Haley afronta su primer año de universidad sin saber que su vida va a cambiar para siempre. Al poco de llegar conoce a un grupo de amigo/as que la rodean pero también entrará en una relación destructiva y tóxica, con una espiral sin fin. El aviso que se hace respecto a la dureza de la trama es verídico. Hay momentos muy complicados de ver y gestionar, provocando incomodidad en quienes leen, e incluso angustia. A lo largo de la trama vemos que nuestra protagonista toma decisiones erróneas o cuestionables, pero no se trata de romantizar la violencia o los malos momentos. Se dan las bases de cómo inicia una relación tóxica, que destroza su vida a varios niveles. La forma de crearla y de su avance se siente realista y puedes llegar a entender la irracionalidad de los sentimientos de Haley y la impotencia de cómo abordarlo. La forma de gestionarla por su entorno es compronsible y refleja muchas situaciones que se dan en la vida diaria. En conjunto, puede no ser una novela para todo el mundo, por tratar de un tema duro pero muy real. La autora lo trata desde el respeto a las víctimas y con reflexiones relevantes durante la lectura. Colibrí. + Leer más |