 |
“Parecía un buen plan, todo lo bueno que puede ser cuando hay tantas incertidumbres. le había asegurado a Exeter que iba a salir bien y este había hecho exactamente lo que le habían dicho, y lo había perdido todo.” ~ Mareas de sangre de Anne Perry. Londres. Época victoriana. Kate, mujer de Harry Exeter, es secuestrada cuando pasea por la orilla del Támesis con su prima Celia. Los secuestradores piden un alto rescate y que sea entregado en una zona de difícil acceso que el investigador William Monk conoce muy bien así que Harry recurre a él para que le ayude a acudir al intercambio. Sin embargo algo sale mal y el inspector llega a la conclusión de que ha sido traicionado por uno de sus hombres con lo cual su investigación se duplica: tendrá que encontrar a los secuestradores y a quien le traiciona desde dentro. Mareas de sangre es la entrega número ¡¡veinticuatro!! de la saga del investigador William Monk de los cuales me he leído este. ¿He echado en falta el resto? No, la autora te centra fácilmente en la historia repitiendo hechos del pasado. Eso sí, le coge gusto a las repeticiones y más que repetir el pasado se dedica a recordarte una y otra vez el caso que estás investigando como si no estuvieses leyendo el libro en orden. Un caso predecible y por momentos parado y lento, quizá las repeticiones influyan en ello. Los personajes me han dado un poco igual –esto puede ser porque ya debería conocerlos tras 24 entregas– y lo único que me ha transmitido es el frío y la humedad a la vera del Támesis. Me quedo con un sabor de boca de “esto podía haber sido mejor de lo que me ha parecido”. |
>
