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Calificación promedio: 5 (sobre 426 calificaciones)
/Mi primer contacto con la escritura viene de muy atrás, empecé a escribir siendo muy pequeñito, para mí la escritura era como una forma de música, para mí era más música que escritura, escribía y leía en voz alta, lo que me gustaba era contar en voz alta y para eso escribía, para poder contar. Era el vehículo para poder contar historias que no existían.
La impregna. Es algo de lo que no soy muy consciente pero creo que hay una música que es propia de cada autor y autora y que en mi caso está muy impregnada de la música que yo compongo cuando escribo poesía y creo que hay un traslado de ese ritmo poético propio a la narrativa, por eso supongo que articulo un poco las frases un poco como articulo los versos, me gusta la frase corta, me gusta el impacto y sobre todo me gusta trabajar con los silencios que es algo que hago mucho cuando escribo poesía.
Son, efectivamente, las coordenadas sobre las que estructuro y creo no solamente mi obra narrativa, también mi obra poética y también lo que soy. Son puntos importantísimos, las ausencias, la familia y en el fondo la felicidad, entiendo que todos buscamos la felicidad y hay planos en esa búsqueda, que para según quien, son más importantes, en mi caso yo funciono mucho en el ámbito familiar, creo que es un micromundo en el que podemos poner en práctica muchas de las cosas que después vamos a poner en práctica en el macro, en el exterior y por eso me ciño mucho a lo pequeño, yo creo que soy un escritor de lo pequeño, de las cosas que brillan poco y que pasan bastante desapercibidas, sobre todo soy un escritor del no ruido, me gusta indagar mucho en aquello que no suena, que parece no existir y que en el fondo, con el paso del tiempo y el análisis nos vamos dando cuenta de que son piezas fundamentales para que salgamos a flote.
Esta novela fue escrita para adultos, el quid de la cuestión es que como el personaje principal es un niño de nueve años, por defecto se derivó a un público juvenil en España pero no es así en el resto del mundo, hay muchos países que publican Un hijo en editoriales y en sellos adultos y de hecho funciona mejor porque los adultos rápidamente lo comparten entre ellos y también con los jóvenes. Es una obra que termina siendo para las tres edades, yo siempre digo que es una obra de diez a cien años, es intergeneracional. Se utiliza mucho en España en los colegios, también en Turquía, pero hay países por ejemplo como Italia en los que se lee muchísimo entre adultos.
Esta es una novela que yo he escrito muchas veces. La escribí cuando tenía veinte años y la desestimé. La volví a escribir cumplidos los treinta y también la desestimé y por último en mis cuarenta volví a escribirla y por fin encontré las voces, es una novela muy complicada porque es coral y los focos se alternan constantemente y para escribir desde este prisma tan múltiple tienes que haberte curtido mucho como escritor y eso solo se puede con la edad y con la experiencia. Y surge porque yo tenía muchas ganas de escribir una novela basada en sesiones de terapia y nunca había sabido cómo hasta que me remonté a las sesiones de terapia que yo había tenido cuando era pequeño, a la edad de 7 u 8 años, entonces pensé que era muy original y que decía mucho que pudieran tener voz tanto el niño como la terapeuta y pudiera haber una labor de investigación emocional.
Cuando empecé a escribir, en realidad retomé la historia justo en el momento en que dejé la historia de Un hijo, seguí escribiendo, no hubo un planteamiento más allá de eso, hice ese experimento, sin saber qué iba a escribir, releí Un hijo y seguí escribiendo como si no hubiera terminado la obra. Fue muy arriesgado porque podía haber salido muy mal, escribir sin pauta o sin un bastidor en una segunda novela es muy difícil, pero me gusta lo difícil, me gusta experimentar con la frescura de los datos emocionales, eso es lo que más me interesa.
No es que no se valora lo suficiente, es que prácticamente no se valora. Yo tampoco valoraba demasiado su labor, debo decir pero a raíz de escribir Un hijo he visitado muchos centros y he estado en contacto con muchos docentes de niños de muchas edades, incluso docentes universitarios y me he dado cuenta que la docencia y la labor del maestro o la maestra no está nada valorada y no me refiero al plano económico, si no a que no sabes cómo son las cosas hasta que no las vives de cerca, yo he vivido de cerca qué es ser maestro y he entendido que, en muchos casos, no trabaja solamente x horas a la semana, lo hace prácticamente 24 horas al día porque está constantemente pensando en lo que es bueno, en lo que conviene a los alumnos, se llevan el trabajo a casa, pero no el trabajo físico, hay una implicación que no se valora y que además no tiene precio.
En cuanto a los personajes yo no tengo hijos, ni sobrinos, no tengo niños alrededor, por lo cual tuve que tirar de experiencia y de recuerdos, volví a ser el Alejandro de nueve años que fui en su día y de hecho sigo siendo, muchos registros lingüísticos, mucha dinámica o proceso mental de Guille es proceso mental mío en este momento. Fue volver atrás, fue revisar al Alejandro pequeño, a mi gran amigo de la infancia en la que está basada Nazia, fue revisitar un lugar que a mí me costaba mucho porque tuve una infancia no muy feliz y hacerlo desde una óptica mucho más sanadora. Me ha servido mucho a nivel personal volver a retomar mi voz, la voz de tu niño siempre vive contigo y como yo escribo en voz alta y actúo los diálogos en voz alta he vuelto a ser él otra vez, ha sido muy bonito.
