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Aquella orilla nuestra de Elvira Sastre
Me gusta cuando te abrazo y te siento viento y me creo pájaro.
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La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida de Elvira Sastre
Si te marchas hazlo con ruido: rompe las ventanas, insulta a mis recuerdos, tira al suelo todos y cada uno de mis intentos de alcanzarte, convierte en grito a los orgasmos, golpea con rabia el calor abandonado, la calma fallecida, el amor que no resiste, destroza la casa que no volverá a ser hogar. Hazlo como quieras, pero hazlo con ruido. No me dejes a solas con mi silencio. |
Baluarte de Elvira Sastre
Quien me conoce sabe que no es fácil hacerlo: por eso la mayoría huye al principio, por eso los pocos que lo consiguen se quedan para siempre. No dejo sin casa / a aquel que llega a mí atravesando bosques de lenguas extintas |
Elvira Sastre
Uno es preso de todo lo que ha amado porque el amor es una condena a cadena perpetua en una cárcel sin rejas. |
Baluarte de Elvira Sastre
«A través del deseo / de querer besarle los párpados, me di cuenta de que era uno de esos seres / que jamás / ni aun empeñando su empeño, / podrías llegar a conocer. Era una de esas maravillas / que te hacen querer ser humano.» |
Baluarte de Elvira Sastre
Te empeñaste en ser la primera y lo fuiste, pero no te diste cuenta de que en el amor quien gana siempre es quien llega último |
Baluarte de Elvira Sastre
Día doce sin ti: he conocido a alguien. Soy yo. Voy a darme una oportunidad |
Baluarte de Elvira Sastre
Día diez sin ti. He dejado de huir porque me he dado cuenta de que soy la única que me sigue. Tu recuerdo tampoco: se ha quedado atrás. Creo que me acerco a la meta |
Baluarte de Elvira Sastre
Estaba loca, joder. Estaba loca. Tenía en la cabeza una locura preciosa. ¿Cómo no iba a perder la puta razón por ella? |
Baluarte de Elvira Sastre
A ti podría decirte que para mi cualquier lugar es mi casa si eres tú quien abre la puerta |
Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo de Elvira Sastre
Del amor al odio, hay un paso que ocupa un corazón roto, pero no has de tenerlo en cuenta; ese odio es solo una excusa para no sentir amor, pero seguir sintiendo algo igual de inmenso. |
Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo de Elvira Sastre
Me explico: cuando sabes el final de una película y aún así vuelves a verla, es cuando te fijas en los detalles que guarda. Y yo solo quería mirarla, una última vez mas. Porque, pese a todo, sonreía. Sonreía taladrando mi mirada con sus ojos tristes. Y así hasta su adiós me parecía bonito. |
Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo de Elvira Sastre
Ella caminaba y decía que los ayeres nunca podrían convertirse en mañanas; que cuando el reloj se rompe de nada sirve darle cuerda; que hay flores que duran un verano porque la vida es así, y de nada vale ahogarles en agua si ya es invierno. |
Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo de Elvira Sastre
No me quieras, que amor es quererse hasta cuando no me quieres y eso es lo único que querría que hicieras siempre y eso es lo único que nunca te pediré que hagas. |
Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo de Elvira Sastre
Ocurre, después, que abro los ojos y los puños como quien exhala los pulmones después de un esfuerzo sobrehumano e inútil solo porque alguien dijo que había que hacerlo, y miro el reloj, que vuelve a estar en la misma hora que marca todos los días desde que te fuiste: las nada en punto. |
Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo de Elvira Sastre
"Huí de ti, como si eso significara huir de mí. Perdóname, es este pavor que le tengo a mis monstruos. Discúlpame, creo que el problema es que no sé luchar contra ellos con una sola mano, así que tuve que soltar la tuya para que me volvieran a derrotar, pero esta vez sin excusas. |
Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo de Elvira Sastre
Y, de repente, perdí el frío. Fue así, mirarte fue el deshielo. Te contemplé y vi cómo se reconstruía la primavera en mi vida. Las cuatro paredes de mi habitación se abarrotaron de esas margaritas que solo saben decir que sí. Te despertaste y se me llenaron los ojos de pétalos. Me miraste y te pregunté: ¿Qué has visto en mí? Una flor en medio de un campo de ruinas, contestaste tú." |
Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo de Elvira Sastre
Nunca dejabas de irte, nunca cesabas en tu empeño de no querer historias enteras, tu costumbre de llevar siempre deshilachadas las costuras...
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¿Por que decidió irse al internado Miles?