Dylan y Ulises son dos hermanos que viven en un pueblo del País Vasco. El día anterior vieron como el barco de pesca de su abuelo se hundía en el mar poco a poco sin apenas supervivientes por culpa de una tormenta. Ahora en su playa escondida del mundo aguantan la angustia de la incertidumbre mirando al mar. Así es como Dylan descubre a una mujer flotando en el mar con un vestido de novia y no duda en lanzarse a por ella e intentar salvarle la vida. Ella es una incógnita para todo el mundo, pero extrañamente se parece a una de las chicas desaparecidas del pueblo hace veinte años. Al principio, la muchacha no habla y apenas se comunica, cuando comienza a hacerlo descubren que se llama Ofelia pero que no recuerda nada de su pasado. La novela nos mueve entre estos personajes jovenes, la tracición de un pueblo pesquero, la desparición de las jóvenes del pueblo por la bestia desde hace años, la amistad, el amor y la rivalidad entre el cariño y la responsabilidad de los hermanos. La historia se divide en cuatro partes, la primera que es la más introductoria, se centra en los hermanos Morgan, pero en las siguientes partes, el protagonismo lo toma más Ofelia, con su familia, sus recuerdos y la sospecha constante, aunque los Morgan continuan teníendo sus capítulos protagónicos. La novela es muy buena, quizá la parte mística que envuelve las historias de la autora es en esta más suave, más confusa que en las anteriores. Pero no es algo que le haga falta para brillar. La primera parte también es la más lenta de leer pues todavía estás ubicándote en la historia y en los personajes, pero en cuanto la terminas, el resto de la novela fluye y vuela entre los personajes, la sospecha, los secretos y misterios del pequeño pueblo de pescadores, las desapariciones de las jóvenes, los boicots, el amor juvenil, los sentimientos, los secretos y el mar. Reunidos todos esos elementos para una novela llena de misterio y sentimientos que te mantiene enganchado a sus páginas y no te dejará indiferente. + Leer más |