Qué rabia me da leer un libro intentando que me guste mucho, y que al final se queda en eso, un intento frustrado. Ritos funerarios fue un libro que me fascinó, una de las cosas que más me gustaron fue que la autora describía las cosas de tal manera que incluso podías olfatear lo que te describía, sin embargo parte de lo que me agotó de este libro fue precisamente eso. Un libro que tenía para mí una premisa estupenda y que se fue desinflando poquito a poco. Hasta la mitad del libro todo bien, me tenía enganchada, estaba disfrutando la lectura y esperando acontecimientos, el que llegó no me lo esperaba y a partir de ahí fue todo cuesta abajo, para mi gusto. Se vuelve repetitivo, sin apenas acción, aburrido y con una trama que tampoco entendí muy bien, la verdad. El abrupto final tampoco ayuda a terminar con un buen sabor de boca. Mucho grosor para tan poca chicha. Si estás pensando en regalar un libro estas navidades y quieres quedar bien no regales éste que la cuesta de enero ya es bastante pendiente. |