosotros que aunque sean invisibles interfieren en nuestras vidas y si se sienten ofendidos pueden llegar a ser terribles. En este paraje aislado irlandés la gente cree y teme a Los Buenos y eso es lo que da lugar a la rumorología que se extiende por esa zona rural y lleva a Nóra a tomar decisiones drásticas pero bajo el convencimiento de que hace lo correcto. La novela está narrada por un narrador omnisciente con un ritmo sereno y pausado, es cierto que no hay sobresaltos ni giros espectaculares pero eso no es obstáculo para que la trama cree interés por seguir leyendo, sabes que ocurrirá algo terrible y quieres saber qué será y como acabará todo para estas tres mujeres. La lectura resulta fluida, con una prosa envolvente y llena de matices que colaboran en crear la oscuridad y el misterio que rodea a esta historia. A nivel personal, me ha resultado sorprendente como variaban de un extremo a otro mis sentimientos con respecto a Nóra, Mary y Nance. Ha sido raro pasar de la empatía o incluso la admiración al rechazo o el desprecio, y terminar no sabiendo muy bien si compadecerlas u odiarlas por diferentes motivos. Este choque cultural también está presente en la historia entre lo tradicional y lo nuevo y entre las costumbres ancestrales y la Iglesia Católica. Los personajes están bien construidos, no solo las tres protagonistas, también el resto de habitantes de la zona. Nóra, Mary y Nance están repletas de luces y sombras, de miedos y esperanzas, luchan por sobrevivir pero se están hundiendo irremediablemente. Aunque es cierto que conoceremos cosas de sus pasados y otros muchos detalles sobre ellas quizá me hubiera gustado saber un poco más sobre sus sentimientos y que la autora hubiera profundizado más en algunos detalles, principalmente en lo referente a Nóra. Aún con eso las tres han provocado, como comentaba antes, muchas reacciones en mí durante la lectura y eso es lo que destaco ante todo. CONCLUSIÓN "Los Buenos" de Hanna Kent es la historia de tres mujeres abocadas a un desastre irremediable, un enfrentamiento entre la modernidad y las tradiciones ancestrales en la Irlanda rural del siglo XIX. Una historia que nos atrapa por su excelente ambientación y por el aura de oscuridad y misterio que rodea toda la novela. Enlace: https://huellalibrosicc.blog.. + Leer más |
Un libro lleno de tribulaciones, oscuridad y dolor. Gracias a sus increíbles descripciones y a la magnífica prosa de la autora, sentimos en cada página el dolor, la desesperación de un pueblo pobre (aunque esto se queda corto) e ignorante, donde la superstición y viejas creencias en hadas y duendes son la única salida o explicación que son capaces de ver. Si a esto le añades un niño con una enfermedad inexplicable, el drama está servido. Una historia ambientada en la Irlanda del siglo XIX, pero que bien podría haber sucedido en España, incluso ya en el siglo XX. |
Puedo decir que lo que más me ha gustado de este libro es su prosa, lleno de un rico lenguaje y expresiones totalmente nuevas para mi. Destaca el trabajo de investigación de la autora sobre el caso que nos plantea y sobretodo en las costumbres, religiones, folclore y estilo de vida de los pueblos en Irlanda de 1800. Al principio me impactó la narración y puedo decir que los dos primeros capítulos me subieron mucho el listón y me dieron una expectativa muy alta sobre el libro, que Luego fue menguando, es decir se mantuvo muy bien pero no al nivel inicial. Es una historia ruda, tan ruda como la vida de muchos en la realidad. Donde la pobreza, la ignorancia,la falta de acceso a la educación y la ciencia, el hambre y las penurias van marcando el día a día de una población que cree en los duendes y las hadas para dar nombre a aquello que no pueden entender. Donde matan el hambre con papas y mantequilla en los meses rudos del invierno y apenas pueden cubrir sus necesidades básicas y donde el mal de ojo y los hechizos son aceptados como parte de la cultura general. En resumen, un excelente libro, que te mueve muchos sentimientos, te describe detalladamente la vida y el sufrimiento de cada personaje y no te deja indiferente, más bien te mantiene ahí pensando todo el tiempo en ello. + Leer más |
Un libro muy bueno, aunque no fui muy fan de sentir lo que sentían los personajes, creo que me sumergí tanto en la historia que hasta llegué a soñar con el libro y no fue muy grato, porque no me gusta el frío, la época en la que se desarrolla el libro (Irlanda 1825), no me malentiendas, me refiero a que a mi no me hubiera gustado vivir en esa época y como me metí tanto en la historia de verdad que sentía que estaba ahí, descalza, con frío y mojada, al igual que los personajes de este libro. Por ello es un excelente libro, por la manera en cómo la autora nos sumerge en la historia, te hace sentir incluso incómodo y eso me gusta de los libros, lo aplaudo cuando un libro me hace sentir que estoy en el lugar en el que se desenvuelve la historia o que me haga sentir lo que sienten los personajes. Este libro hace una gran reflexión sobre el machismo y sobre cómo influye la iglesia para que de igual manera la mujer quede en segundo término, esto me molestó demasiado, cada que salía el padre yo quería gritarle, de hecho hubo una parte, que creo que es de las mejores, que es cuando Nance se enfrenta con él y le dice que básicamente tanto él como ella "cobran" por sus servicios en los funerales y esto el padre le ofende y le dice que no y que ella debe dejar de hacerlo, ya que es aprovecharse del dolor de las personas, pero creo que él hace lo mismo y Nance intenta hacerlo ver, pero no hay manera. Es un libro que está inspirado en un acontecimiento que fue verídico, aunque el libro es totalmente ficción, pero si te gustaría conocer un poco sobre cómo vivían en 1800 en Irlanda, es una buena opción a contemplar. Enlace: https://www.youtube.com/watc.. + Leer más |
Segunda novela de Hannah Kent, segunda vez que me atrapa la historia que nos cuenta. De nuevo, la autora australiana ha cogido un acontecimiento real, se ha apropiado de él y nos ha llevado esta vez a Irlanda. Cogiendo como fuente de inspiración un infanticidio perpetrado en 1826, nos comparte en esta novela el impacto del folclore mágico irlandés en las mentes de la gente de esa época. Aquí, vemos cómo esas creencias juntan a tres mujeres alrededor de las cuales giran las vidas de vecinas, amigos, familiares y detractores. Cada capítulo lleva además el nombre de una planta con poderes curativos, lo que nos adentra aún más en esa época donde la naturaleza tenía mucho más peso en nuestras vidas. El trágico destino del pequeño Micheál es guiado por Nóra Leahy, Mary Clifford y la curandera Nance Roche. Y es con esta trama inquietante, llena de magia y misterio, que nos sumergimos en un mundo de supersticiones que el nuevo sacerdote intenta eliminar. |
Nos situamos en 1825 en un remoto pueblo de Irlanda, donde conocemos a tres mujeres. Por un lado está Nora, una mujer que ha perdido a su hija y a su marido recientemente, y que se queda sola al cuidado de su nieto, un niño que no puede hablar, ni caminar, y al que tiene oculto, para que sus vecinos no crean que ha sido víctima de una maldición de los Buenos. Poco a poco, Nora se va viendo sobrepasada por la situación, y contrata a la joven Mary Clifford para que la ayude, a la vez que recurre a la curandera Nance Roche, para tratar de buscar un remedio. . Basándose en una historia real, y de un modo trágico y evocador, la autora crea una trama donde se mezclan la realidad y la superstición, en una época en la que la ciencia médica era casi inexistente en la sociedad rural. . Hannah Kent ya me había conquistado en "Ritos funerarios", y con "Los Buenos" ha vuelto a hacerlo, especialmente con su gran capacidad para trasladarte a otros lugares, y a otras épocas, haciéndote sentir el frío, la humedad, y la miseria, como si estuvieses allí y fueses un personaje más. . Se agradece encontrar autoras originales que se salen de lo habitual, que arriesgan, y que tienen la capacidad de otorgar belleza a las historias más perturbadoras. Con está lectura confirmo que Hannah Kent ya es una de mis autoras favoritas. Simplemente brutal. + Leer más |
