Grandes Esperanzas de Charles Dickens
No juzgue nada por las apariencias, sino por las pruebas. No hay mejor regla.
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Grandes Esperanzas de Charles Dickens
No juzgue nada por las apariencias, sino por las pruebas. No hay mejor regla.
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Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Me parece que el abatimiento de una tierna pasión nos hace mirar los dientes del caballo regalado con cristales de aumento y me parece que, al concentrar nuestra atención en este examen, olvidamos completamente una de las mejores condiciones del animal.
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Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Que nunca me lo has dicho. Nunca me has dicho que te habías hecho cortar el pelo, pero yo tengo sentidos para verlo.
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Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Así, durante toda la vida nuestras peores bajezas y mezquindades son cometidas usualmente a causa de aquellos a quienes despreciamos.
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Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Dice que ningún barniz puede disimular la veta de la madera; y que cuanto más barniz se le pone, más se nota la veta.
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Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Ningún hombre que no sea en su fondo un verdadero caballero ha podido ser, desde que el mundo existe, un verdadero caballero en sus modales.
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Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Sabe el cielo que nunca debemos avergonzarnos de nuestras lágrimas, porque son la lluvia que limpia el polvo cegador de la tierra que cubre nuestros endurecidos corazones.
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Grandes Esperanzas de Charles Dickens
A menudo he pensado en él, desde entonces, como el martillo de vapor que puede aplastar a un hombre o acariciar sin resquebrajar una cascara de huevo en su combinación de fuerza y suavidad.
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Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Si no puedes dejar de ser ordinario, siguiendo por el camino recto, nunca lo conseguirás por los caminos torcidos.
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Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Las mentiras siempre serán mentiras. De donde quiera que vengan debían de haber venido, y vienen del padre de las mentiras y a él vuelven.
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Grandes Esperanzas de Charles Dickens
En el pequeño mundo en que viven los niños, sea quien sea el que los eduque, no hay nada que perciba con tanta delicadeza ni que sienta tan agudamente como la injusticia.
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Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Dios sabe que nunca hemos de avergonzarnos de nuestras lágrimas, porque son la lluvia que limpia el cegador polvo de la tierra que recubre nuestros corazones endurecidos
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Historia de dos ciudades de Charles Dickens
Veo salir de este abismo una ciudad espléndida y una nación gloriosa, y veo que esta nación, con sus luchas para conquistar la libertad, con sus triunfos y sus derrotas, expía gradualmente y borra después para siempre los crímenes de esta época sangrienta y los de los tiempos antiguos que engendraron estas venganzas.
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Para leer al anochecer de Charles Dickens
-¡Muérete! Sus ojos grandes se esforzaban en mirarle a través de la sorpresa y del terror; luego la sorpresa y el terror multaron en reproche; y el reproche se convirtió a su vez en una oscura nada. Estaba hecho |
Cuento de Navidad de Charles Dickens
Así como hay contagio en la enfermedad y en la tristeza, no hay nada en el mundo tan irresistiblemente contagioso como la risa y el buen humor
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Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Por aquel entonces nosotros, los británicos, habíamos decidido con toda rotundidad que sería un acto de traición dudar de que tuviésemos y fuésemos lo mejor de todo; de no ser así, mientras me hallaba asustado entre la inmensidad de Londres, creo que podría haber llegado a tener mis leves dudas sobre si no era un lugar bastante feo, sinuoso, angosto y sucio.
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Su trama cuenta la historia de un hombre avaro y egoísta llamado: