La primera novela de Mrs. Perry, una de las Criaturas celestiales; su redención, su destino.
Fue un éxito: la primera de veinticinco más con los mismos personajes (además de otras muchas obras), lo que se entiende sin problema alguno. Aunque algo tosca en su estilo (sobre todo al comienzo), y a veces se notan los hilos de la urdimbre que sustenta la trama, es un muy entretenido relato que juega con la ventaja de desarrollarse en 1881 y estar escrito desde nuestra época, lo que le permite a la autora tirar a dar contra las injusticias sociales y la falsa moral, en especial contra la situación y consideración de las mujeres. Aprovecha, asimismo, la técnica narrativa más moderna, conjugando los múltiples puntos de vista de los personajes en un narrador omnisciente y objetivo.
Una heroína, Charlotte, que es un auténtico perro verde en su clase, se ve rodeada de una serie de asesinatos en su entorno, atormentada por sus sospechas acerca de los miembros de su familia y "asediada" por un policía (Pitt) que es inicialmente considerado como un impresentable hasta que de modo irremediable sus visitas se hacen cada vez mejor recibidas.
Hija de mamá Austen, de papá Doyle, del tío Dickens; se lee sin tropiezo, sin tener que dar tregua a nuestra credibilidad y exigencia, sin darnos casi cuenta de que vamos devorando los capítulos hasta el final.
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