Hace justamente un año os hablé de Ritos funerarios, una de mis mejores lecturas de 2019 sin lugar a dudas. La narrativa y el estilo de Hannah Kent me llegaron tanto que esta autora pasó a engrosar las filas de mi reducida lista de autores contemporáneos imprescindibles, esos de los que sé que leeré hasta la lista de la compra si se deciden a publicarla. Leer Los Buenos era solo cuestión de tiempo. Condado de Kerry, Irlanda, 1825. Martin ha caído fulminado en la encrucijada de los suicidas sin razón aparente. Estaba bien, una mano al pecho, muerto. Su mujer, Nóra, no es capaz de hacerse a la idea. Pocos meses antes también perdió a su hija, Johanna, por culpa de una extraña enfermedad. Su nieto de cuatro años ha vivido desde entonces con ellos y ahora le toca hacerse cargo a solas de él. Y para Nòra no es plato de gusto. Micheál no es un niño normal... lo fue durante sus primeros dos años de vida, nació como un niño sano sin problemas, pero empezó a cambiar al mismo tiempo que su madre empezó a enfermar: dejó de hablar, dejó de comunicarse, dejó de andar... y se ha convertido en un tullido. Un médico le ha diagnosticado cretinismo, pero el cretinismo es congénito, y Micheál nació bien. A Nóra no le cuadran las cosas, a sus vecinos tampoco, y de una manera o de otra se lo hacen notar. Demasiadas desgracias desde que llegó el niño a la aldea, y las que quedan por venir. El cura que visita el valle se niega a ayudarla, da al niño por perdido sin remedio, así que Nóra tiene que mirar hacia otro lado, el lado de los espíritus, aquel que comienza allá por el espino blanco que marca la frontera con la tierra de las hadas. ¿Y si Micheál fuese un niño postizo... un niño cambiado? ¿Y si al niño original se lo hubiesen llevado los Buenos dejando a un duende en su lugar? Todos lo creen y llega un punto que Nóra también empieza a creerlo. Se convence de ello. Y Nóra quiere a su nieto de vuelta cueste lo que cueste, porque esa cosa que chilla, grita, no crece y tiene piernas inútiles no es su nieto. Los Buenos tienen que llevarse lo que es suyo y devolverle al verdadero Micheál. Y ese es el comienzo del fin para el niño. La primera frase de la sinopsis lo dice todo, la novela cuenta un caso real de infanticidio, así que en Los Buenos no hay cabida para sorpresas ni giros de trama. Por mucho que tarde en llegar el momento (y Hannah Kent se toma su tiempo), esa muerte llega: ese niño muere. Y lo que hace la autora es lo mismo que hizo en Ritos funerarios, prepararnos para ese momento sin prisa pero sin pausa poniendo sobre la mesa las cartas que tan bien se le da barajar: una ambientación simplemente magnífica y un trabajo profundo y exahustivo con los personajes. Con esos dos elementos, una prosa rica y evocadora, y una historia que ya de por sí es sumamente interesante por las circunstancias que la rodean y la terrible consecuencia que se deriva de ellas, Kent construye una vez más un libro que cuesta soltar, que atrapa al lector y que lo envuelve. Sabe que el lector anticipa y conoce el desenlace del libro y que tiene que ofrecerle algo muy bueno para mantenerle aferrado a las páginas, y lo hace con una soltura y una madurez narrativa sorprendentes. La aldea donde se ambienta la historia se ubica en un valle aislado y constantemente inmerso en lluvia, frío, barro y niebla, donde sus habitantes viven de poco más que patatas y poitín (bebida destilada altamente alcohólica y típica de Irlanda). Todos se conocen, gran parte de ellos están emparentados de un modo u otro y en un grado u otro, y los secretos no lo son en absoluto y escapan de la contención que suponen las cuatro paredes del hogar. Estas gentes viven sus vidas a medio camino entre la devoción a Dios y las supersticiones, y esa ambigüedad, ese andar por la vida con un pie en el cristianismo y el otro en el paganismo, marca el tempo absoluto de la historia. El padre Healy ha proclamado la guerra a las viejas costumbres ancestrales tan arraigadas en aquellas tierras, quiere eliminar los vestigios de ritos paganos, las tradiciones supersticiosas, pero lucha contra molinos de viento: lo que no hay que hacer en año nuevo, lo que sí hay que hacer los primeros nueve meses del nacimiento de un niño, los ritos cuando muere alguien, quien puede estar presente en un parto o en un velatorio, qué puede provocar mal de ojo, mujeres que se transforman en liebres y le chupan la sangre a las vacas, luces que aparecen donde viven los espíritus, los pelirrojos hijos del diablo... Los duendes y hadas, esos Buenos del título, viven entre ellos, deciden a quien se llevan o, si no se lo llevan, a quien desgracian o perjudican. Tienen su hogar justo ahí, donde comienza el bosque en la Tumba del Gaitero, y hay que tenerlos contentos si no quieren sufrir su ira. Por eso, por mucho que en