Los adultos guardamos muchos secretos pero por una cuestión de tiempo y de recorrido vital, cuanto más tiempo vivimos más información acumulamos y a mediad que nos hacemos adultos más prejuicios tenemos, más temores, nos defendemos más, somos más celosos de nuestro intimidad, estamos más dolidos también, somos menos niños, menos espontáneos y desconfiamos mucho más tanto de lo que somos capaces de hacer como de lo que somos capaces de soportar en el trato con los demás, a partir de ahí generamos muchos secretos y normalmente un secreto es como una red, el primer secreto es el que crea esa red que va conformando nuestra vida y que con el paso del tiempo tenemos que ir desgranando y revelando, creo que una vida es el dibujo de los secretos propios, eso forma nuestro mapa y después hay otro mapa, el de los secretos que van siendo contados y eso es el relato.
Me encuentro trabajando en varios proyectos, en una novela que saldrá en el 2021, estoy terminando un álbum ilustrado que saldrá en noviembre y un poemario que saldrá en septiembre. Estoy escribiendo la adaptación teatral Un hijo que probablemente se estrenará en Chile, antes que en España y estoy también trabajando en la distribución de la adaptación de La isla del aire.
El libro que me incentivó a escribir profesionalmente fue La pasión de Jeanette Winterson.
No ha habido ninguno, al revés, siempre que encuentro a un autor de muchísima calidad me infunde más ganas de escribir.
Ha habido varios pero que sea consciente de su impacto, en su día fue Bomarzo de Manuel Mujica Lainez.
Charlotte de David Foenkinos.
No entiendo qué es la sobrevaloración ni exactamente qué es un clásico, quién dictamina qué es un clásico y porqué, creo que muchos han sido sobrevalorados pero no quiero hacer un juicio de valor porque va por el gusto personal.
María José Ferrada con Kramp, publicado en España por Alianza, esa ha sido la obra que más me ha gustado últimamente, se trata de su primera novela, creo que ella es un diamante, creo que esta autora chilena va a convertirse en una voz importante del español.
No tengo una cita literaria de culto pero sí una que utilizo en mi novela Una madre y es algo que aparece en la película Las horas, basada en la novela del mismo nombre «no se puede encontrar paz evitando la vida»
El último poemario de Ángelo Néstore está por salir ahora en la editorial Pre-textos y también estoy leyendo los libros de una editorial chilena, Kingberg, tiene títulos que me están encantando, ahora mismo estoy con Umami de Laia Jufresa y acabo de terminar Sara de Maivo Suárez, es una editorial muy interesante.
Tras una niñez marcada por los abusos sexuales, años de eterno acoso escolar y una hipersensibilidad que en no pocas ocasiones lo llevó al borde del suicidio, Alejandro Palomas hila en estas páginas un relato sereno y electrizante con el que sobrevuela sin filtro los recuerdos de infancia, la relación sin igual con su madre, la sombra de un padre finalmente desaparecido y el poder de la imaginación y de la escritura como la última tabla de salvación. » Suscríbete a este canal aquí: https://www.youtube.com/channel/UCxSTZ- FRpqL2FmAQtWivY9Q?sub_confirmation=1 Conecta conmigo en redes: Instagram: https://www.instagram.com/atrapalibros.es/ Facebook: https://www.facebook.com/Atrapalibros.es/ Twitter: https://twitter.com/Atrapalibros_es
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Esto no se dice de Alejandro Palomas
Insisto, somos quienes somos porque somos la suma de todo lo que hemos sido hasta ahora: renuncias y decisiones, los caminos no tomados y sus finales, y también los caminados, todo eso somos, "a pesar de" muchas cosas y "gracias a" muchas otras.
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Un perro de Alejandro Palomas
No es extraño que nos cueste tanto perdonar, perdonar de verdad, cuando nos es tan difícil nombrar lo que realmente duele
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Una madre de Alejandro Palomas
Todas las cosas en nuestra vida tienen un sentido; todos los finales son también comienzos. Lo que ocurre es que en su momento no lo sabemos.
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Esto no se dice de Alejandro Palomas
Somos la suma de todos lo que hemos sido y de todo lo que no pudimos ser Somos, en gran medida, lo que preguntamos. Y en una medida quizá mayor, las preguntas que callamos |
Esto no se dice de Alejandro Palomas
Yo soy un niño que decidió vivir, un adolescente que no decidió morir y un hombre que vive para contar.
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Esto no se dice de Alejandro Palomas
¿Y qué será de mí cuando ya no tenga a mamá conmigo? ¿Dónde me refugiaré cuando vuelvan los fantasmas? ¿A quién llamaré? ¿Quién me acogerá?
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Esto no se dice de Alejandro Palomas
No he sido un hombre enamorado. No he sabido serlo y está bien así. O quizá me tocó ser impar desde la raíz.
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Saga "Los Juegos del Hambre"