misa alaben al Señor y sean fervientes católicos, no pueden dejar de mirar hacia el otro lado, de escupir cuando ven a una pelirroja, de ver señales agoreras, de hablar sobre ellas, de presionar con ellas, de hacer daño con ellas y provocar pensamientos, reacciones y, en último término, consecuencias. La ambientación opresiva, sofocante y malsana es admirable, se mete en los huesos y consigue un aura de misterio y de anticipación sorprendentes para una historia que ya se sabe hacia donde se dirige. En la sinopsis os he hablado de Nóra, la abuela de Micheál, pero lo cierto es que en esta historia son tres las mujeres sobre las que orbita buena parte de la narración y el otro puntal sobre el que se sostiene además de la ambientación. Nóra Leahy es una mujer que se ha quedado viuda y ha perdido el rumbo, que malvive carcomida por el infortunio y la pena y que permite que, en el inmenso hueco que ha dejado la muerte de su marido, se cuelen las supersticiones que le rodean y el profundo temor que tiene a ese ser que supuestamente es su nieto pero al que no reconoce en absoluto. Mary Clifford es una adolescente de apenas catorce años a la que Nòra contrata para que le ayude con la casa y con su nieto. El rechazo que Mary siente al principio por Micheál se transforma primero en pena y compasión y finalmente en un instinto protector que le hace sufrir y rebelarse contra el desprecio hacia su nieto que va creciendo poco a poco en el interior de Nóra. Y luego tenemos a Nance Roche, quizás el gran personaje de esta novela, una anciana que llegó veinte años atrás al valle y que vive en una choza justo en la frontera con la tierra de las hadas. Nance es partera y plañidera, su existencia gira entre dar la bienvenida a la vida y llorar la muerte. Tiene el don de curar y el saber concedido por los Buenos, y debe usarlos para sanar a la gente; si no lo hace, los perderá. Es Nance quien le confirma a Nóra que su nieto Micheál es un niño cambiado, un niño postizo, y quien le asegura que puede traer al auténtico de vuelta. El destino de estas tres mujeres estará, a partir de ese momento, indisolublemente entrelazado. A partir de aquí asistimos a una lucha de poderes entre el folclore ancestral pagano, las supersticiones, la religión, la fe, la ignorancia, la oscuridad y el miedo mientras el destino de un niño de cuatro años ya está decidido. El camino se vuelve tortuoso, claustrofóbico. La aldea bulle, los rumores se arrastran de casa en casa, las acusaciones traspasan los murmullos y se pronuncian en voz alta. Llegamos a conocer bastante bien a muchos personajes, sus motivaciones, sus recelos, sus rencores... algunos hay honestos, que van de frente y contrapesan el oscurantismo imperante, pero son los menos y sus acciones apenas relevantes. ¿Y qué hace Hannah Kent con todo esto? Justamente lo contrario a lo que quizás se podría esperar pero que ya anticipábamos quienes hemos leído Ritos funerarios: no juzgar, no intentar influir en el lector, no dar nada por sentado. Da dos pasos atrás y lo narra todo con un tono que puede parecer aséptico pero que en realidad no es más que respeto por la historia real y sus protagonistas. Ni Nóra está loca, ni Nance es una bruja. O sí, quien sabe. O quizás son solo producto de una época, una sociedad y unas circunstancias y no se les puede culpar por ello. Repito, no las juzga, no las demoniza, simplemente las acompaña, y eso hace que el lector atraviese por muchas fases durante la lectura y que, en el caso sobre todo de Nance y Nóra, albergue muy distintas opiniones sobre ellas: tan pronto piensas que solo son gente buena pero ignorante y asustada (muy buena gente en el caso de Nance), como no entiendes qué carajo se les está pasando por la cabeza ni cómo pierden de vista el hecho de que tienen entre manos la vida de un niño. En definitiva, Hannah Kent vuelve a hacer uso de un hecho real para novelar no solo lo que pudo ocurrir y cómo, sino el porqué, sin entrar en juicios paralelos ni diatribas morales. Se aleja de la Islanda del siglo XIX para adentrarse en la Irlanda del mismo siglo, y su sorprendente talento para ambientar sus historias no se resiente en lo más mínimo. Si a ello se suma que escribe muy, muy bien sin tropezar en el escalón de la prosa excesivamente florida, y que tiene una inteligencia especial para concebir personajes ambiguos sin enjuciarlos ni censurarlos, obtenemos Los Buenos, una muy buena novela. Enlace: https://inquilinasnetherfiel.. + Leer más |
Este libro se ha colado entre mis favoritos del año, ya el año pasado me pasó lo mismo con "ritos funerarios," y definitivamente os recomiendo a esta autora, pienso leer cada cosa que publique. Partimos de una idea principal, basada en un hecho real en el S.XIX, concretamente un infanticidio, pero, de ahí la autora nos lleva por un sendero profundamente documentado pero en simbiosis con la ficción, de forma magistral he de decir. La autora nos traslada gracias a su pluma, y su facilidad de meterte en la historia, a una pequeña aldea irlandesa, un lugar en el que las supersticiones y la magia tienen una papel fundamental en la vida de sus habitantes, hasta el punto de lo irracional. La escasez de recursos, así como la ignorancia hacen que sus habitantes hayan asimilado costumbres y creencias del folclore. La pluma de Hannah, muy lírica, y con toques oníricos, hace que sientas que estás allí mismo, que sientas los olores, las descripciones, las emociones de las protagonistas...la Naturaleza se convierte en un personaje más. Relato por otro lado duro, que a pesar de estar escrito de forma increíble, te genera mucha impotencia y frustración, repulsa en muchas ocasiones, pues no escatima en detalles, muchas veces molestos, pero salvando estos detalles, te metes en la historia de forma plena. Una historia de las que te dejan huella y no te dejan indiferente. + Leer más |
Hannah Kent tiene un don para hacer que nuestro cuerpo entero viaje en el tiempo y en el espacio, cruce océanos y se persone en medio de los campos irlandeses, que seamos capaces de oír la lluvia caer sobre la techumbre de paja, de oír crepitar el fuego en el lar. Nos transporta al lado de familias caídas en desgracia, de viudas desesperadas, de niñas que se ven obligadas a callar para sobrevivir. Nos despierta la curiosidad por la tradición y la creencia, por los ritos que purifican el alma, por las plantas que llevan a la sanación. Un infanticidio real dio pie a esta gran obra de Hannah. Igual que un último ajusticiamiento llevó a la luz a Ritos funerarios. Y aunque no sea una segunda parte de nada, sí es una continuación de una autora que nos invita a mirar un poco más allá. |
Un libro bastante duro de leer Primer libro que leo de esta autora. Durante la primera parte del libro, su autora me cautivó con su prosa. Consiguió transportarme a la época y al ambiente de estas gentes, a la dureza extrema de su vida, el clima de ignorancia, sus temores y supersticiones. Con un ritmo lento y pausado, se va tejiendo esta historia, grano a grano, vas viendo como poco a poco se va fraguando un trágico final. Desde muy pronto -sin haber leído la sinopsis- lo intuyes, lo notas, sabes que va a llegar y aún así, durante toda esta primera parte, no puedes parar de leer. Luego, el ritmo lento se convierte en monótono, la historia se hace más dura y se hace un poco más pesado leerlo, hasta que casi llega el final y recobra algo de ritmo. En este camino, asistimos a una lucha, una ruptura, entre el pasado, la tradición, el folclore popular encarnado en los habitantes de este pequeño pueblo aislado y sobre todo en las figuras de Nance y Nora y el triunfo de la modernidad, el conocimiento, el abandono de estas costumbres que se ve en las ciudades, con sus leyes, sus médicos, ..y las nuevas doctrinas que impone la iglesia. Sin embargo, me habría gustado ver más detalles cotidianos, pequeñas anécdotas que hubieran hecho más llevadera esa segunda parte y que no se hubiera centrado tanto en el niño y las tradiciones y supersticiones. Es una historia que te hace reflexionar por varias cosas. La primera es que te entran ganas de coger al próximo que oigas que se queja de lo mal que está, y decirle que se lea este libro - sobre todo la primera parte- a ver si así sabe valorar todo lo que tiene y la época en que vivimos. La segunda, es algo que puede conmigo, la ignorancia, la falta de raciocinio, ... fruto de este aislamiento y de los pocos medios. Es un libro bastante duro, aún así me ha gustado el libro y descubrir a la autora. Valoración: 8/10 Lectura: Febrero 2019 + Leer más |
¿Cuál es el nombre completo de la protagonista femenina en "Una corte de rosas y espinas"?